Capítulo 25

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Duncan

Han sido los cuatro meses más difíciles de mi vida, no la puedo sacar de mi cabeza, mucho menos de mi corazón, pensé que por fin estaría conmigo, que por fin lo lograríamos pensé que quizá ella y yo habíamos logrado superar todas las pruebas, pero no fue así, fue un conjunto de muchas cosas, re apareció Chad, nos separamos por unas semanas, Meghan me besó y creen que fue correspondido y después ella diciendo "Chad no te vayas por favor" considero que en esos momentos, en los que tu vida pende de un hilo siempre dirás el nombre de esa persona especial, yo hubiese dicho su nombre, ella hubiese sido mi último pensamiento o el primero en su caso, y solo lo entendí, siempre he sido su segunda opción desde hace muchos años, es solo que yo realmente la amo y no me veía sin ella.

Pero tengo que aprender a hacerlo, porque no gano nada con ello, porque no puedo vivir toda una vida esperando a que ella me note, tomo por completo el vaso de whisky que llevo en mi mano derecha cuando entra Meghan a la oficina.

—Duncan, yo, perdón, te venía a mostrar unas cosas pero si quieres regreso después —veo como sus ojos reparan la camisa que llevo entreabierta y se sonroja pero no levanta la mirada para verme a los ojos.
—¿Te hiciste algo en el cabello? —ella enreda uno de sus dedos en su ahora corta cabellera
—Si, no sé, me pareció una buena idea.
—Te queda bien, de hecho —respondo sarcástico.
—Yo, creo que mejor regreso después —ella se da la media vuelta pero soy más rápido que ella para alcanzar a tomar su brazo.
—¿Quieres ir a cenar conmigo?
—No creo que sea prudente, yo, no me siento bien contigo desde hace algún tiempo.
—Al principio si te culpé sabes... pero quizá todo sucede por una razón. —ella se gira levemente hacia mí y sus ojos por fin coinciden con los míos.
—¿Qué quieres decir?
—Me esforcé tanto en ser el novio ideal para ella desde que tengo uso de razón, desde que soy prácticamente un niño he tratado de ser el hombre perfecto para que ella se fijara en mí, para que me notara, para que sus padres dijeran que yo era la mejor opción, para que su hermano me aceptara como su cuñado, y ella se enamorara perdidamente de mí.
—Duncan —ella susurra y se acerca acariciando mi rostro.
—Sé cómo son las cosas, Gabrielle me lo ha contado; y eres un hombre increíble porque la amaste a ella siempre, a su hijo, te hiciste cargo de él. Tú no eres culpable de nada, más que de amarla como si fuese la única mujer que existiera en el mundo.
—¿Te gusto Meghan?
—¿Por qué lo preguntas?
—Porque necesito a alguien que me haga olvidarla.
—Duncan, si me gustas, pero creo que no es lo más sano.
—No te estoy pidiendo que te cases conmigo el día de mañana, pero quiero que alguien me ame como yo lo hice con ella, que alguien luche por mí, quiero por fin recibir y no solo dar cariño.
—Duncan...
—Solo di que aceptas ir a cenar conmigo. —tomo su cintura para acercarla hacia mí.
—Si quiero —su voz tiembla
—Pasaré por ti a las nueve a tu departamento.
—Estaré lista —la suelto lentamente mientras con mis labios le dejo un beso en la comisura de los suyos, ella sale prácticamente huyendo.

Te sacaré de mi mente y de mi corazón Leilany Berry, aunque sea lo que último que haga.

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Bajo del automóvil para ayudar a bajar a Meghan, siempre me pareció una mujer con mucha presencia y demasiado guapa, pero estaba tan aferrado a Leilany que simplemente para mí no había ninguna otra mujer, la tomo de la mano para poderle ayudar a bajar y veo lo impresionante que viene con un vestido de encaje negro corto totalmente ceñido a su cuerpo, ella intenta soltar mi mano en cuanto está completamente de pie pero no se lo permito.

—¿No esto es lo que querías? —susurro
—Si fuese sincero si Duncan, no de esta manera.
—puede ser sincero, solo dame tiempo. —solo siento su mirada en mí y veo de reojo que asiente
—Señor Dunne por favor pase —dice el hombre que nos da paso al restaurante exclusivo.
—¿Con cuánto tiempo de anticipación tuviste que reservar? —pregunta curiosa.
—Soy socio —le sonrío.
—Si eres socio de tantas empresas ¿Por qué sigues trabajando?
—Me hice socio hace algunos meses, quería dárselo de regalo a Leilany cuando supiera que venía un bebé en camino.
—Oh ya veo. —parece que quiere responder algo.
—Supe que quería ser papá desde que me enteré que ella estaba embarazada de Adrien, y a él lo quiero como si fuese de mi sangre. —le acomodo la silla para que ella se siente, mientras el mesero le entrega la carta.
—La especialidad de la casa —comento mientras ella le entrega la carta al mesero.
—Con gusto señor Dunne
—Y el mejor champagne que tengas
—Claro.
—Gracias —le respondo al mesero mientras que ella se acomoda para acercarse más a mí.
—¿Y por lo que entiendo estaban pensando en tener un bebé propio? ¿Qué sucedió?
—Supongo que el destino... hicimos la tarea, te prometo que sí. Pero simplemente nunca recibimos un positivo de una prueba de embarazo, pensé que quizá cuando vino a Francia ella pudiese haber quedado, pero bueno, es obvio que no.
—¿Anhelas realmente ser papá? —parece interesada y comienza a jugar con mi barba.
—Si, me gustó el hecho de cuidar de alguien, de poder descubrir cosas nuevas junto con un pequeño que depende de ti, Adrien me ha enseñado tantas cosas
—Pero al final no es tu hijo —se tapa la boca
—Tienes razón, aunque duela.
—¿Sigues en contacto con él?
—Si, por lo que he platicado con mi hermano ninguno de ellos se cierra a que yo siga comunicándome con él, para mi él es mi hijo.
—Quizá hasta que llegue uno propio.
—Señor su champagne.

Pasamos un par de horas platicando de nosotros, me pide disculpas por lo que hizo en el hospital y le digo que ya no tiene caso, que comencemos desde cero, se notó más relajada después de eso, disfrutamos de la cena, de la noche y del champagne, necesitaba una noche de estas donde pudiera ser yo, el antiguo Duncan que era más relajado y con menos responsabilidades, que me gustaba pero quizá ella tiene razón, me obligué a tomar compromisos para hacer feliz a Leilany, para que ella supiera que estaba ahí a la hora que ella quisiera.

Me aferré tanto a ser lo que ella necesitaba que quizá me olvidé de ser yo mismo, no es que ella me haya obligado a cambiar o ser de una forma es que yo solo decidí cumplir todas las que yo consideré eran sus expectativas, moví todo porque ella siempre fuera feliz; y quizá ese fue mi error que ella sabía que yo estaba disponible siempre 24/7 que si ella decía Duncan salta, yo lo haría sin dudarlo ni un momento. No es que la vea como la mala del cuento porque a final de cuentas era una relación y ambos teníamos responsabilidad de todo, pero no sé, simplemente me vendé los ojos para darle todo, esa mejor versión de mí.

—¿Quieres pasar? —pregunta en cuanto estacionoel automóvil afuera del edificio donde se encuentra su departamento.
—Me parece buena idea. —después de ayudarla a bajar caminamos hacia dentro y subimospor el elevador.
—Lo siento, me quitaré los tacones —se sonroja —ya no puedo con ellos —le veolas piernas de infarto que tiene, se ve que es una chica que se ejercita, seagacha para quitarse los tacones que llevaba puestos y le ayudo a llevarlos,busca la llave de su hogar y entramos los dos al lugar.
—¿Quieres algo para tomar? —niego y la jalo hacia mí, mi brazo rodea su cinturay mi mano derecha se posa sobre su cadera, ella abre los ojos pero no veorechazo de su parte, mi mano izquierda busca su quijada y mis labios se posancasi sobre los suyos.
—tengo ganas pero de otras cosas.
—Duncan...
—y sé que tú también lo quieres niégamelo. —comento tajante
—Lo quiero. —lo dice decidida y mis manos buscan el dobladillo de su falda paradarle rienda suelta a esto, porque la quiero olvidar, porque no merezco sufrirmás por ella, porque necesito sacármela de la cabeza, del corazón.
—Sé que este es el peor momento para pedirlo.
—¿Qué Duncan? —dice entre besos mientras desabrocha mi camisa.
—La próxima semana necesito ir a un evento a Londres y necesito que vayas comomi pareja.
—Ahí estaré siempre para ti. —su respuesta me vuelve loco; sus piernas buscanenredarse en mi cuerpo mientras que como puedo intento quitar su ropa interiorpero noto que no lleva y eso me pone todavía más caliente, muerde mis labios ysus manos se atan a mi cuello mientras yo busco una pared en donde empotrarlaporque estoy demasiado caliente y enojado, borracho también y probablementetodo esto no sea la mejor combinación, pero es momento de dejarla ir...

Adiós Leilany Berry 

*Duncan sin poder olvidar a Leilany

*Duncan invitando a cenar a Meghan

*Duncan hablando de bebés con ella

*Invitándola a Londres

*Y empotrándola en la pared

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Labios Sellados 3 "Nada Es Lo Que Parece"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora