Capítulo 20

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Observo con detenimiento la ecografía más reciente de mi bebé, justo ayer fui nuevamente a ver cómo van las cosas con mi pequeño, me tocaba ir para la próxima semana pero no resistí, quería mostrarle una imagen más precisa a Duncan de nuestro bebé, está por llegar a Londres en unas cuantas horas y yo... muero por gritarle ¡Seremos papás!

—¿Qué te gustaría que fuera? Pregunta Chloe quien está junto a mí viendo a Terrence trazar con pintura blanca las huellas de la cigüeña que "vino a dejarnos un paquete".
—No lo sé, te podría decir que quiero que sea niña para tener a la parejita pero no es algo que me quite el sueño —Adrien juega en el jardín con Ninfa y se escuchan sus risas, Terrence lo observa y luego gira su rostro hacia mí.
—Sería la primera niña Dunne... yo si me imagino una pelirroja, toda tú, la princesa de los Dunne
—Se volverían locos —responde mi hermana —si de por si con Leilany son como un montón de guardaespaldas a su alrededor imagina una bebé que es Dunne Berry, mi papá y George competirían por quien es el abuelo favorito. —sonrío al imaginar eso, mientras llevo mi mano al vientre
—Es un bebé muy deseado y esperado, sea niño o niña será muy bien recibido y amado por todos nosotros.
—¿Y Adrien ya sabe? —Terrence niega mientras sigue entretenido en su tarea
—No, quiero que sea una plática entre su papá y yo. —Chloe observa al rubio mayor y luego voltea hacia mí. —me refiero a Duncan
—Yo no dije nada —se sonroja ella y Chad solo se sienta como para descansar.
—su papá es Duncan, yo... si contribuí, y lo amo con todo mi ser, y no hay persona más importante en mi vida que él, pero aquí y ahora, su papá para él es Duncan, ya en un futuro cuando sea más consciente de todo, le diremos lo que creamos más prudente.
—Ok, yo... solo, perdón es que... soy Duncanny pero también —se queda pensativa —¿Chadanny? ¿Chadan? ¿Leichad? Tengo que pensar en que nombre ponerle a este ship —nos señala y los dos la vemos confundidos —el punto es que... también me gustan ustedes dos juntos y es tan difícil elegir con quien me gusta más mi hermana. —Terrence se ríe a todo pulmón como si no hubiese esperado el comentario mientras que yo no sé dónde esconderme
—Ella ya eligió —responde tranquilo él. —si ella no había elegido el destino se encargó de hacerlo, y estoy bien con ello...
—Yo no diría eso por la forma en que la miras... —suelta y luego tapa su boca por su imprudencia —Yo... ¡Adrien! ¿No quieres ir allá adentro para ver que hay en el refri? —mi hijo voltea hacia su tía y sonríe corriendo hacia ella.
—Shi
—mi sobrino tiene hambre. —ella sonríe de manera pícara, yo ruedo los ojos mientras Terrence sacude su cabeza.
—Es un caso especial Chloe —termina por decir —¡Ya están listas las huellas de la cigüeña! ¿Ya tienes lista la caja? —Yo lo observo detenidamente.
—Chad
—¿Si Lan?
—¿Estás bien con ello? Me refiero a yo me he forzado a verte como un hermano y quizá...
—Lan estoy bien, Duncan y tú tienen una hermosa familia, y hay un bebé en camino —me señala el ultrasonido —yo... tranquila —se acerca a mí y me toma de la cintura para verme directo a los ojos —estaré contigo apoyándote de la manera en la que tú quieras que yo lo haga.
—¿y quieres hacerlo como hermano?
—Quiero hacerlo como tú quieras...
—Yo no quiero herirte en el proceso, yo... —me pone el dedo índice en la boca en señal de que guarde silencio.
—estás enamorada de Duncan, es tu pareja, hacen una muy linda por cierto, tienes un bebé de él en camino... yo estoy fuera de lugar Leilany... por favor no te sientas mal por ello. —asiento —no es tu culpa, tampoco la mía. ¿Qué te falta?
—Solo ir por los globos que van a ir en la caja.
—¿Quieres que te acompañe, tengo unos pendientes en el bufete pero puedo posponerlos?
—No, tranquilo, Chloe me acompañará.
—Bien... entonces... ¿Qué te parece cómo quedó? —señala hasta las pequeñas huellas blancas.
—¡Me encanta! Mil gracias...
—Todo para mi hermanita —besa mi frente y sonríe mostrándome esos hermosos ojos azules grisáceos bajo mi mirada y me recargo en su pecho.
—¿Cómo hubiese sido la vida si no te hubieras accidentado? ¿Te has puesto a pensarlo? —escucho su corazón latir rápidamente y aclara la garganta.
—¿Cómo la imaginas tú? ¿Cómo me hubieras dicho que iba a ser papá?
—Siempre soñé con ello, me mentía de esa manera...
—¿Qué soñabas? — levanto mi mirada, él me observa atento y cierra los ojos —déjame soñarlo a mi también.
—Nos imaginaba en casa de mis papás, tenía un leve retraso y aunque había tomado la pastilla del día después tú me sugerías que hiciera la prueba, yo me negaba, porque moría de nervios pero tú siempre tomabas mi mano y me decías que estarías conmigo.
—Así hubiese sido ¿Qué más?
—así que me extendías la prueba de embarazo y entraba al baño, mamá estaba al tanto de todo porque ella siempre ha sido muy abierta en ese aspecto con nosotros, siempre prefería que fuéramos sinceros, así que ella estaba nerviosa también y me decía que hiciera la prueba que era mejor sacarnos de dudas de una vez.
—Emma es una gran madre
—Lo es, así que... yo entraba al baño, tomaba la prueba de embarazo después de seguir los pasos pero moría de nervios así que salía al recibidor y ambos me miraban como esperando a que les respondiera si había sido positivo o negativo, pero yo no tenía el valor de verlo, y entonces tú decías que tú lo verías que tú serías el primero en enterarte, aceptaba claro, porque siempre quisiste ser padre, era como una ilusión demasiado marcada en ti cuando incluso aún eras demasiado joven. —asiente y suspira. —así que el valiente eras tú
—vi esas dos pequeñas rayitas rojas dejándome claro un positivo... seríamos padres, un bebe tuyo, ¡mío! —baja la voz —nuestro
—así que salías del baño y me abrazabas con todas tus fuerzas, no decías nada, pero llevabas tu mano a mi vientre —sigue todo lo que digo.
—¡Seremos papás! —mis ojos se llenan de lágrimas porque siempre desee ese escenario, porque siempre soñé que fuese así él y yo juntos, envejeciendo juntos, siendo esa pareja que superaría todos los obstáculos. —No llores Lan...
—¿Por qué no pasó así? ¿Por qué no? —reclamo
—Simplemente no nos tocaba estar juntos...
—Me hiciste mucha falta... sé que lo que viviste no fue una cama de rosas pero...
—¡Nos tocó aprender a la mala que no éramos el uno para el otro!
—Nos aferramos a algo imposible ¿Cierto?
—Nunca lo sabremos... —me mira fijamente toma mi quijada y observa mis labios mientras su lengua pasa lentamente por su labio inferior, sus ojos van hacia los míos, ambos se encuentran, se siente como aquellas ocasiones, como cuando solo éramos un par de adolescentes luchando por algo que no era correcto, o no lo creíamos así.
—Tengo que irme... es mejor... —asiento. —cualquier cosa que necesites me dices y yo corro a ti ¿Lo sabes no?
—Lo sé.
—Bien... —carraspea la garganta mientras se aleja de mí. —¡Suerte entonces! Me platicas como te fue... Te quiero —se da la media vuelta y se aleja de mí; Chloe sale de la casa, trae a Adrien cargando mientras toma su biberón y parece querer quedarse dormido.
—No me gustaría estar en tu lugar —susurra y la volteo a ver —no saber a quién escoger
—Yo ya elegí —respondo
—tú ya... ¿pero el destino?... ¿Quién será tu verdadero hilo rojo? —deja la pregunta en el aire mientras veo cómo se aleja el auto de Terrence y Chad me da los brazos para que lo cargue; me convenzo... estoy bien, donde debo de estar, me aclaro la garganta
—iré por mi bolsa aún nos faltan algunas cosas.

Labios Sellados 3 "Nada Es Lo Que Parece"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora