CAPÍTULO 32

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—Campbell y tú no se parecen en nada. Físicamente hablando.

—Yo soy más bonita que él —Sky sonrió de lado.

Jack había salido de su sesión de control de ira de cada sábado, el chico se había cruzado con Sky Fischer al salir del lugar. Antes no le había prestado atención a la muchacha ya que conocía muy bien quién era su hermano así que asumía que ella era de la misma forma. Grosera e impulsiva.

La morena sentía curiosidad de interactuar con Jack debido al gran título que se había ganado al poco tiempo de vivir en Maple Valley. Así que sin ningún rodeo se acercó a él y comenzaron a platicar sobre cualquier cosa que les llegara a la cabeza.

—¿Por qué vienes a este lugar?

—Por lo mismo que vienen todos —respondió Sky—. Problemas.

Jack se quedó en silencio.

—Además es un buen lugar para relajarse y salir de mi zona de confort. Por cierto, ¿irás a correr hoy? Es sábado de arrancones.

—No. Esa fue la primera y última vez que correré en la ruta 48.

—Yo nunca dije que sería ahí —comentó Sky mordiendo su labio inferior—. Hay muchos más lugares a los que podemos ir a correr, Jack. No solo está la ruta 48.

—En la ruta 48 o en Tokio, no voy a correr.

—¿Por qué? Ganarás más fans si lo haces, es decir, ¿tienes idea de cuántas chicas quieren estar contigo? —Jack sacudió su cabeza en gesto negativo— Muchas, Jack, hablamos de la mitad del pueblo. ¿No me digas que no te gusta ser el centro de atención de las mujeres? ¿O es que acaso no vas por ese rumbo?

—Deja de insistir.

Sky entornó los ojos.

Ambos adolescentes pasaron por una cancha de futbol abandonada en la cual jugaban unos cuantos jóvenes y en las gradas estaban sentadas tres chicas, las cuales miraban detenidamente a Jack y susurraban cosas, Sky logró darse cuenta mientras que Jack solo seguía su camino.

—Tienes muchas admiradoras —Sky señaló al grupo de chicas. Jack miró en dirección a dónde señalaba, al percatarse del grupito de muchachas Jack no le tomó importancia. Pues ser el centro de atención ya no era más de su agrado—. Por favor, Jack ¿en serio no te gusta gustarles?

El chico no contestó.

—Bien, en ese caso.

Sky detuvo el paso y obligó a Jack a mirarla a los ojos para así robarle un beso frente a esas admiradoras que el muchacho tenía. Las chicas que antes miraban con picardía a Jack ahora solo lo ignoraban y se marchaban del lugar. Sky se tardó unos cuantos segundos en soltar los labios de Jack debido a que por más que lo negara en verdad quería besarlo. No porque sintiera atracción por él, sino que simplemente sus hormonas adolescentes le pedían hacerlo y ya.

Sky se separó lentamente y sonrió sobre los labios del chico.

—Te veo luego, Jack —despidió con un beso en la mejilla. Jack se quedó estupefacto por la repentina, y sin sentido, acción de Sky.

XXX

Por el rabillo del ojo Harper intentó ver qué era lo que estaba detrás de ella para que Clara se asustara de tal manera y le pidiera irse. Se percató de un auto negro el cual estaba estacionado a unos cuantos metros de ella.

«Auto negro, qué originales», Pensó ella con sarcasmo.

La muchacha camino unas cuantas cuadras y aun así el mismo auto la seguía. Harper no podía llegar a su hogar o ir al de sus amigos debido al peligro que podían correr. La chica fingió estar solo de paseo por unas calles hasta que se dio cuenta de que era demasiado el tiempo que la seguían. No sabía qué hacer o a quién llamar. Tyler no podría ayudarla debido a que estaba trabajando en la comisaría. Darian había sido invitada a uno de los tantos partidos por parte de Liam y Simon estaba en la oficina de sus padres, ayudándolos en el noticiero.

A su cabeza llegó el nombre de Jack para pedir ayuda. No sabía dónde estaba, y tampoco sabía si estaba ocupado o no, lo que sí sabía era que seguir ahí afuera simulando dar un paseo mientras un auto sospechoso la seguía era demasiado peligroso y debía hacer algo. Sacó su celular para buscar el número del muchacho y marcarlo, sin embargo, no se percató de que el auto que la seguía se acercó más a ella hasta que dos hombres grandes y con máscaras negras lograron estar detrás de ella.

—No, no, ¡no!

Uno de los hombres la cargó por la espalda y el otro tomó sus piernas, las cuales pataleaban para zafarse de los brazos del primero. Harper hubiese sido secuestrada si una persona no la hubiese salvado. Pues alguien, el cual tenía un extintor en su poder, golpeó fuertemente la cabeza del hombre que sostenía las piernas de la muchacha. Posteriormente, el hombre cayó al suelo y el segundo hombre aflojó un poco sus brazos, Harper aprovecho la acción para darle un cabezazo en la quijada y solo así logró soltarla. Inmediatamente, la misma persona del extintor golpeó al hombre en la nuca haciendo que se desmayara. El dueño del extintor tomó de la mano a Harper y la alejó corriendo del lugar para poder estar a salvo. Ambos llegaron a un callejón angosto para esconderse.

—¿Cómo sabías que estaba ahí? —indagó con voz jadeante por la falta de aire en los pulmones.

—No lo hice por ti, princesita. Lo hice por Kate. Le importas.

—¿Fuiste a ver a Kate?

—Sí. Le hablé sobre la muerte de Ryder.

—¿Qué? —Harper estaba confundida— ¿Conocías a Ryder?

—En el negocio de Howel todos conocemos a todos, princesita.

Harper examinó a Campbell con la mirada confusa que tenía. El muchacho entornó los ojos y soltó un respiro de frustración.

—Harry tenía razón —declaró Harper—. Tú también te metiste con Howel.

—Y justo por eso sé que no te conviene meterte en esa zona. Estás idiota si crees que puedes vencerlo de alguna forma.

—No planeo vencerlo, planeo saber qué le hizo a mi hermano.

—Habrá heridos si no dejas de meter las narices, Harper.

—¿Crees que no sé? Además, ¿tú por qué te metes en esto? ¿Eh, Campbell? ¿Por qué no estás en la ruta 48? Hoy es sábado de arrancones.

—Logan cerró la ruta por tiempo indefinido gracias a lo que ocurrió por tu culpa, princesita.

—No debiste salvarme de esos tipos, lo tenía todo controlado.

—¿Ah, sí? A mí me pareció que te iban a meter en ese auto —La pelinegra salió del callejón. Campbell se vio obligado a seguirla—. No me importas, Harper.

—¿Entonces por qué me sigues?

—Lo hago por Kate.

—¿Hasta cuándo mi prima dejará de ser tu excusa para todo, Campbell? "Lo hago por Kate", "Es para proteger a Kate", "Kate es la razón" ¡No juegues conmigo!

—No tienes ni la más mínima idea de nada.

—Pues entonces dime. ¿Por qué mi prima es tu excusa para todo lo que haces o no haces?

Campbell guardó silencio por unos segundos.

—Porque Kate es lo único que tengo para proteger y amar. Ya está. ¿Feliz?

—¿Y qué hay de Sky? ¿Ella no te importa?

—Sky es mi hermana, ella sabe perfectamente que la aprecio y que haría todo por su bienestar, pero tampoco es tan idiota como otras personas que están frente a mí e ir a meterse con un narcotraficante que es demasiado peligroso.

—Di lo que quieras, Campbell, pero a mí nadie me va a quitar la idea de saber qué fue lo que de verdad le pasó a Luke. Nadie.

La pelinegra le dio la espalda al muchacho y no se fue sin antes agradecer.

—Gracias por salvarme de esos tipos.

—Si de verdad quieres hacer esto, debes saber defenderte —exclamó deteniendo el paso de Harper. La chica lo miró sin decir nada—. Deja que te ayude. Así sentiré que hice mi parte para Kate.

—¿Tu experiencia en peleas callejeras te hace instructor? —cuestionó burlonamente.

—¿Quieres o no mi ayuda?

Harper lo pensó detenidamente, pero finalmente contestó:

—Bien.

Secretos y Mentiras -Nada será igual- [COMPLETA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora