CAPÍTULO 1

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Los aplausos, aludidos y chiflidos entre la multitud animaban a cada corredor presente en la ruta 48. Lo mejor de las semanas era cuando llegaban los sábados ya que se hacían apuestas de precios más altos y la adrenalina recorría el cuerpo de cada ser humano presente. En la ciudad de Maple Valley, sin duda, eran mejores los arrancones que las fiestas adolescentes. Claro que no todos podían asistir a los arrancones. Pues debían ser audaces, listos, valientes y con hambre de ganar. Para su suerte Harper era exactamente así desde que nació y lo demostró cuando conoció a Harry. Al fin dejó que su curiosidad la controlara y la llevase a lugares y momentos que jamás imaginó cuando se centraba en superar a su hermano mayor académicamente y en ser una buena hija. Todo era diferente desde que Harry y Harper habían cruzado palabra aquel primer día de clases en el noveno grado, pero las diferencias a veces no son muy buenas. A veces tienen consecuencias que jamás se superan.

—¿Me viste? ¿Viste cómo dejé a ese tonto? —Exclamaba Harry emocionado mientras se acercaba a su novia—. Gracias a tu consejo pude ganar fácilmente.

—Me alegra que te haya servido —Harper sonrió y después de abrazarlo le dio un pequeño beso en los labios—. Ahora es mi turno, ¿no es así, Logan?

El adulto de cincuenta y tres años asintió sin dejar de contar los billetes que sostenía en su mano.

—Hazlo añicos —animaron Derek y Scott con una amplia sonrisa. Ambos eran buenos amigos de Harper desde que eran unos niños.

—¡Qué gran noche, amigos espectadores! ¡Definitivamente de las más emocionantes! —Aludió el hombre con su micrófono— ¡Pero aún hay más! ¡Acaban de informarme que nuestra campeona de la liga femenil competirá contra el campeón de la liga varonil! ¡Hagan sus apuestas, amigos!

El público gritó y aplaudió demasiado. Escuchar como las personas animaban a Harper la hizo sentirse confiada y una triunfadora. Sin embargo, no todos la apoyaban. Los fanáticos de Campbell también estaban presentes y abucheaban a la chica.

—¡Pido por favor que nuestro campeón, Campbell Fischer, se presente! —Un muchacho delgado con chaqueta de cuero negra, un piercing en la ceja izquierda y de tez morena hizo presencia en la pista. Saludó a sus fanáticos desde lejos y sacudiendo la mano. Después entró al auto amarillo en el que competiría— ¡Ahora denle una cálida bienvenida a nuestra campeona, Harper Lougthy!

Todos aplaudieron y chiflaron al igual que gritaron el nombre de la chica, pero ella jamás salió.

—Nunca has hecho una cosa así —reclamó—. Siempre estuviste en contra de los arrancones, ¿por qué quieres competir ahora?

—¿Puedo tomar su lugar o no? —inquirió el hermano mayor de Harper hacia la sobrina de Logan.

—Yo no decido —contestó Alex—. Tienes que preguntarle a Logan y a la misma Harper.

Entonces Luke miró a Logan intentando convencerlo con la mirada. Sus ojos azules como el cielo observaban a Logan con atención y pidiendo que lo dejase competir a él envés de a su hermana.

—De acuerdo.

Entonces la chica no tuvo de otra más que acceder.

—¿Estás seguro de esto, Luke? —preguntó Harry.

—Por primera vez quiero hacer algo ilegal —contestó Luke dando a entender que su hermana siempre le decía que nunca tomaba riesgos y por eso era un aburrido—. Siempre dices que no te entiendo, déjame hacer esto y tal vez logre comprender tu amor por los arrancones.

En el fondo a Harper le ansiaba mucho ver a su hermano perfecto competir en un arrancón como este. Ella sabía perfectamente que a Luke no le agradaba la ruta 48, su novio Harry o cualquier cosa que no tuviese que ver con la escuela y su buena conducta como hijos. Se moría de ganas de ver a su hermano mayor competir más que preguntar por qué tan de pronto Luke quería hacerlo. Era extraño, pero no demasiado como para preguntar.

Secretos y Mentiras -Nada será igual- [COMPLETA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora