CUENTO NÚMERO SEIS:
𝐄𝐋 𝐃𝐈𝐎𝐒 𝐃𝐄𝐋 𝐀𝐌𝐎𝐑, 𝐘 𝐒𝐔 𝐇𝐈𝐒𝐓𝐎𝐑𝐈𝐀 𝐃𝐄 𝐀𝐌𝐎𝐑.
Segundo acto; "Celestinos".
Gracias a muerte, el joven dios, muchas flechas se armó, y con su magia especial, ayudo a muchos corazones a encontrar su respectivo lugar.
Humanos, criaturas y bestias, ofrendas daban con humildad, porque su verdadero amor, querían encontrar, pero rápidamente, el joven dios, se percató, que mucha ayuda, aún necesitaba.
Miro el huevo de cristal, que su madre había dado, y con curiosidad, le pidió que, por favor, su ayudará le brindará.
El huevo no se inmutó, en un buen rato, y cuando el joven dios estaba por rendirse, el cristal se agrieto.
Eros se acercó con impaciencia, y al mirar mejor, un pequeño pajarito, que nunca había visto, salió de ahí.
Su plumaje era blanco, con matices azules y rosados, su tamaño pequeño, y sus alitas bailaban con el viento a gran velocidad, su pico débil se veía, pero todo eso, lo hacía majestuoso.
"—¿Que eres tú? —". Preguntó el dios.
Y el pajarito le respondió: "—Venus me dijo, que soy un colibrí —". Informo.
Eros miro a un lado, porque el nombre no le gusto, y el pajarito, en el suelo se posó.
"—¿Con ese minúsculo tamaño como me puedes ayudar? —". Se volvió a cuestionar.
Y el pajarito ofendido, con sus alitas blancas, se envolvió.
Eros pensó, que su madre una mala broma le estaba haciendo pasar, pero noto, que las alitas del pajarito, de gran tamaño se volvían.
El joven dios tuvo que mirar hacia arriba, y se deslumbró, cuando las alas blancas del animal, se abrieron, y un galante caballero de algodón se mostró.
El caballero parecía de porcelana, con ojos azules cuál cielo alumbrado, largos cabellos de plata, y una tiara de oro su cabeza decoraba.
"—Eres igual... A un ángel... —". Masculló el dios.
"—Soy un caballero del amor... —. Respondió el ángel, haciendo una reverencia hacia su señor —su madre me creo, en base a los ángeles de vida, pero aún más puro de corazón, y la luna me regaló, el mismo don que posee usted, para así, serle útil, mi señor —". Informo.
Eros se maravilló, y junto a su primer ángel del amor, su trabajo, más fácil se formó. Pero aún necesitaban, más y más ayudantes. Por lo que a Eros a vida le pidió, que le enseñará a criaturas formar.
Y juntos, más ángeles del amor lograron crear.
Aunque a vida le gustaron tanto esos pajaritos, que a muchos más creo, simplemente para que volarán velozmente por el viento.
A Eros, ya que el nombre de "Colibrí" no le hacía ilusión, se lo dejo a los pajaritos que vida creo.
Junto a su primer ayudante, pensó y pensó, que nombre le podría regalar a sus ángeles.
El caballero se sentó al lado de su señor, para ayudarlo a pensar, y en ese momento, Eros sus ojos miro.
"—Celeste... Celestino... —". Murmuró.
Noto que todos sus ángeles, ojos celestes poseían, y así de fácil, celestinos los nombró.
Aunque, aún sentía, que a su fiel ayudante, un mejor nombre le convenía.
"—El nombre que usted desee ponerme mi señor, gustoso lo usaré —". Aclaró el ahora caballero sin nombre.
Eros río, y le murmuró: "—Eres mi amigo... Y mi compañero, por lo que te daré un nombre digno, mi fiel amigo —".
Eros miro el atardecer con su fiel amigo, y noto, que su corona de oro brillaba por el sol.
"—Crissolorio... Ese era tu nombre —". Afirmó, en una repentina revelación.
"—¿Qué significa eso mi señor?".
"—Porque eres una luz que resplandece como el oro, eres mi tesoro, por ser mi mejor amigo, por eso, Crissolorio...".
Si había algo que el dios del amor amara más que el romance, era la amistad, porque para él, ese era el amor más genuino, porque para ese sentimiento, no necesitas que un Celestino fleche tu corazón.
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Beloverd The Celestino.
FantasyPerla no conoce a Ayxel. Ayxel no conoce a Perla pero, por alguna rara razón, ambos se extrañan. Destino, promesa y un atroz intercambio de cuerpos ¿Que mejor mezcla para el desastre y la magia?
