capítulo 39

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La estilista acomoda mi cabello en ondas de lado mientras que la maquillista termina por maquillar mis labios en un rojo cereza, Chloe llega con Adrien que ya viene arreglado y luce tan tierno en su pequeño traje con un moño en color azul celeste, me sonríe y pone su boquita en pico para que yo acerque mi mejilla.

—¿Está bien como lo peiné? —pregunta mi hermana
—Si, ¿Te gusta a ti Adrien?
—Shi, quello mis dulces —voltea a ver a su tía.
—le dije que le daría dulces si se dejaba vestir y peinar sin tener que correr detrás de él —sonríe.
—Los dulces tendrán que esperar Adrien hasta después de la ceremonia, también habrá pastel si sabes esperar —una de las cosas de ser mamá es de pronto a aprender a negociar con cosas como esas. —él hace un puchero
—Mucho pastel para ti Adrien —trata de convencerlo mi hermana.
—está bien. —no lo dice muy convencido pero no le queda de otra, no quiero al niño de las flores hecho un desastre antes de tiempo.

Veo que mi mamá entra con mi vestido mientras que Chloe me avisa que irá a dejar a Adrien con mi papá, para que lo cuide; me levanto para observar lo que llevaré en esta tarde, creo que el hecho de decir si, cásemonos el próximo fin de semana hizo que ninguno de los dos se volviera loco con los preparativos, solo invitamos a nuestros padres, a nuestros hermanos y los amigos más íntimos, queríamos algo que fuera únicamente nuestro, sin nadie más cerca de nosotros, era un momento solo para nosotros, sin la boda en versalles que habíamos soñado, o aquella gran recepción con tanta gente con la que nuestras familias debían de quedar bien, elegimos solo ser nosotros diciéndonos cuanto nos amamos y que queremos compartir el resto de nuestras vidas juntos.

Mi mamá se acerca dándome un beso, y Chloe llega de inmediato con su cámara fotográfica diciéndonos como debemos de posar, disfruto de estos momentos con ella, le pide a mamá que se ponga detrás de mi mientras ambas vemos el vestido de novia.

—Recuerdo el día en que me casé con tu padre, el como me dijiste que aún me podía arrepentir —las dos reímos —puedes hacerlo también tu cariño —lo dice a modo de broma como yo en aquella ocasión —también recuerdo que me preguntaste como sabía que era el hombre indicado y yo te dije que cuando me besaba podía ver fuegos artificiales, espero que Duncan sea ese hombre que logre eso cada que te besa. —asiento.
—Lo es, no me creo que esté a punto de casarme con él.
—Después de tanto por lo que han pasado...
—Hay personas por las cuales uno debería prepararse para siempre —dice mi abuela que entra con el ramo y mi tocado. —Desde hace años que he notado la forma en que Duncan te mira y cariño, él prácticamente cree que el mundo existe gracias a ti.
—Chad fue un gran amor —dice mamá y lo sé, fue alguien a quien amé con todo mi ser, pero hay amores de tu vida y para toda tu vida, y tristemente mi amor fue arrebatado después de un accidente, algunas cosas pueden volver pero no de la misma forma en la que se fueron y este es un claro ejemplo. —te dio un hermoso regalo, pero tu destino no era con él.
—Lo sé mami. —estoy segura que me lo dice porque cuando esperaba a Adrien lloraba muchas veces en sus brazos diciéndole lo mucho que me hubiese gustado llegar al altar con él y vivir todo ese proceso de un bebé en camino, llevo las manos a mi vientre muy apenas abultado y giro hacia ella —me tocaba vivir todo ese proceso con alguien más, con Duncan y justo ahora no añoro el hubiera, porque el presente es mejor.
—A eso quería llegar, ustedes dos se aman, se nota en sus miradas, en la de ambos; en como un pequeño los ve como sus superhéroes, y que al final todo lo malo que han pasado, el destino se los está recompensando. —observo a mi abuela y a Chloe que las dos se limpian una lágrima al mismo tiempo y sonrío.
—No lloren —les digo —estamos festejando el día en que me caso con el hombre de mi vida. —ambas asienten y comienzo a quitarme la bata para comenzar a vestirme, entre las tres me ayudan, mi abuela y mi mamá comienzan a darme algunos consejos de matrimonio y yo me río porque no es como si yo fuese a llegar virgen al altar o como si no hubiese conocido en ese aspecto a mi esposo.
—No estoy embarazada por arte de magia —me burlo y Chloe solo luce sonrojada con todo lo que acaba de escuchar. —mejor cuidado con sus tips porque no vaya a ser otra la que esté tomando nota —las dos voltean a ver a mi hermanita con cara de ni se te ocurra.
—Tranquilas, ya sabía algunas cosas —yo me río y mi mamá y sobre todo mi abuela hacen una cara de que por poco mueren por un infarto.
—Chloe, quiero que lleguen vivas a mi ceremonia. —se ríe y me guiña el ojo.
—es broma. —las dos suspiran y las veo más tranquilas, pero... si yo fuese ellas temería de la persona en la que menos dudan, de Elliot que... bueno... mi hermana me ha dicho cosas...
—Luces hermosa —dice mamá mientras termina de acomodar uno de los tirantes en mi hombro y mi abuela termina de subir la cremallera, agradezco y me observo en el espejo, hubiese querido que mi bebé se hubiera asomado, pero el vestido a pesar de que es ligeramente pegado al cuerpo lo esconde, hago puchero
—quería que se viera —ellas se ríen.
—Mientras que otras buscan la manera de esconderlo aquí tenemos a Leilany queriendo tener su barriga.
—si.

La puerta se abre y se asoma un rubio de ojos azules grisáceos me observa con la boca casi abierta.

—Ya está todo listo allá abajo —dice
—Ya vamos —ellas asienten y me dejan dándome un beso y un abrazo cada una.
—Papá no tarda en venir —comenta mi hermanita, y las tres salen, Terrence y yo nos quedamos solos en la habitación.
—Luces tan espectacular Leilany —veo que sus ojos comienzan a ponerse rojizos.
—No... —le digo.
—no es de tristeza, es felicidad pura de ver que estás a pocos minutos de casarte con el hombre de tu vida. ¡Es mi hermano! Estoy feliz por él, por ti, por Adrien y por ese bebé que viene en camino.
—Cuando mamá se casó, me veía casada con alguien más, me prometió estar ahí para mí, al final él iba a ser el novio. —suspiro —está, no de la manera en que yo hubiese querido, o en la que teníamos planeados, pero en eso no me falló. —tomo su mano y me acerco a él, lo observo a los ojos mientras le sonrío. —Gracias Chad —me abrazo a él, mientras agradezco internamente todas las cosas buenas que me dio, pero que sé que no volverá a suceder, es simplemente imposible volver a tener a quien fue mi primer amor.
—¿Estás lista? —pregunta papá entrando a la habitación.
—Lo estoy —papá no lo puede evitar, él sin decir agua va comienza a soltar todas las lágrimas que puede.
—¿Estás bien? —pregunto
—Más bien creo que él que no está listo es él —broma el ojiazul
—Siempre te vi como una niña Leilany, osea era consciente que ya eras una mujer adulta, independiente, siendo mamá, pero verte vestida de blanco, es... mi niña creció, ahora veo a una mujer lista para ir a formar su propia familia, si si, ya sé que prácticamente ya lo habías hecho, pero creo que un papá desea ver salir de su casa a su hija de esta manera y... Duncan se lleva a una de las mejores mujeres del mundo, mi pequeñita, recuerdo aun cuando te vi por primera vez en los brazos de Emma, y después como te vi crecer con Mary, saber que eras mi sangre y no podértelo decir, nunca hubo favoritismos —gira hacia el rubio —pero los papás siempre somos más apegados a nuestras niñas, nuestras princesas, y las que tienen en sus manos nuestras vidas. —Terrence sonríe y le da una palmada en la espalda.
—creo que es hora... —dice —o podemos robarla —se ríe y sale de la recamara.
—Podría ser una buena opción —dice papá mientras que yo entrecierro los ojos.

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Labios Sellados 3 "Nada Es Lo Que Parece"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora