CUENTO NÚMERO SEIS:
𝐄𝐋 𝐃𝐈𝐎𝐒 𝐃𝐄𝐋 𝐀𝐌𝐎𝐑, 𝐘 𝐒𝐔 𝐇𝐈𝐒𝐓𝐎𝐑𝐈𝐀 𝐃𝐄 𝐀𝐌𝐎𝐑.
Séptimo acto; "El pegado de Adamu".
Siete años pasaron, y Eros a su pequeña cuido, y muy pocas veces, su cara mostró.
Pero cuando la princesa, 27 años cumplió, su padre decidió, dejarla en libertad, porque el rey comenzó a creer, que el dios del amor, nunca más a su lado intentaría volver.
Pero eso no paso; la princesa fue a su laberinto de rosas, y ahí, su príncipe azul, la esperaba, con una pequeña, que amor de ella necesitaba.
La princesa se fue con el dios, y al rey, mucha cólera le dio.
Buscando venganza por alejar a su hija, el rey intentó convencer a la reina Bersey, para que un arma le regalara, un arma capaz de hasta a un dios la vida arrebatar.
La reine se negó, porque para ella, la princesa estaba, con su verdadero amor, y muy injusto le parecía, que al rey, le diera envidia.
El rey la amenazó, diciendo: "—A mí me crearon nuestros tres grandes dioses, no como a usted, reina, y soy la más pura, y genial creación que la vida invento, y nunca dejaría, que mi hija se dejará embrujar, por los encantos de un dios, mi linaje será puro, como el de los demonios —". Sentenció.
Después de su visita, la reina Bersey muy enferma se mostró, y de forma rápida, su alma la abandonó.
Su marido triste, y desolado, de sus cosas se desechó, menos de su espada, que esa, fue robada.
Adamu invitó a su hija a dialogar, y ella aceptó, porque a su padre no quería abandonar. Una gran discusión se formó, pero antes de que la princesa se marchará, su padre una caja le entregó.
"—Si cruzas por esa puerta, Evangeline, será lo último que recibirás de mi —".
La princesa agradeció la caja, y su padre entendió, que su hija, al dios eligió. Pidió que la abriera, para por lo menos su reacción presenciar. La princesa aceptó, y al hacerlo, un gran mal en ella liberó.
"—Te ordenó que mates a ese insulso dios, que perturbó tu paz, hija, mi amada hija, con la espalda, que está al final del cofre —". La princesa en un trance se sometió, y aceptó, la triste misión.
El dios esperaba por ella, en el jardín, listo para a su amor, llevarse por fin.
Pero la princesa aprovecho, el corazón del bondadosos dios, y cuando él la beso, con la espada ella lo atravesó.
El dios cayó de rodillas, y ella, del trance salió.
Lloró al lado de su amado, pero aun así, estando a punto de morir, él le prometió: "—No importa si es en esta, o en la otra, en mi siguiente vida, te volvería a elegir, porque mi corazón es tuyo... —".
La princesa llorando le juro también, que en su siguiente vida, lo elegiría mil veces a él.
Y con el corazón marchito, ella también murió, porque lo que Adamu no sabía, es que si un dios muere, su alma gemela, se desvanece con él.
Adamu lloró a su hija, creyendo que el dios a ella mató, pero lo que no esperaba, es que una bruja hablaría con la verdad.
La bruja le contó a Berón, que el rey de los hombres a su esposa envenenó, y que con su espada, hechizo a su hija, para que al dios matará.
El rey de la guerra a la muerte lo condenó, y Adamu, pidiendo piedad a sus creadores, la muerte le aclaró:
"—Tu soberbia no solo mató a una reina amada, sino a un dios, hermano de tu creadora —". La muerte estaba enfadada, y desde el cielo, Venus lloraba.
La muerte con sus manos, atravesó el cuello de esa creación, y a Berón como recompensa, un trato le presentó.
"—Si cuidas con amor y compasión a la pequeña niña, tendrás asegurado por fin un puesto de dios —". Berón aceptó, porque compareció a la pequeña, que sin padres se quedó.
Crissolorio se quedó solo para dirigir a las celestinos, hasta que su princesa, adulta fuera.
Y a los humanos, un nuevo rey se les dio, pero este rey, no podría gobernar, sin antes a Hécate consultar.
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Beloverd The Celestino.
FantasyPerla no conoce a Ayxel. Ayxel no conoce a Perla pero, por alguna rara razón, ambos se extrañan. Destino, promesa y un atroz intercambio de cuerpos ¿Que mejor mezcla para el desastre y la magia?
