capítulo 43

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Tomo mi celular para sacar una foto de la bonita imagen que tengo frente a mí Adrien y André en nuestra cama, se ve la diferencia enorme del tamaño de mi hijo mayor junto al pequeño bebé de tres semanas, al rubiecito le ha encantado ser el hermano mayor, lo cuida, lo abraza, lo besa y como en estos momentos lo toma de la mano mientras ambos duermen, además de que dice orgulloso que su hermano menor es idéntico a él.

observo las imágenes cuando siento un dolor en mi vientre, es intenso y lo reconozco, mientras siento como sube por mi espina dorsal, mi mano derecha va hacia mi barriga, no quiero gritar porque no quiero despertarlos, mi hermana está en la habitación de a lado así que después de que se me pasan las contracciones camino hacia la recamara para decirle que por favor le marque a mamá porque al parecer Lily está por llegar, ella asiente y camino hasta la habitación que Duncan utiliza como oficina, toco la puerta un par de veces cuando siento nuevamente ese dolor, abre la puerta y me encuentro con sus hermosos ojos verdes.
—¿Estás bien? —pregunta confundido cuando ve que mi mano detiene mi panza y seguramente hago muecas de dolor.
—No —digo como puedo —creo que las contracciones comenzaron.
—Lany... ¿Eso significa que?
—Si, si, si... Lily está en camino. —se queda pasmado y yo solo espero que haga algo.
—¡Muévete Duncan! —dice mi hermana muerta de la risa
—Cierto... ¿Qué hago? —Chloe rueda los ojos y va hacia la recamara donde tenía ya las maletas listas para el momento. —¿Nos vamos ya?
—Si —camino ahora que puedo hacia las escaleras, Chloe le entrega las maletas y Duncan las agarra enseguida.
—Ya vienen mis papás, no creo que tarden en llegar, así que vayan, puedo arreglármelas si alguno de los dos despierta.
—Gracias —veo a Duncan con todo encima y aún toma mi mano para ayudarme a bajar.
—¿Estás bien? —pregunto
—No lo sé —dice angustiado.

Nos tardamos en bajar las escaleras tanto de la casa como de la entrada, justo cuando termino de subirme a la camioneta mis papás bajan de la suya, no me quiero imaginar cómo vendría mi papá de rápido puesto que hizo muy poco tiempo de su casa a la nuestra. Mamá y papá besan mi frente y me llenan de ánimo, mientras que veo a Duncan palidecer a cada nada.

En todo el camino el pobre hombre no emite ni una palabra, solo tomaba mi mano las ocasiones en que sentía contracciones, llegamos al hospital y es Darren quien ya me espera con una silla de ruedas, al parecer mis papás fueron quienes le avisaron porque ninguno de los dos lo pensamos mientras veníamos, Duncan parece perdido y hacer todo por inercia y yo solo trato de controlar el dolor.

—Creo que también necesitamos una silla de ruedas para Duncan —trato de bromear con el pelirrojo.
—¿Por qué lo dices?
—Velo —Darren maneja mi silla de ruedas mientras que el rubio viene detrás, parece un poco perdido.

Después de subir al ascensor, me ingresan a una habitación donde ya se encuentra mi ginecóloga y me suben a la camilla para hacerme la inspección solo veo que Duncan parece solo flotar en su propio cuerpo y comienza a preocuparme, pregunto nuevamente.

—¿Estás bien? —mi doctora se ríe.
—Eres tú la que ya tiene cinco centímetros de dilatación y le preguntas a él si está bien. —guiña el ojo —ya vamos a la mitad del camino. —en una hora vengo a explorarte nuevamente —se quita los guantes y los tira a la basura mientras que Darren le invita un poco de agua a mi esposo y lo ayuda a sentarse.
—Yo —comienza a emitir palabras —estoy nervioso, Dios Lany, esto es diferente, con Adrien no lo pude vivir, con André fue diferente, no me preocupaba Meghan, pero contigo es... por doble, eres tú, es mi hija, estoy nervioso. —me parece tan tierno, es cierto, es la primera vez que él se está enfrentando a esto, no es como que yo tenga mucha experiencia, pero creo que tengo más noción acerca de lo que está por suceder.
—Todo saldrá bien —le pido que tome mi mano —en unas horas tendrás en tus brazos a nuestra bebé. —sonríe y asiente mientras se acerca a mi, besa mi barriga y comienza a decirle cosas lindas a nuestra niña.

Lo mucho que la esperaba, lo mucho que la quiere, el cómo se la imagina, como se sintió cuando entró a ese baño a la mitad de una fiesta para enterarse que venía en camino, lo indestructible y feliz que se sintió y que desde antes de saber de su existencia la espera con todo el amor, en palabras de él.

