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Milla se la había pasado buscando vestidos de novia con Levi por toda la ciudad, quería algo sencillo pero elegante pero no parecía encontrar alguno así que decidió diseñar su propio vestido a pesar de no ser experta en vestidos de novias.
—Adivina quien está en la ciudad de nuevo?—Levi le mostró una pantalla y Milla casi derrama su café— Ajá, Zeke Jaeger—Era una foto del rubio en el aeropuerto y mantenía aquella estupida sonrisa que logró enamorar a Milla años atrás—El hecho de que podrías estar casada en estos momentos con el me deja en shock—
Zeke le había propuesto a Milla unirse en matrimonio pero ella entró en pánico y huyó cómo la gallina que era, ella se sentó en su silla y siguió mirando la cantidad de telas.
—Como sea, opinó que la seda te queda hermosa—Comentó Levi y Milla asintió, los dos iniciaron a trabajar en el durante todo el día hasta que ellos dos fueron los últimos en abandonar las instalaciones del edificio— Nos vemos!—Levi subió a su auto y abandonó a Milla—
Ella miró su teléfono y vio la hora, 10:30 p.m. Milla camino hacia aquel callejón y entró a su tienda favorita de vinos para buscar el favorito de Kento hasta que por fin dio con el.
—No pensé volverte a ver—Milla casi tira la botella pero el rubio fue más rápido y la agarró— Ten más cuidado—
—Ah si, gracias—Sonrió levemente y agarró la botella— No pensé que regresarías a Milán—
—Eso debería preguntártelo a ti, te fuiste y no supe nada de ti—Milla le miró y sonrió apenada—
—Lo se, fui inmadura en ese tiempo y realmente lo lamento—ambos se acercaron a pagar, Zeke pago antes que Milla y de ahí la espero para salir juntos— Pero me alegra saber que estás bien—
—Lo mismo para ti...así que te casaras?—Apunto al dedo de la morena y ella asintió, Zeke la felicito con un abrazo y la acompaño hasta su auto— Me gustaría hablar más tiempo contigo pero tengo que apurarme a pedir un taxi—
—Que dices? Yo te llevo—Zeke le agradeció mil veces y subió al auto junto a la fémina, todo el camino les sirvió para ponerse al corriente de las cosas que habían hecho durante todos estos años—
Milla se despidió de Zeke con un fuerte abrazo y tomó rumbo a su hogar. Al entrar lo primero que se encontró fue a Nanami durmiendo en la sala junto Megumi, no pudo evitar sentir un revoloteo en su estómago.
