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Ahí estaba ella, con los cabellos alborotados y con cierto aroma a vino. Sus padres la abrazaron con fuerza y iniciaron a llenarla de besos, habían extrañado a su pequeña hija. Milla sonrió forzadamente y intentó evitar en pensar en sus problemas, pero le fue imposible ya que ahora tenía que ser más cuidadosa con respecto a Nanami.
—Hicimos un amigo, su nombre es Toji—Hablo su madre— Es tan agradable, tiene un hijo—
Toji, era el hombre por el cual se había dejado besar hace un par de meses atrás.
—Es muy atento y luce demasiado joven a pesar de su edad—se sirvió un vaso de agua— estamos pensando en unir nuestro proyecto con el suyo ya que son similares y tenemos las mismas visiones—
—Ah! Me parece bien, suene comprometedor—Jalo la silla y se sentó, sus nervioso la estaban matando—
—Le hablaré a Nanami, quiero verlo para saber cómo van las cosas—su padre agarro su teléfono y salió al patio—
Estaba jodida, muy jodida.
—Hija, estás bien? Te noto algo tensa—Enseguida negó—
—Tengo sueño, será mejor que me vaya. Vendré mañana temprano para desayunar con ustedes—le dio un fuerte abrazo y le pidió que le avisara a su padre, Milla corrió a su auto y inició a pensar en cosas positivas para no quebrarse la cabeza—
La morena terminó de pintar sus labios de un color rojo y prosiguió a agarrar su delineador, sus padres ya le estaban esperando en casa así que tenía que arreglarse lo más antes posible ya que quería llegar temprano al lugar. Milla agarro sus prendas y rápidamente se cambió para de ahí agarrar su bolso, un bolso que Nanami le había regalado hace unos meses atrás.
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El viaje fue corto y algo placentero pues todas sus canciones favoritas sonaron en la radio. La morena se aparcó enfrente de la casa y corrió a la entrada para enseguida ser recibida por las mucamas.
—Milla!—Su madre se levantó con una gran sonrisa y buscó la mirada de su hija pero esta estaba enfocada en la persona que estaba aún lado de su padre— Estábamos esperándote!—
—ah si, me atrase un poco por el tráfico—jalo levemente la silla y tomó asiento, su madre le indicó a las mucamas que trajeran el desayuno para que todos pudieran iniciar a comer—
—Adivina que nos pasó—Su madre habló con cierta emoción y el padre de Milla solo sonrió levemente— Te acuerdas de la persona que tu padre y yo acabamos de conocer?—Milla asintió— Esta de regreso en la ciudad! Y el está buscando a una pintora y te recomendé—Sonrió emocionada— le di tu número y me dijo que te hablaría hoy—
Nanami dejó sus cubiertos a un lado y Will le explicó que habían conocido a un gran empresario en Italia.
—Toji Fushiguro—Nanami desvió su mirada y se enfocó en Milla, ella volteo a verlo y le habló con su mirada— Un gran hombre— algo no cuadrada y de eso estaba seguro Nanami, Toji era algo especial y sabía que no era de fiarse—
—Termine—Milla se levantó y agarro sus platos—
—Yo igual—Nanami se levantó con rapidez y agarro rápidamente sus platos para ir detrás de ella—
Llegaron a la cocina y Milla dejó los platos en el fregadero, aún no se le olvidaba la pelea y lo que había visto el día anterior.
—Mira, se que te debo una explicación—Milla siguió lavando sus platos— Ella me llamo, su panadería está en la quiebra y me pidió consejos. De la nada se soltó a llorar y no pude evitar consolarla pero debo dejar en claro que nada más pasó y ella sabe que estoy saliendo contigo—la morena terminó de secar los platos y miró a Nanami—
—Joder—susurró y colocó su mano en su frente— Lo siento, no debí dejar que eso pasara con Jean, tenias razón y no pensé sobre cómo te sentías con respecto a la WebCam—El rubio negó y rodeó sus brazos por la cintura de ella—
—Mientras sea yo con quien los hagas, me parece bien—Milla esbozo una pequeña sonrisa y le dio un corto beso en la comisura de sus labios— Cambiando de tema, no se que pensar con respecto a Toji—
—Lo se, se me hizo extraño—hundió su rostro en el cuello de él para poder sentir su agradable aroma, que había extrañado cómo una loca— No te alejes de mi, te necesito—le susurro y el cerró levemente sus ojos, sintiendo el cálido cuerpo de ella juntarse con el suyo—
Milla movió levemente su nariz y pasó su mano por todo el cuello de el, Nanami suspiró pesadamente y sonrió levemente al sentir los labios de ella contra su cuello.
—Extrañe algo más—Milla habló con un tono pícaro y Nanami bajo sus mano hasta los glúteos de ella para apretarlos con fuerza—
—Me encantaría,pequeña. Pero estamos en casa de tus padres y lo menos que queremos es que sospechen—Milla rodeó sus ojos y lo sacó rápidamente de la cocina para de ahí dirigirse de nuevo al patio—
—Mamá, le enseñaré a Nanami mis pinturas junto mi cuarto de arte.—Los adultos les sonrieron y asintieron— No tardaremos nada—
Era obvio que se tardarían pues iban a disfrutarse por completo.
