HISTORIA NÚMERO TRES:
𝐋𝐀 𝐂𝐑𝐄𝐀𝐂𝐈Ó𝐍 𝐅𝐀𝐋𝐋𝐈𝐃𝐀.
En el Nut todo era calma, y en la Gea, las creaturas aprendieron a mantener paz.
A esta hermosa y tranquila época, se le llamo la Edad mineral.
Pero el único huracán que no encontraba paz, era la mente artesana de vida, que desde hace años, a una nueva criatura quería engendrar, pero fallo y fallo, hasta que un perfecto recipiente logró moldear.
Pero cuando un alma le quiso dar, este no despertó.
Creyendo que le faltaba algo más, le pidió a muerte que ayuda le brindara.
Pero ni la diosa creadora logro que ese ser despertará.
Vida angustiado, le pidió a muerte que sus planos revisará, y que alguna idea le proporcionada.
La diosa no quería crear a otro ser, pero la curiosidad la embriagó cuando ni vida, o ella, pudieron hacerlo nacer.
Revisó los planos, y algunos cambios hizo, y ella misma, un recipiente originó.
El de vida era un hombre, pero el de ella, fue una joven mujer.
Tejió con cuidado sus cabellos rojos, sus ojos negros, que cambiaban a rojo los moldeó con sumo cuidado, y las fibras de algodón para su piel, fueron cuidadosamente medidas.
Como un sutil detalle, le regaló dos perlas blancas, esculpidas como dagas, que sobresalían un poco de sus carnosos y esponjosos labios color carmín.
"—Abrid los ojos, dama de rojo —. Ordenó la muerte, a su nueva criatura: —desde hoy, serás mi cierva".
La dama abrió los ojos, y recibió su nombre. Lilith, así la muerte la presentó al mundo.
Cuando los representantes de cada raza la conocieron, quedaron prendados con su belleza.
Vida al verla, se sorprendió, porque creyó, que muerte lo había logrado, pero poco tiempo después, descubrió que no.
Esa mujer se alimentaba de sangre, y la luz del día le lastimaba, y su energía, era más similar a la de un demonio.
Vida se sintió triste, porque aún no lograba labrar a una criatura pura, como en su mente se imaginaba.
Muerte por su lado, acogió a su nueva hija, y la nombró soberana de una nueva raza.
"—Reina eres... Y reina morirás... Reina de la sangre... Mi querida Lilith, desde ahora... Eres reina, reina de los vampiros, mis nuevos demonios... —".
Lilith con soberbia y pasión, llevo su corona, sin perder la devoción por su verdadera reina.
Las demás criaturas un poco de rabia les daba, ya que ella, era la primera creación nacida en la Gea, y por ello, superior se mostraba.
Ella y un gran demonio se enamoraron, y juntos, a un primogénito vida le regalaron. Dragu Vlad se llamó, el príncipe de la corona sangrienta.
500 años pasarían, para que el anhelo de vida brotará, y para que Dragu, a sus hijos vida también brindará.
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Beloverd The Celestino.
FantasíaPerla no conoce a Ayxel. Ayxel no conoce a Perla pero, por alguna rara razón, ambos se extrañan. Destino, promesa y un atroz intercambio de cuerpos ¿Que mejor mezcla para el desastre y la magia?
