HISTORIA NÚMERO DOS:
𝐘 𝐋𝐀 𝐆𝐄𝐀 𝐍𝐀𝐂𝐈Ó, 𝐘 𝐀𝐋 𝐁𝐀𝐑𝐑Ó 𝐒𝐄 𝐋𝐄 𝐃𝐈Ó 𝐍𝐎𝐌𝐁𝐑𝐄.La muerte y la vida, 27 años cumplieron. La luna y el sol, deseosos, de que sus hijos fueran reyes, le concedieron un reino.
De los cabellos del sol, y las lágrimas de la luna, les regalaron el cielo (Nut).
Su misión ahí era, crear vida, y que vivieran, como quisieran.
La vida se emocionó, ya que desde que nació, muchos planos para criaturas crear, había inventado. La muerte no quería marcharse, pero su padre, la obligó.
La vida se creó un pequeño taller, en lo que al cielo llegó. La muerte, por su lado, un malasio se armó.
Pasaron varios días, semanas y hasta meses, cuando por fin vida, había creado a su primera criatura.
Fue un ángel, de nombre Enoc, y juntos, más ángeles crearon, y una hermosa villa, se montaron.
La muerte miró todo, desde su soledad, y un poco de envidia, le comenzó a dar.
Pensó: "—¿Si vida puede? ¿Por qué yo no?".
Ella creyó, que necesitaría mucho tiempo, para a alguien crear, pero en los primeros tres intentos, tres compañeros vida logró dar.
Lucero, Máximus y Hades, fueron los nombres, que les dieron.
Lucero amaba tontear con su reina. Máximus, simplemente, inventar juegos de azar, para variar, y a Hades, le bastaba con estar fielmente sentado a su lado.
Cuando vida se enteró, fue rápidamente llenó de emoción. Se sorprendió al ver a esos tres hermosos hombres.Y se sorprendió, de lo igual, pero diferentes que eran, esos demonios, de sus ángeles.
Vida al notar el talento nato de muerte, le propuso un grandioso trato. Crear más criaturas, juntos, como un fenomenal dúo.
Muerte se negó, una, dos, y mil veces más. Pero, un día, aceptó, y comenzaron a crear, cada uno de forma individual en el taller.
A sus creaciones nombraron, y con amor adoraron.
Pero un día, la luna y el sol, notaron, que habían criaturas, que respetó negaron, y muy insolentes se habían mostrados.
Ambos dioses astrales, un regaño le dieron a sus vástagos. Muerte entendió a su padre, pero vida, ingenuo y bondadoso, se negó a hacer caso.Por lo que muerte, tomó a sus seguidores, y al Erebo emigró, una tierra, que ella misma creó.
Vida solitario, se sintió, porque a la muerte se había acostumbrado.
Sus ángeles esa tristeza notaron, y todos juntos, un hermoso bosque crearon, para hacer sentir a su creador, lleno de amor.
Vida se alegró, pero aún, le faltaba algo en su corazón.
Enoc, dispuesto a encontrar la sonrisa de su señor, a Lucero y Máximus convenció, pero Hades, se negó.
Por la fuerza hablo con la reina de la oscuridad, y ella, acepto, pero solo a hablar con la inmadura vida.
Después de una discusión, vida entendió, que sus hijos debían aprender a respetar.
Los dioses creadores, barro moldearon, con tres gotas de rojo, y ánimo en mano.
El barro redondeado, como a un globo, se volvió azul, verde, marrón, y no podía faltar, toques de blanco. Cómo una lámpara china, al cielo enviaron. Mientras más lejos iba, más grande se hacía.
Cuando paro de crecer, el Nut acercaron, y a sus hijos echaron.
"—La Gea es tuya, cuídenle, ámenla, valórenla, hijos míos, que pronto, más hijos míos serán enviados —". Notificó implacable la vida.
Muerte, por su lado, anuncio que habían reglas, que si no seguían, ella misma, al Erebo enviaría, y sus jueces, muerte eterna les darían.
Sus hijos creados, con sudor y llanto, de miedo se llenaron, pero respeto absoluta, hacia sus creadores brindaron.
Los demonios vigilarían, que tan débiles serían, y los ángeles por su lado, aconsejarían.
La muerte y la vida, notaron, que el Nut, solo se sentía, y que sus hijos, mucho trabajo tenían.
Más ángeles fueron creados, y los demonios también se multiplicaron.
La muerte aburrida, creo a una nueva creatura, Berón, que luego, el dios de la guerra y la caza, se volvería.
Vida creó a Terra, su nueva ayudante, y la diosa que de todas las plantas, sería la monarca.
Luego nacería fauna, reina de las bestias.
La siguió fortuna, diosa de la suerte, y los juegos de azar, que obviamente, muerte y Máximus habían regalado un beso de vida.
Tiempo y espacio, fueron dos gemelos, que los dioses astrales enviaron.
Y por un accidente, nació Morfeo, el primer cazados de sueños. Dios, de los sueños, o de las siestas a medio día, como Lucero le decía.
Por una travesura de Lucero, con espacio y Morfeo, la vida, la muerte, y tiempo, crearon a Delfos, y a Hécate.
Hécate, reina de las artes mágicas, la madre de todo mago, hechicera, y bruja. Delfos, por su lado, se nombró como el dios, de la adivinación.
Y así más dioses, fueron creados.
La vida y la muerte, felices se sintieron, porque a su barro, nombre le habían dado.
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Beloverd The Celestino.
Viễn tưởngPerla no conoce a Ayxel. Ayxel no conoce a Perla pero, por alguna rara razón, ambos se extrañan. Destino, promesa y un atroz intercambio de cuerpos ¿Que mejor mezcla para el desastre y la magia?