—Te añoro desde que tu mamá me besó cantando Halo en un karaoke, desde entonces me juré que haría todo por casarme con ella, y convertirla en la madre de mis próximos hijos; desde entonces... ya te esperaba, ya te anhelaba, ya te soñaba y le pedía al cielo que te enviara con nosotros. Tardaste, pero llegaste en el momento correcto.

Las horas comienzan a pasar, cada vez son más seguidas las contracciones, veo ir y venir a la ginecóloga hasta que dice que estamos listos, me suben como pueden a otra camilla mientras que veo que Duncan los acompaña para prepararse para ver el nacimiento de nuestra hija, entramos al quirófano y aparecen unos ojos verdes debajo de un gorro quirúrgico, se acerca a mí y toma mi mano.

—¿Estás lista mamita? —pregunta la doctora.
—Lo estoy.
—Perfecto porque esta bebé ya quiere conocer el mundo.

Me explica nuevamente acerca de las respiraciones, como debo de pujar y todo ese tipo de cosas que uno debe de saber en estos momentos, después de muchos intentos por fin todos comienzan a movilizarse, siento como sale su cabecita y como comienzan a ayudarme para jalar su cuerpecito, un llanto agudo, un esposo lleno de lágrimas que sigue su mirada hacia donde proviene esos gritos, me siento cansada, muy cansada para ser exactos, pero quiero verla, quiero conocerla.

—Es hermosa —susurra —la están limpiando —me dice atento a lo que hacen; quiero preguntarle como es, pero no quiero perderme la imagen de cuando la vea por primera vez, aún puedo cerrar los ojos y ver a Adrien recién nacido, de la misma manera a André, creo que nunca olvidaré el cómo se veían mis hijos la primera ocasión que pude verlos frente a frente, la enfermera se acerca y le da en una sabanita al bebé que lleva en brazos, los ojos de él se iluminan y yo quiero verla, muero por verle su rostro. Me acerca a la pequeña bebé que está hinchada y rojita, pero que me tiene vuelta loca, ¿por qué mis hijos son tan perfectos? La pone sobre mi pecho y yo me siento totalmente plena, él nos observa a las dos, de una manera indescriptible, de una manera en que siento que somos indestructibles.

Después de unos minutos la llevan a bañarse, mientras que terminan de limpiar los restos en mí.

Después de un par de horas despierto cuando Duncan susurra mi nombre aloído para decirme que han traído a Lily para que la alimente, no recuerdo enque momento llegué a la habitación, la veo llena de flores, globos y peluches,me ayuda a acomodarme y besa mi frente.

—Lany, gracias eres una mujer muy fuerte, muy valiente, gracias por darme estehermoso regalo, todo lo que proviene de ti, el amor, nuestros hijos, todo esuna bendición que me encanta tener junto a ti. —va hacia mis labios dejando unpico —eres lo mejor que me ha pasado en la vida.
—Te amo... ¿Cómo está ella?
—Bien no podía dejar de verla en el área de cuneros, ya la conocieron lamayoría, tus papás, mi mamá y nuestros hermanos están allá afuera.
—¿Cómo están los niños? —pregunto ansiosa por saber de Adrien y André.
—Ellos están bien, de hecho están allá afuera porque tus papás no queríanperderse el ver a la nueva integrante; es hermosa Leilany... es lo más bello quehe visto en mi vida. Gracias. —sonrío, llega una enfermera con la pequeñacunita y con una cobija de color amarillo, Duncan mira atento el trayecto.
—¿Me ayudas? —pregunto explicándole que desamarre mi bata para poder darle decomer a mi pequeña.
—Claro —esto se siente diferente a la primera vez, pero me gusta, deja un besoen mis labios y yo tomo entre mis brazos a mi bebé, ya está bañada, lleva unmoñito en su rojiza cabellera y sonrío.
—Eres pelirroja mi amor —le digo y al escuchar mi voz abre sus ojos mostrándomelos ojos más verdes que he visto en mi vida. —y sacaste los ojos de papá. —mederrito ante ella, cierra sus ojos nuevamente y mueve su boquita sé que es loque significa y la acerco a mi pecho, ahora alimentaré a mis dos bebés, esdoloroso, pero al final vale la pena tener estos momentos para nosotros,nuestro espacio, nuestra burbuja, mostrarles cuanto los amo, y cuanto estoydispuesta por ellos.
—Supo escoger los genes —dice Darren entrando a la habitación; Duncan y yoconfirmamos. —lo siento por el papá y los hermanos porque se pondrá máspreciosa de lo que ya está.
—Creo que por eso estaba nervioso —susurra Duncan, pero por el momento es miprincesa y aprovecharé cada segundo para dejarle muy en claro los estándaresmuy altos para cuando aparezca un hombre para ella, pero para eso faltan aúncomo 50 años. —Darren y yo nos reímos y la pequeña pelirroja sonríe como sisupiera que estamos hablando sobre ella.

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Labios Sellados 3 "Nada Es Lo Que Parece"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora