CAPÍTULO 24

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La guardia del centro llevo a Kate al lugar donde tendría su visita, le ordenó tomar asiento y esperar a que la visita llegase con ella. Kate pensó que sería una vez más su prima Harper, pero al ver a la persona que cruzó aquella puerta de metal. De todas las personas que pudo haberse imaginado, llegó aquella que alguna vez la hizo sentirse completa, que era alguien importante.

—Hola.

—¿McQueen, qué...? ¿Qué haces aquí?

—¿No puedo venir a ver a mi ex novia? —Kate guardó silencio—. Desde que entraste no sé nada de ti, dime ¿has dormido bien? Tienes algunas ojeras.

—Pues..., deberías decirle a tu tío que cambie los colchones de las celdas porque parece que estoy durmiendo encima de muchas rocas puntiagudas.

Campbell rio debido al comentario de Kate y ella le correspondió con una sonrisa sin separar los labios.

—Kate.

—¿Hmm?

—Harper vino a verte recientemente, ¿no?

—¿Cómo sabes eso?

—La escuché hablando por teléfono con alguien, dijo que vendría a verte con esa persona.

—Sí, vino con un chico alto.

—¿Lo reconociste? ¿Era de fiar?

—Sí, bueno... si lo que quieres decir es si era uno de los de Howel, la respuesta es no —Campbell enarcó una ceja—. Estoy segura, Campbell ¿A qué viene tanta pregunta?

El joven se relamió los labios antes de hablar.

—Alguien le está diciendo a la princesita sobre Howel.

—Lo sé. Vino aquí para hacerme preguntas sobre lo que sabía, al parecer alguien le está enviando cartas anónimas para que descubra por qué y cómo murió Luke. Pero estará bien, le ordené no meterse en ese terreno.

—Kate, no estoy muy seguro de que te vaya a hacer caso.

—Sé que es coincidente de que es peligroso y...

—Mataron al chico —interrumpió Campbell—. Y ella estaba ahí.

—¿Qué? ¿Qué chico?

Campbell guardó silencio un par de segundos, no sabía si debía decirle a Kate lo que había ocurrido.

—Campbell, ¿qué chico? —insistió la castaña.

Siguió en silencio un par de segundos, hasta que por fin habló

—A Ryder. Un francotirador le disparó.

Kate estaba sorprendida y no podía creer lo que Campbell le decía. Un nudo en su garganta comenzó a formarse y las lágrimas comenzaban a asomarse en sus ojos. Por más imposible que parezca, Ryder y Kate habían sostenido una muy buena amistad mientras ambos estaban involucrados con el negocio de Howel. Ryder como dealer y Kate como su compradora más activa. A pesar de la gran diferencia de edad que compartían ella y Ryder —hablamos de unos ocho años de diferencia—, Ryder llegó a querer de una manera inimaginable a la muchacha y ella le correspondía. Kate lo veía como el hermano menor que siempre quiso, pero su irresponsable madre jamás se lo brindo a pesar de lo mucho que lo deseaba. Por el mismo cariño que Kate le tenía al muchacho, le pidió a Luke que lo sacase de aquel negocio, a la castaña le costó trabajo convencer a su testarudo primo, pero al final lo logró.

Escuchar aquella noticia la destrozó por completo, se suponía que Ryder había salido de ese infierno para no terminar muerto a manos de algún sicario que trabajara para Howel. Se suponía que él tendría un futuro exitoso como doctor. Tal como lo platicaron alguna vez.

—¿Por qué no terminaste la escuela? —preguntó Ryder curioso.

La chica se quitó el cigarrillo de la boca para contestar.

—Porque mi madre me dejó a mi merced.

—¿Y no tenías más familia?

—Sí, pero mi tía Verónica no es una persona que apoye a la gente como yo.

—¿Cómo tú?

—Drogadicta —contestó y dio una calada a su cigarrillo— ¿Tu qué quieres estudiar?

—Yo quiero ser doctor, estudiaré medicina y ayudaré a mi abuelo a mejorar. No solo a él, también al que sea que lo necesite.

—Serás un doctor muy apuesto, Ryder. La clientela no es nada por lo que te debas preocupar.

El chico le dio un pequeño golpecito a Kate en su hombro. Acto seguido, tanto ella como él comenzaron a reír por lo antes dicho.

Kate soltó una lágrima y habló:

—Fue Howel, ¿no es cierto?

—La verdad, ya se había tardado.

—¿"Ya se había tardado"? —Repitió Kate con molestia— ¡Campbell, era un niño! ¡Luke lo había sacado de ahí para que no terminara así!

—Pero Luke ya no está.

—Él lo prometió —contestó Kate en un sollozo.

—Las promesas con él ya no valen nada, Kate, lo sabes. Luke ya no está, así que ahora irá por todos los que alguna vez defendió y sacó de ahí. Escucha, sé que suena mal, pero me siento más tranquilo si estás allá adentro que aquí afuera. Estarás a salvo.

—Harper —mencionó recordando el rostro de la chica.

—Kate...

—Harper no estará a salvo —Interrumpió—. Campbell, debes protegerla.

—A mí no me importa la princesita, la única que me importa eres tú.

—Pero a mí sí —demandó—. Es mi prima y lo único que me queda. Perderla sería como perder mi corazón.

—Sabes que no querrá acercarse a mí.

—Pues no te acerques, solo vigílala desde lejos. ¿Harías eso por mí? —Campbell no contestó—. No lo hagas por mí si no quieres, sé que te decepcioné. Encuentra la razón que quieras para hacerlo, pero por favor..., no dejes que la maten.

—¡Collins, se acabó el tiempo! ¡A la celda! —anunció el guardia acercándose a la chica para hacer presión y que obedeciera.

—Por favor —suplicó la castaña mientras se levantaba de la silla para irse.

Campbell también se levantó de su silla y sostuvo su mirada en los ojos verdes de Kate.

El chico no se fue sin antes decir:

—Para que sepas, jamás me decepcionaste, Kate. Fuiste lo mejor que me pudo haber pasado, y no te preocupes por la princesita, haré lo que pueda.

Kate le dedico una gran sonrisa sin separar sus labios. Inmediatamente, el guardia se la llevo y Campbell no tuvo de otra más que ver como trasladaban al amor de su vida de regreso a aquella celda. 

Secretos y Mentiras -Nada será igual- [COMPLETA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora