PESADILLAS

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Cuando quiero darme cuenta, la tarde ha pasado y la noche hace acto de presencia. Ha sido un día muy largo, mentalmente agotador. Mi cabeza no para de dar vueltas a todas las revelaciones de hoy. Resulta que mi padre era un buen tipo después de todo, o más bien un buen demonio, hasta el punto de perder la vida por intentar salvar a mi madre. Supongo que de verdad nos quería. Y ahora tengo que ocupar su lugar en el consejo demoníaco, pero antes tengo que hacer salir al demonio que llevo dentro y para eso tengo que aprender a aprovechar mi ira. Luc me va a ayudar a conseguirlo porque resulta que él es Lucifer, el príncipe de las tinieblas. Imagino además, que no tengo mucho tiempo para conseguirlo porque algunos seres, todavía no sabemos si ángeles o demonios, intentan acabar conmigo y de paso con el resto del Consejo. Eso quiere decir que los seis miembros del Consejo dependen de que yo consiga despertar esa parte que permanece latente en mí y que al parecer hará que este embrollo se solucione.

Uf, demasiado para un solo día. Mi cabeza está saturada.

Luc ha hecho traer también todos mis libros, por lo que después de cenar, he aprovechado a leer un rato y así intentar olvidar por un breve período de tiempo todo lo sucedido hoy. Espero que leer "El señor de los anillos" por enésima vez me distraiga lo suficiente.

De fondo empiezo a oír "El Concierto de Aranjuez". Estaba tan absorta en mi lectura que no me había dado cuenta de que Luc había encendido el equipo de música. He tocado tantas veces esta pieza con mi guitarra... Es una de mis favoritas.

Levanto la cabeza de mi libro y veo a Luc ensimismado con la melodía. Parece que a él también le agrada.

-¿Te gusta "El Concierto de Aranjuez"? - le pregunto sonriendo.

-Siempre me gustó pero desde hace unos días se ha convertido en una de mis melodías preferidas.

-¿Y eso por qué? - digo intrigada, aunque no me extraña lo más mínimo.

El sonido de la guitarra española es maravilloso. No puedo olvidar la versión tocada por el gran Paco de Lucía.

-¿Recuerdas cuando te he dicho que ya te había oído tocar y cantar?

Ay madre. Respira Meri, respira.

-Sí.

-Pues una de las piezas que te oí tocar, fue ésta. Pusiste la melodía con el móvil y la acompañaste con la guitarra. Fue una de las cosas más hermosas que he oído nunca - dice mientras se gira para mirarme con una sonrisa. - Aunque lo más hermoso de todo fue cuando tocaste la siguiente pieza y empezaste a cantar. Por un momento, pensé que había vuelto al cielo.

¿Por qué me dice esas cosas? No sé cómo reaccionar cuando me habla de esa forma.

-¿Y qué canción canté? - pregunto mientras intento mantener las formas.

-Era Perfect de Ed Sheeran.

Sin duda me parece una de las canciones de amor más maravillosas que se han escrito jamás.

-Oh. Es una canción muy bonita.

-Y más cantada por ti.

Mi corazón late tan rápido que podría ganar al batir de alas de un colibrí. ¿Por qué me altera tanto oírle decir esas cosas?

-¿Sabes la parte en la que dice: "ahora sé que he conocido a un ángel"? - pregunta mirándome a la ojos.

-Ss sí - contesto titubeando.

-Fue lo que pensé de ti cuando te vi la primera vez. Eras demasiado hermosa para ser una mestiza. Creí que tu padre me estaba tomando el pelo.

Carraspeo, intentando aclararme el nudo que se me ha hecho en la garganta. No me gusta el rumbo de esta conversación. Creo que será mejor que me vaya a mi dormitorio.

Meridiana: la hija de la ira. (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora