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Para Kento había sido la mejor semana de su toda su vida, saliendo cita tras cita con Milla y conociendo nuevos lugares con ella. El rubio terminó de colocarse su camisa y bajo corriendo las escaleras para encontrarla leyendo un libro.
—Iré a trabajar—Milla estiró sus brazos y el se acercó para abrazarla con fuerza—
—Te hice el desayuno—le entregó aquella pequeña mochila con una gran ilusión— No te sobrecargues de trabajo y descasa de vez en cuando,si?—acaricio la mejilla de él y le dio un beso de despedida—
Nanami sonrió y agarro sus cosas para de ahí abandonar su casa, Milla volteo y no pudo evitar derramar varias lágrimas, se sentía tan culpable que ni siquiera creía que merecía a alguien cómo el.
Kento entró a su oficina y enseguida atendió las llamadas pendientes para ver cómo iba la construcción del nuevo hotel.
Las horas pasaban y el seguida sentado enfrente del computador con una pila de papeles a su lado, con cuidado se alejó y abrió la pequeña mochila que ella le había dado.
Espero que te vaya bien en tu día descansa y no olvides de tomarte tus vitaminas. Con cariño, Milla.
Sonrió cómo un tonto enamorado y comió de lo que ella le había preparado, Nanami se sentía tan afortunado y estaba seguro que haría todo por estar a lado de esa mujer por el resto de sus días.
—Nanamin, tanto tiempo—El alzo su mirada al reconocer esa voz— Cómo puedes vivir tan feliz?—
Mahito...
—Cómo entraste?—El hombre se soltó a reír y se lanzo al sofá para de ahí cruzar sus piernas—
Una historia de rivalidad entre esas dos familias, todo inició con los padres de ellos y cuando iniciaron un proyecto juntos, el padre de Kento hizo todo para llevar a la cima la empresa mientras que el padre de Mahito inició a adorar el dinero y a no darle importancia a los nuevos proyectos de la empresa, lo cual orilló al señor Nanami a despedirlo...el hombre no pudo soportarlo y se suicidio, ahí fue donde aquel niño inició a odiar al Señor Nanami y a toda su familia.
—Vi que ahora estás saliendo con...Cual era su nombre? Cierto! Milla—Nanami se levantó enojado—
—Aléjate de ella—Mahito soltó un quejido—
—Hice una pequeña investigación y fue sorprendente el caso de ella...drogadicta? No lo puedo creer!—Hablo entre carcajadas— Te atraen las raritas—
—Drogadicta?—Mahito se levantó del sofá y se dirigió a la salida—
—Te deje una nota, ve a ese lugar y tal vez descubras todo—Nanami encontró aquella nota y la quitó de su escritorio, tenía una dirección junto con una hora...tuvo un mal presentimiento pero aún así decidió ir a aquel lugar pues se trataba de la persona que era importante para él—
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La morena terminó de pintar y miró orgullosa su obra de arte, Nanami mandó a adaptar un cuarto para ella en su casa y así Milla podría pintar cuando quisiera sin la necesidad de regresar a su departamento.
Milla miró su teléfono y vio a aquel mensaje de un antiguo compañero, lentamente tecleó su respirar y subió corriendo a cambiar sus prendas por unas más cómodas y más cubiertas.
Ella entró a su auto y manejo a toda velocidad a aquel lugar, sus manos sudaban más de lo normal y su cuerpo temblaban demasiado pero aún así se las ingenió para llegar bien a aquel lugar.
—No sabía que regresaste—Hablo el pelirrojo— Creí que seguías en Los Ángeles—
—Floch, solo dime que quieres...no quiero estar aquí—miró a su alrededor y le colocó le seguro a su auto— Te deje las cosas muy claras antes de irme—
Nanami estacionó su auto un par de cuadras atrás y corrió a aquel callejón, con cuidado de mi hacer ruido se asomó y la vio hablando con aquel hombre de apariencia algo cansada.
—Solías see mi favorita—Iba a acariciarla pero ella lo detuvo—
—Aleja tus manos asquerosas de mi!—El se soltó a reír—
—Escuche que estás con alguien...el lo sabe?—se quedó callada—Lo supuse—
—Solo para eso querías verme? Aléjate y no vuelvas a hablarme—Se alejó y se dirigió a su auto pero las palabras de él la detuvieron—
—Piensas que se quedará a tu lado cuando lo sepa? Estoy segura que le darás asco, no pasó lo mismo con tus antiguas parejas?!—Milla limpio rápidamente sus lágrimas y Floch se acercó a ella para darle algo en su mano— Tómalo cómo un regalo de bienvenida—Era una bolsa con cocaína—
Milla entró a su auto con rapidez y se alejó de aquel lugar como pudo, sus lágrimas caían cómo cascada y su corazón se había roto en mil pedazos...solo deseaba a poder borrar el pasado y poder actuar cómo si nada hubiera pasado.
Nanami subió rápidamente a su auto y intentó seguirla, ella llegó al edificio donde vivía y se quedó un rato más en su auto admirado aquella bolsa que el le había dado.
—Mierda—pasó sus manos por su cabello y rápidamente limpio sus lágrimas—
Ella salió del auto y abrió la bolsa para de ahí soltar todo el polvo para que este se lo llevara el viento, Milla se recargó de su auto y sus lágrimas volvieron a caer sin parar, se sentía tan culpable.
—Milla—escuchó la voz y rápidamente limpio sus lágrimas para voltear—
—Nanami! Qué haces aquí?!—Sonrió falsamente—
—No estaba en casa—Susurro y miró los ojos hinchados de ella— Qué pasó?—
—Nada! Solo leí un libro y me hizo llorar—sonrió— Vamos, hace frío—
