LOS ARCÁNGELES

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Cuando vuelvo a abrir los ojos me alegra comprobar que estamos de nuevo en la finca de Félix, justo en medio de la planta baja de la vivienda.

-¿Dónde estamos, Lucifer? - pregunta Belcebú mirando a su alrededor. - Esta vivienda no es de tu propiedad.

-No. Pensé que era mejor estar en un sitio que no estuviera a mi nombre. Podemos estar aquí mientras lo necesitemos.

-Parece que te ha cambiado la cara, querida - dice As, que aún permanece a mi lado.

-Tenía ganas de volver - le admito. - Echaba de menos este sitio.

-Y eso que al principio no querías venir - me recuerda Asmodeo.

-Sí, pero enseguida me acostumbré a este lugar. - Echo una mirada hacia nuestras manos que siguen unidas. - As, ¿qué tal si me devuelves mi mano?

-Oh, por supuesto. Perdona.

Sí, claro. Seguro que lo siente mucho. Cómo si no lo conociera.

Veo mi móvil sobre la mesa de comedor y me doy cuenta de que se me olvidó desenchufarlo. Parece que se quedó cargando estos tres días. Suelto a Luc que está enfrascado en una conversación bastante aburrida con Belcebú sobre la naturaleza que rodea la finca y, que al parecer, les recuerda a otro lugar en el que estuvieron hace bastante tiempo.

Cuando miro la pantalla de mi móvil no doy crédito a lo que veo. Tengo quince llamadas perdidas y un montón de whatsapps y todos son de la misma persona: Jorge. ¿Qué querrá éste ahora? ¿No le quedó bastante claro que no quería nada con él?

Uno por uno voy comprobando todos los mensajes que me ha mandado en estos tres días.

"ola Meri. ace muxo que no te veo. te apetece q quedemos a tomar algo?"

"Meri te pasa algo? x q no respondes?"

"acabo de pasar por tu casa pero no ay nadie y una vecina me a dixo que ace un mes que no te ve por allí. ha sucedido algo? x que pediste una excedencia en el trabajo?"

"matan a tu madre y aora tu desapareces del mapa. estoy preocupado por ti."

"tiene esto algo que ver con el tío del ferrari que te fue a buscar el ultimo dia al trabajo? ese dia estabas mas extraña de lo normal."

Mientras sostengo el móvil llega un nuevo mensaje de Jorge.

"acabo de ver que as leido los mensajes. x favor llamame x lo menos para decirme que estas bien. si no tendre que ir a la policía a denunciar tu desaparicion."

¿A la policía? ¿Es que se ha vuelto loco? Joder, será mejor que lo llame para tranquilizarlo.

Mientras los demás siguen enfrascados en sus conversaciones, me escabullo hacia el exterior para poder llamar por teléfono. No me gustaría que Luc me oyese hablar con Jorge, sé que lo tiene atravesado desde el primer día. En realidad, Jorge no es un mal chico, un poco pesado quizás, pero totalmente inofensivo. Incluso he de admitir que hasta la llegada de Luc, lo encontraba bastante guapo pero ahora creo que sería mejor no comparar, no me gustaría humillarlo.

Una vez fuera de la vivienda, busco el número de Jorge en los contactos y lo llamo. No me agradaría que avisara a la policía, no en este momento tan delicado. Además, ya tuve bastante policía cuando mi madre murió. Se suponía que iban a llamarme en cuanto averiguaran algo, cosa que dudo mucho que suceda. De hecho, lo contrario me preocuparía bastante.

-¡Meri! Joder, dime que estás bien. - Apenas ha sonado un toque cuando Jorge ya ha descolgado. ¿Es que estaba con él en la mano?

-Tranquilo, Jorge, toda va bien. - Intento tranquilizarlo pero lo noto bastante alterado. No pensé que fuese a preocuparse tanto por mí.

Meridiana: la hija de la ira. (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora