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Hoy el día era demasiado frío y el sol estaba a todo su resplandor, Milla se dio la vuelta en la cama y no encontró a Nanami a su lado. La fémina se colocó sus zapatos y miró la nota que le había dejado.
Me salió una junta de último momento te prepare el desayuno, te amo.
Milla sonrió cómo una tonta enamorada y bajo corriendo a tomar el desayuno que su amado le había preparado con tanto cariño.
—Bonito—susurro para ella misma y le tomó una foto, amaba que Nanami le cocinara pues el tenía un maravilloso sazón—
Hoy sus padres la habían citado para platicar, sospechaba que era por lo mismo de la universidad así que no se preocupó por ello en lo absoluto. La morena agarro su bolso y subió a su auto, por alguna razón hoy sentía un leve dolor en su pecho pero decidió ignorarlo y seguir su camino.
Milla estacionó su auto y bajo con cierta rapidez, había ordenando un par de anillos Cartier para ella y Nanami, su primer aniversario se acercaba y planeaba hacer algo significativo para ambos.
—Que tenga un agradable día!—La señora de cabellos blancos le entrego la bolsa con su compra—
Milla se detuvo a observar las demás tiendas por un par se minutos pero nada cautivó su atención así que decidió regresar a su auto, con cuidado colocó las bolsas en la cajuela y enseguida la cerró.
—uhm?—Miro a aquel hombre que estaba tirado en una orilla del estacionamiento, con cuidado se acercó y verifico que estuviera bien— Señor? Esta bien—
—Booh—
Eso fue lo último que vio y escucho antes de caer inconsciente en el suelo, aquel hombre abrió el auto con cierta desesperación y la colocó en la parte trasera para de ahí iniciar a amarrar las manos y brazos de ella.
—Dulce sueños—Sonrió ladinamente y apretó el acelerador—
Era sorprendente ver cómo un día podías estar bien y al día siguiente no sabías si alguien te lo iba arrebatar, ahora Milla se encontraba en una fina línea entre la vida y la muerte...todo hubiera sido diferente si se hubiera quedado en casa.
—JODER MI HIJA LLEVA DESAPARECIDA MÁS DE 4 HORAS! NO CONTESTA EL MALDITO TELÉFONO Y NADIE LA HA VISTO—El señor Smith agarro al policía de la camisa—
—Tenemos que esperar 24 hr, señor. Lo sentimos—Melina limpio sus lágrimas y siguió marcando el número de su hija pero este seguía sin contestar, Milla siempre contestaba el teléfono y era puntual cuando se trataba de ellos—
Smith agarro su saco y abandonó la estación, con cierta desesperación subió a su auto y inició a manejar a toda velocidad, era momento de enfrentarse a Kento.
Milla sintió cierta humedad sobre su cuerpo y de golpe abrió sus ojos, estaba de rodillas y sus piernas junto sus manos estaban amarradas con cuerdas.
—Es la segunda cubeta, te golpee muy fuerte?—Hablo en un tono burlón aquel hombre de cabellos azules—
—Qué?—susurro y el la jalo bruscamente del cabello para llevarla hasta enfrente de un tambo lleno de agua— Suéltame, por favor—
—Todo es la culpa de él—Inició a hundir la cabeza de ella en el agua por un rato y de ahí la sacó— Si no fuera por el, estarías felizmente en tu casa—Volvió a hundirla por un par de veces más— Tu pagarás todo lo que él hizo, tú soldaras su deuda—
Bruscamente la azoto contra el suelo y Milla intentó nivelar su respiración, su cuerpo temblaba demasiado y este ya se estaba tornando en un color más pálido.
El hombre de cabellos azules la volvió a jalar del cabello y la azoto contra la pared, manchando su rostro con aquel color rojo.
—Bonita—Sacó su teléfono— Debería enviarle un mensaje?—
—Mamá—susurro y inició a arrastrarse en el suelo, en busca de ayuda—
—No llegarás a ningún lado—Apretó la pierna de ella con su pie y Milla soltó un fuerte grito, estaba sufriendo—
El hombre la cargo y la colocó sobre la mesa de madera, acarició el sangriento rostro de ella y se soltó a reír para después iniciar a golpearla con sus puños en su rostro, cuerpo, brazos y piernas.
—Creo que ya puedo avanzar un poco más,verdad?—Acaricio el ondulado cabello de la mujer—
Escucho como aquel hombre iniciaba a desabrochar su pantalón, Milla reaccionó enseguida y inició a patalear con todas sus fuerzas pero esta la amarró a cada extremo, dejándola completamente inmóvil.
—NoNoNoNo—Lloro en silencio y sintió cómo el inicia a desgarrar aquel hermoso vestido blanco, que ahora estaba manchado por la tierra y teñido de rojo— Otra vez no—
Escucho la risa del hombre y de pronto su mente viajó años atrás, culpándose por ser tan ingenua. Milla apretó sus ojos con fuerza y soltó un grito desgarrador al sentir como el iniciaba a penetrarla, su alma se había roto aún más y su cuerpo volvió a tener esas manchas negras.
No entendía que había hecho para merecer esto, ella solo quería ser feliz y irse a vivir a Malasia con Nanami, en una acogedora casa donde ambos pudieran ver la playa.
El hombre le tiró una fuerte cachetada y siguió violando a Milla sin parar, el cuerpo de ella estaba demasiado dañado y ella ya estaba agonizando.
—Mamá cuando sea grande quiero mudarme a ese lugar—Señaló el cartel con sus pequeñas manos—
—uhm? Ese lugar se llama, Milán. Esta en Italia, un lugar muy hermoso—Cargo a su pequeña hija y inició a llenarla de besos—
—Mamá, cuidarás de mi cuando sea más grande?—Melina asintió—
—Daría la vida por ti, mi pequeña Milla—
El hombre eyaculó dentro de ella y soltó un fuerte quejido, Milla dejó caer sus manos a los lados y su mirada inició a nublarse cada vez más.
—Esto acaba de pagar todo—Acomodo sus prendas y desamarró a Milla— No es personal, quiero que lo sepas—La colocó sobre su hombro y salió del almacén, sin cuidado alguno la subió a su auto y manejo por horas hasta encontrar un lugar desolado— Nos vemos, Milla—La lanzó al suelo y la abandonó en medio de la nada—
Lo único que podía pedir es que alguien la viera, solamente pedía un milagro.
