¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Con todo el dolor de su alma camino por la oscura carretera, una de sus piernas estaba demasiado lesionada así que tenía que andar cojeando para poder seguir su camino. Milla se aferró a la tela de su vestido y oro para que alguien de bien corazón la encontrara pero cada vez su esperanzas se disminuían mediante el tiempo avanzaba.
Ella había calculado que había caminado por más de treinta minutos, sus pies se habían dañado y el dolor de su cabeza se había aumentando aún más.
—Por favor—Alzo su mirada y sintió un calor en su corazón al ver la gasolinera, con todas sus fuerzas aumentó la velocidad de sus pasos y se dirigieron a la tienda de víveres—
Abrió la puerta y su mirada conectó con la de la cajera, quizo hablar pero de pronto sintió cómo sus piernas le fallaban y su cuerpo se impactaba contra el suelo.
—Llama a 911! Ahora!—La mujer salió corriendo y se tiro al suelo para poder agarrar a la fémina— Todo estará bien, la ayuda no tarda en venir—
—Ustedes son los padres de Milla Smith?—Enseguida se levantaron— Lamentó informarles que ella fue trasladada de manera inmediata al hospital, se encuentra en un estado delicado—Melina cayó al suelo y sus lágrimas no tardaron en caer, su esposo se agachó y la abrazo con fuerza.
No habían podido proteger a su pequeña y única hija.
Ambos se dirigieron al hospital y con toda la desesperación del mundo iniciaron a buscar la habitación de su hija, hasta que la vieron conectada a varios cables a través de ese gran cristal.
—Fue víctima de abuso sexual y físico, ya se abrió la investigación—Melina soltó un grito ahogado y se aferró al pecho de su esposo, no podría creer que su hija pasara de nuevo por aquel tormento— Les mantendré informados de todo— El señor Smith volteo y su corazón de hizo añicos...si tan solo hubieran obligado a Milla a irse, nada de esto hubiera pasado—
Nanami bajo de su auto y se adentró al hospital, todo daba vueltas y su cuerpo temblaban demasiado...seguía sin creer lo que le habían contando. El rubio corrió por todos los pasillos en busca de ella pero simplemente no encontraba su rastro, Nanami miró a su alrededor y se topó con los padres de ella.
—Milla—Corrió hacia ellos y se detuvo al verla—
—Te dije que no te queríamos aquí—Hablo el hombre y Nanami volteo a verle—
—Tengo que estar con ella—Sus lágrimas iniciaron a caer cómo cántaros— Prometí que no la dejaría—
—Ya hiciste demasiado—El se separó de su esposa y se acercó al rubio— Sabemos que la mejor decisión que podrías tomar en alejarte de ella—Nanami se quedó callado— No le haces nada de bien a mi hija—
—Por favor—Melina detuvo a su esposo—
—Déjalo—Nanami le agradeció con la mirada y miró a Milla a través de ese cristal—
Un pitido se inició a escuchar y de pronto el habitación de la fémina se llenó de doctores, la estaban perdiendo. Nanami retrocedió hasta chocar con la pared y enseguida corrió al baños vomitar, ella iba a irse.
Kento sacó su teléfono y vio los mensajes que le habían llegado.
Congratulations! Acabas de pagar la deuda que le debías a mi familia,Nanamin. Disfruta de tu vida.
Tiro su teléfono al suelo y se aferró del lavabo, el la había puesto en peligro, el fue el causante de lo que le había pasado y ahora estaba apunto de perderla por sus estupideces.
—Nanamin—Toji entró al baño con una leve sonrisa— Debí suponer que esto pasaría, lo único que le traes a Milla es tragedia—Inició a lavarse sus manos— Primero su carrera y esto—
—Qué tiene que ver su carrera,Fushiguro?—Toji lo miró por el espejo—
—Ella rechazó irse a Milán con tal de quedarse contigo, rechazó su sueño con tal de seguir atada a ti y mira cómo terminó...con su vida en juego—Nanami abrió sus ojos demás— No lo sabías? Hable demás, lo siento—
Nanami salió del baño con desesperación y corrió al estacionamiento, no podía seguir en ese lugar, no después de ser el culpable de lo que le pasaba a ella. Kento llegó a su hogar y lo primero que hizo fue tirar todo lo que veía, llenando el suelo de pedazos pequeños de vidrios y manchando las paredes.
—LosientoLosientoLosiento—Cayó al suelo de rodillas y dejó que sus lágrimas cayeran—
Se abrazo a él mismo y su mente se llenó de sus memorias con ella, la primera vez que la conoció y lo caótico que había sido, su primera cita juntos, la primera vez que se dijeron te amo, la primera vez que ambos tuvieron una pelea, la primera vez que la abrazo.
Ellos tenían razón, el le traía tragedia a Milla así que con todo el dolor de su alma tomó una decisión, dejarla libre y alejarse de ella antes de que fuera más tarde de lo que ya era.
Kento se sentó en la silla y agarro una hoja junto una pluma, lo último que podía hacer era despedirse de ella.
Querida Milla.
Recuerdas cuando planeábamos mudarnos a Malasia y ser una familia? Ahora esos recuerdos se encuentran atormentados, tal vez tú y yo estuvimos destinados solamente a decir adiós.
Quiero decirte que este amor que siento por ti fue el más fuerte que pude experimentar en todos los años de mi vida, tú fuiste la luz que acabo con mi oscuridad y para devolverte todo lo bueno que hiciste por mi; te dejare ir.
Quiero que sepas que que no pudiste amarme mejor, quiero que sigas adelante y te olvides de mi. Mirarte en aquel lugar me hizo darme cuenta de el dolor que había traído a tu vida, siempre fui la persona que de detuvo de cumplir tus sueños así que ahora me haré aún lado.
Te amo tanto y cómo te amo tanto te dejare ir, cumple todos tus sueños y nunca mires atrás. Solamente vivirás en mis recuerdos y sueños, te recordare cómo lo mejor que me pudo haber pasado.
Ve a Milán y conviértete en la mejor diseñadora del mundo, se que puedes hacerlo y espero que lo hagas. Nunca te detengas por nadie, extiende tus alas y vuelta alto; pero sobre todo se feliz.
