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Al parecer el universo estaba del lado de Milla el día de hoy, Toji se tuvo que ir a China por unos asuntos del trabajo y Megumi fue a quedarse con Yuji en su nuevo departamento así que hoy podría descansarse y continuar con su trabajo.
Ella sacó su teléfono y inició a mensajearse con Kento, el vendría a verla a su casa dentro de un par de minutos así que inició a cambiar sus prendas por un hermoso vestido que había comprando hace un par de meses pero no había tenido la oportunidad de usarlo.
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Milla bajo corriendo las escaleras con una gran sonrisa plasmada en su rostro y abrió la gran puerta, dejando ver al rubio. Nanami la recibió con los brazos abiertos y Milla hundió su rostro en el cuello de él, oliendo aquel aroma tan familiar.
Nanami entró a la gran casa y miró a su alrededor, en el centro había un gran cuadro de la boda de Toji con Milla...ella lucia espectacular y no pudo evitar sentir sienta melancolía.
—Quieres algo de tomar? Tengo té, agua, vino, jugo—El negó—
—Quiero llevarte a un lugar, cuando lo conocí no pude pensar en ti y quiero que vayamos—Sin dudarlo Milla acepto la oferta y ambos abandonaron la casa—
Al lugar que la llevó estaba a una hora de la ciudad, era un hermoso lago que estaba lleno de áreas verdes y hermosas flores, Nanami se sintió satisfecho al ver la cara de emoción de Milla y la observó correr al muelle.
—Gracias!—se balanceó hacia el y inició a llenarlo de besos— Es muy lindo—
Ambos se sentaron en la esquina del muelle mientras que disfrutaban de un vino que Nanami había comprado con anterioridad para este momento, Milla se dejó caer sobre el pecho de él y Nanami inició a acariciarla.
