Beloverd The Celestino.

𝐇. 𝟎𝟏

HISTORIA NÚMERO UNO:
𝐂𝐑𝐄𝐀𝐂𝐈Ó𝐍.

La oscuridad, se cansó de ser oscura.
La energía, se cansó de solo vagar.
Y de sus anhelos, nacieron dos reyes.

Una reina de porcelana.
Con ojitos de gato, hechos de cuarzo negro.
Cabellos largos y sedosos, que brillaban como obsidiana.
Sonrisa rosada, y aroma a alegría.
Así nació la luna, pura y majestuosa.
Bondadosa y calmada.
Alegre y serena.
Sentimental y apasionada.

Pero a su vez, nació un rey:
Gallardo y mayestático.
De porte erguido, y venerable. 
Piel perlada y deslumbrante.
Cabellos largos y dorados, con toques de plateado.
Y su mirada, era como el azufre.
Así nació el sol.
Soberbio e imponente.
Descortés, y distante.
Frío, y enigmático.

La luna y el sol.
Nacieron sin saber nada sobre el otro.
Pero aun así.
Los dos, reyes se volvieron.
Llamándose así.
Dioses astrales, los reyes de reyes.

Diferentes, pero igual.
Ambos vida desearon dar.
Y así las estrellas lograron crear.

Aun sintiéndose solos, un hogar, quisieron crear.
Fortalezas hermosas, y de tamaño descomunal.
Pero aún les faltaba, compañía para llenar.

Nacieron los dioses acompañantes.
Y se repartieron, para acompañar a cada dios astral.

Un día, sin saber por qué.
El sol insultó a la luna.
Y ella enfadada, le dijo que se largará.
El dios ofendido, molesto, y soberbio.
Se marchó, junto Venus, Júpiter, y Neptuno.

La luna creía, que volvería.
Pero pasaron 15 años.
Y en sol, no volvía.

Pasaron 30 años.
Y el sol apareció, junto a los otros dioses.
Pero, con una criatura nueva.
El hijo del sol, había nacido.

La luna aceptó que todos volvieran.
Ya que, ella muy buena era.
El sol se sorprendió, al ver, al hijo de la luna.

Y ambos heredado, criados fueron.

La muerte fue creada.
Hermosa, y delicada.
Fuerte y arcana. 
Su personalidad fría y distante, la volvía difícil de tratar.
Pero sus cabellos de seda negra.
Su piel parecida a copos de nieve.
Y ojos oscuros como abismo.
La invitaban a ser muy cortejada.

Junto a la muerte, nació vida.
Simpático y atento.
Emotivo y animado.
Un caballero de hermosos cabellos rubios.
Ojos de oro.
Y tez aperlada.
Fue amado por todos, a la vez que codiciado.
Pero su bondad, vino con ingenuidad.