Labios Sellados 3 "Nada Es Lo Que Parece"

Capítulo 10

En cuanto llegamos al aeropuerto de París tomo mi celular para avisar que hemos llegado, Adrien habla un par de minutos conmigo para decirme que se está divirtiendo con sus tíos refiriéndose a Terrence, Anthony y Brandon, estoy tranquila porque aunque Terrence sea su padre, Anthony prácticamente lo crió los primeros años de su vida y seguro mi pequeño no se siente extraño con una figura familiar tan cerca de él; Terrence me comenta que mi papá lo invitó a que duerma en la casa y que planea ir solo para que Adrien no se sienta tan desubicado, y de alguna manera veo que todos están al tanto de mi hijo que debería de dejar de preocuparme, siempre que estoy lejos de él me pasa así, pero también debo de entender que él algún día crecerá y me tocará verlo partir y hacer su vida, Duncan también tiene su momento hablando con su hijo y escucho como le pide que se porte bien y que no haga tantas travesuras.

—¿Estás lista? —suspiro y me subo de un salto a su cuerpo —ok, apenas estamos llegando, habrá tiempo de sobra para hablar con la cigüeña —me río y deja un beso tierno sobre mis labios
—Qué bobo eres, esto es como una luna de miel, una antes de la boda —beso su mejilla y me bajo de él para ayudarle con las maletas.
—También podríamos aprovechar para decidir muchas cosas de la boda que hemos dejado en segundo término desde que regresó Chad.
—Me gusta

Llegamos al hotel, él necesita estar en una de las empresas que maneja, sé que allí veremos a la amiga de Gabrielle, me pidió que lo acompañe para que vea algunos contratos, tomo un poco de shampoo para lavar mi cabello, ¿Hace cuánto que no tomo mi tiempo en un baño tranquilamente? Cierro mis ojos y disfruto del agua caliente cayendo en mi cuerpo, muerdo mis labios cuando siento que alguien se une a mí en la regadera, adiós baño tranquilo, pero no me quejo, siento unos brazos rodear mi cintura desde atrás.
—Han pospuesto un par de horas la junta de esta tarde, y pensé en que podríamos aprovechar para poner un bebe aquí. —me dice Duncan al oído; mientras su mano se posa sobre mi vientre y comienza a bajar; enseguida siento como mi cuerpo se vuelve disponible para él, comienza a besar detrás de mi oreja y ese es mi punto débil.
—Te amo Duncan —le digo con una voz apenas perceptible para mí, pero sé que me escucha cuando me responde que él de la misma manera; sus dedos índice y medio comienzan a jugar con ese botoncito de placer que sabe que me vuelve loca, mientras que mis caderas se restriegan en su erección, su mano izquierda sube a mis pechos y no sé cómo se las ingenia pero le da atención a ambos, este hombre me pone mal, sabe la manera en la que inmediatamente me tiene a su disposición, y me encanta, me encanta tenerlo en este aspecto en el que me hace sentirme muy mujer, plena y segura de mi misma, a pesar de que el embarazo me haya dejado algunas cicatrices en el área del vientre, apenas perceptibles, pero él nunca me ha hecho sentir mal o ya no la chica de la que él se enamoró hace tantos años, cuando ya no puedo más con mis gemidos y siento que estoy a punto de explotar cuando ni siquiera ha entrado en mi interior, quiero decir alguna palabra pero no puedo; me tiene en una nube de éxtasis, su dedo medio entra en mí y comienza ese vaivén lento, rápido, lento, rápido y comienzo a sentir que me hace falta la respiración.

—¿Te gusta? —asiento
—ajá —muerdo mis labios
—Leilany Berry me fascinas, quiero todo contigo hoy y siempre, mi pequeña pelirroja, mi fantasía sexual.

Su dedo se aferra más a mí justo en el lugar indicado, mis rodillas comienzan a doblarse de que estoy por perder la fuerza y salir disparada al universo, pero sale de mí y siento un poco de coraje por lo que acaba de hacer; me gira, guiña el ojo y me lleva hasta la pared, su cabello rubio húmedo, sus ojos esmeraldas con la pupila dilatada, sus labios rojizos, y su cuerpo, ese cuerpo tan escultural que tiene, mi mano va hacia su abdomen para sentir los músculos de su abdomen y luego con mis dedos delineo sus oblicuos y llego hasta esa parte que me vuelve loca, me hinco ante él y abro mi boca para deleitarme con su sabor, siento solo como Duncan agarra mi cabello en una coleta que detiene con su mano, mientras que yo disfruto y jugueteo con su miembro como si fuera mi sabor de helado favorito, lo escucho gruñir y de vez en vez volteo a verlo para encontrarme con sus labios siendo mordidos, sus ojos cerrados, sonrío cuando los abre y se encuentra con los míos.