CAPÍTULO 16

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Hace una semana que Ryder y Harper sobrevivieron de ese sicario. Ni HP ni Ryder se han comunicado con la chica desde aquel día. Harper no tenía idea alguna de qué hacer y por más que le enviaba mensajes a HP, jamás respondía. La joven volvía de un largo día de escuela y trabajo. Estaba exhausta y lo único que quería era relajarse y dormir. Sin embargo, su mirada visualizó todos los autos de policía y ambulancias que se encontraban fuera de su edificio. Se acercó al edificio y logró visualizar a la pequeña Abigail quien estaba aferrada a su muñeca de sirena morada. Su vestimenta tenía manchas de sangre al igual que las puntas de su rubio cabello su vista estaba fija en el suelo mientras sollozaba. Sin pensarlo, Harper intentó acercarse a la pequeña, pero un par de oficiales que la custodiaban le impidieron el paso a la pelinegra.

—No puedes pasar.

—¡Harper! —exclamó la niña antes de salir disparada de su asiento para abrazar a la adolescente. Harper se agachó para quedar a la altura de la niña de ocho años y Abigail se aferró a ella para después comenzar a llorar desconsoladamente—. Es mi culpa... Mi mami está en el hospital por mi culpa.

—¿Qué? Abi, no... ¿Qué fue lo que pasó?

—Lo siento, lo siento, en serio lo siento —anunció la pequeña sin dejar de abrazar a Harper.

La pelinegra alzó su mirada para mirar con confusión a los policías. Ellos intentaron zafar a la niña de los brazos de Harper con éxito. La muchacha no comprendía absolutamente, entonces pregunto.

—¿Me podría decir qué fue lo que pasó?

El policía pidió que Harper lo siguiese para estar a unos metros de Abigail.

—¿Eres familiar de la niña?

—Soy su niñera. Cuido de ella de vez en cuando —contestó con firmeza.

El policía guardo un silencio de dos segundos y posteriormente le hizo una seña a Harper para que no se moviera del lugar donde estaba. Seguido de esto, el oficial se acercó a un joven alto y de cabellera castaña, este se encontraba interrogando al recepcionista del edificio. El policía le tocó el hombro al chico para que se diera la vuelta y lo mirara. Él giro su eje hacía el policía y levantó ambas cejas como seña para que el policía hablara.

—Llegó una chica que dice ser la niñera de la niña.

—¿Dice ser o es?

—Es. La niña logró decir unas cuantas palabras cuando la vio.

—¿Qué fue lo que dijo?

—Que fue su culpa que su madre esté en el hospital. Basándome en el lenguaje corporal y la fluidez con la que habló la niña cuando vio a la chica, presiento que le tiene mucha confianza.

—Si es su niñera debería de conocer a la madre.

El policía asintió lentamente.

—Llévame con ella —indicó el chico.

El policía guío al joven devuelta al lugar donde se había quedado Harper, ella tenía sus brazos cruzados y tenía una pose de desesperación. Al llegar, el joven le indicó al policía que se fuera y lo dejase a solas con la muchacha.

—¿Será costumbre que nos encontremos cada vez que ocurre algo malo? —cuestionó Tyler Becker.

—Me gustaría que no —respondió Harper con una sonrisa de lado—. ¿Puedes decirme qué le ocurrió a Abi? ¿Dónde está su madre?

—Lo único que sabemos es que la madre de la niña se encuentra en el hospital por haber sido apuñalada con un objeto punzocortante —Harper dejó de tener sus brazos cruzados—. La niña no ha hablado desde que llegamos, pero por lo que veo ella confía en ti.

Secretos y Mentiras -Nada será igual- [COMPLETA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora