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Ella estaba cansado de esperarlo día tras día, aquel brillo había desaparecido y ahora ya no tenia nada por la cual debería ser feliz. Mila terminó de colocarse su sudadera y se apoyó de las muletas, hoy por fin podría regresar a casa; Milla se sintió tan aliviada al saber que abandonaría aquel hospital.
Sus padres hicieron de todo para animarla pero fue en vano, Milla solo se encerró en su habitación y miró sus maletas, sus padres se habían tomado la molestia de hacer todo por ella.
Melina estaba tan feliz de que su hija se había comprometido con aquel hombre pues consideraba a Toji cómo el hombre perfecto para su hija y ni hablar de lo maravilloso que Toji era con ellos, se los había ganado.
—El vuelo sale mañana en la madrugada, 4:30 am—Hablo su padre y Mila asintió con cierta seriedad—
Milla lanzó su almohada contra la pared y hundió su rostro en su cama para soltar un grito, estaba enojada, pero más con Nanami, el era un vil mentiroso ante los ojos de Milla y deseaba no volver a topárselo en su vida . La fémina miró aquel anillo en su dedo y sus lágrimas no tardaron en derramarse, era el comienzo de algo nuevo y no es precisamente bueno.
—Joder—cubrió su rostro con su brazo y agarró su teléfono para de ahí prenderlo. En la pantalla se mostraron varios mensajes y llamadas de sus amigos más cercanos, pero ella solo buscó a alguien en especial pero no había nada de él—
Le envío mensaje a cada uno, la mayoría de ellos les dieron mensajes de apoyo y le dieron fuerza para seguir adelante. Milla apago de nuevo su teléfono y lo dejo en su buró, no quería aumentar el dolor de su cabeza con su teléfono así que lo dejo por un rato.
Los señores Smith abrazaron con fuerza a su hija y la llenaron de besos, hoy sería el día que ella abandonaría la ciudad por varios años. Milla miró a Toji y este la acarició con delicadeza para después darle un beso en su frente, su madre sonrió al verlos y inició a mencionar sobre lo mucho que le recordaban a ella cuando iniciaba a salir con el señor Smith.
—Nos vemos—Acomodo sus lentes de sol y jalo sus maletas, no aguantaba más estar cerca de esos tres—
Entregó sus boletos y entró al avión, el viaje sería demasiado largo así que se prepararon mentalmente para ella. Milla se recostó y miró la ventanilla, hoy sería el día que volvería a dejar todo atrás, donde escaparía de todo lo sucedido hasta que sanara de nuevos
Ella apretó su puño con fuerza y limpio con rapidez sus lágrimas, dentro de ella había crecido odio, coraje y resentimiento contra Kento, acabando con todo el amor que ella pudo sentir por el.
—Estamos apuntó de despegar, todos colóquense sus cinturones—La morena abrió su computadora y inició a ver su nuevos horarios, sería demasiado pesado pero sabía que lo lograría.— Disfruten del vuelo—
El viaje fue de un total de 15 hrs, Milla se distrajo durmiendo, comiendo, viendo Modern Family y leyendo uno de sus libros favoritos, logrando que todas las horas se le pasaran volando.
La morena se levantó del asiento y jaló todas sus cosas, por fin ya estaba en Milán. Enseguida busco sus maletas y se dirigió a la salida, el auto que la llevaría a su departamento ya la estaba esperando así que apresuró sus pasos.
—Le ayudo—Milla le sonrió y subió al auto—
El departamento que había escogido era hermoso, tenía una vista espectacular, estaba cerca de la universidad y tenía varias tiendas cercanas así que no tendría que preocuparse por mucho aparte de que sus padres le habían comprado un auto para que no anduviera en taxi.
Milla pasó toda la tarde acomodando su ropa en los cajones y en el closet, también sus zapatos y las demás cosas que había traído consigo.
—Tengo hambre—Susurro para ella misma y sacó su teléfono para pedir comida china, no quería nada lujoso así que pidió lo primero que se le vino a la mente—
Milla ya había estado por un par de meses en Milán, para ser exactos había estudiado solamente un año de preparatoria aquí así que ya estaba familiarizada con el lugar. La fémina se lanzó sobre su cama y inició a comer con cierta lentitud mientras que tomaba algo de vino para saciarse, Milla miró la ventana y relamió sus labios...cuando deseaban tirarse.
La chica miró aquel contacto con cierta ansiedad y enseguida le envió un mensaje, enseguida fue respondida y enseguida salió del departamento para ir a verlo.
—Aquí tienes—Le entregó el dinero— Me alegra que regresaras a la ciudad—
Milla le sonrió con falsedad y entro a su auto, enseguida saco una tarjeta y colocó el polvo sobre este.
—Maldita sea—Inhalo todo por completo y sintió cómo su alma abandonaba su cuerpo, era tan maravilloso—
—Kento, tienes que comer—El rubio negó y siguió escribiendo en su computadora, llevaba días sin salir de su oficina y eso ya preocupaba a sus amigos— Nanami esto no es sano y lo sabes—
—Puedes dejarme,tengo demasiado trabajo y me estás distrayendo—Acomodo sus gafas y contuvo sus lágrimas, Nanami se levantó y fue a servirse más café—
Gojo lo jalo de la muñeca y lo abrazo; ahí fue donde Nanami explotó en llanto. El rubio no podía estar otro día sin ella, le mataba llegar a su casa y ya no sentir la presencia de Milla, no sentir su tacto y sobre todo su amor.
—La extraño, Gojo. La extraño—Gojo lo abrazo con aún más fuerza— La quiero conmigo—
