𝐇. 𝟏𝟎

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CUENTO NÚMERO DIEZ:
𝐄𝐋 𝐑𝐄𝐘 𝐃𝐄𝐋 𝐈𝐍𝐕𝐈𝐄𝐑𝐍𝐎.

Desde su fría morada, Eos miraba el desastreentre humanos, guerreros inmortales, demonios y vampiros, aunque los ángeles,lejos no se podían quedar, porque miedo a los humanos, empezaban a tomar.

La dulce hija del rey, miró a su padre, y luegoa los niños, que jugaban desde lo lejos.

"—Seriagenial, que a todos regalos les dieras, papá, tal vez, así felices todosestuvieran —". Aconsejo conbondad la princesa, y su hermano gemelo, asintió con felicidad.

La inocencia de sus primogénitos, al reyconmovió, y pensó, qué buena idea era.

El rey animado, busco a él trol que vivía en sumontaña, él era, sin duda alguna, el mejor juguetero.

El rey le planteó la idea, de a los niñoshumanos, y de los hijos de criaturas, el día alegrar, con juguetes hechos amano.

Noel Pachëco, ese era el nombre del trol,artesano de muñecos, le dijo al rey, que muy noble era su idea, para en sutaller, tal cantidad no podría armar.

El rey le dijo, que no se preocupara, y a otrostroles, junto a duendes y elfos, muchos regalos hicieron. Bajaron de la montaña, con abrigos azules y muy bienadornados.

Tocaron de puerta a puerta, toda la noche, y acada niño, un regalo le brindaron.

"—Sicreces fuerte y sano, y te portas bien, el próximo año, otro regalo os dejo—". Eso venía inscripto, en unatarjeta, en cada regalo que dieron.

Los niños emocionados, jugaron entre ellos, ycuándo sus padres vieron, sus corazones conmovieron.

Cada año, cuando el frío se hacía más fuerte, y veíanal viejo Pachëco bajar, con su abrigo azul, los niños animados le regalabanabrazos y más.

En todos esos años, Pachëco había visto a unaniña crecer, y mucho cariño, le llegó a tener.

Pero una fría noche de invierno, cuando a sucasa iba de regreso, encontró de camino, a esa dulce niña, sin vida.

Intentó revivirla, pero no pudo con nada, y parasu desgracia, muchos humanos, como el culpable lo tacharon. 

Pachëco les dijo a los hombres, que si paz lesdaba, que se llevarán su alma, pero antes les aclaro, que si llegaba elinvierno, y ellos se habían portado mal con el pasar de las estaciones, elmismo, del infierno los vendría a buscar.

Al juguetero mataron, y tiempo después, seenredaron, que otro humano, a la niña había asesinado.

El rey desde su montaña, triste se quedó, porquesu buen amigo, injustamente murió. Losjóvenes príncipes, nunca más, a su padre, volvieron a ver sonreír.

Y a los humanos vieron, como criaturas ruines,que en sus tierras no merecían engendrar.

Beloverd The Celestino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora