CAP. III.

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CAP. III; "El lunar en la palma".
𝗔𝗬𝗫𝗘𝗟 𝗔. 𝗚𝗔𝗟𝗘𝗦.

-¡Mierda! -voceo, aturdido, despertando con brusquedad, completamente empapado de sudor -solo es una puta pesadilla Ayxel... -me digo a mí mismo.

Me siento en el borde de la cama, a mi espalda, el ventanal deja ver el gran diluvio nocturno. Reviso la hora en mi celular, son las 4 de la madrugada, y no creo volver a dormir.

Me coloco de pie, y camino a uno de mis libreros, cogiendo un libro, seguido, me senté en mi sofá cama y en la mesita de lectura yacen mis anteojos, los cuales incorporo a mi rostro.

A veces tolero tan poco las pesadillas que despierto de madrugada y siempre escojo el mismo libro, "Las desventuras del corazón", relata como una gitana se enamora de un primer oficial de la guardia imperial francesa, y él de ella. Con el tiempo, se conocen más, y resulta que la gitana es bendita por la luna, me explico, cuando era niña, vivía en una caravana de gitanos donde la maltrataban, y abusaban de ella, todos los días le rezo a la luna, y justo el día donde un monje la estaba por violar, la luna le envió un ángel, y este le quito la cabeza a aquel monje que volvido sus votos. El ángel la cuida hasta la actualidad, y se enamora de ella, un triángulo amoroso difícil.

Por alguna razón la literatura romántica clásica me gusta mucho, lamentablemente no se conoce nada de la autora de esta novela, solo lo dejo en la editorial un día, y desaparecido.

-¿Estas despierto? -pregunta papá, no me di cuenta cuando entro al cuarto.

-Solo no podía seguir durmiendo -le notifico, tampoco note que ya está saliendo el sol.

-Si quieres no vayas hoy a clases, no creo que den nada importante el segundo día -propone el, pero niego con la cabeza.

-No, que va -dejo el libro a un lado, junto a mis anteojos, y me coloco de pie -el trato es que debo volver a un club de básquet y sacar otra vez buenas notas, para regresar a casa ¿No? No me hace ilusión seguir en este pueblo de 4 esquinas.

-Vamos Ayxel... -perora -dale una oportunidad a este lugar, tal vez hagas mejores amigos que en Orleans.

Chasqueo la lengua y con hastió camino al baño.

-Tenemos un trato, Víctor -abandono el lugar, para tomar una ducha fría.

Victoria me lleva al instituto, creí que papá lo haría, pero veo que le salió algo más importante. Las cosas corrieron con normalidad.

-¿Cómo te sientes Ash? -inquiere Dante, hasta ahora como me lo suponía, es el único que se me acerca con intenciones amistosas, el grupo de chicas de ayer me ven como carroña.

-Normal, los paramédicos debieron equivocarse ayer -me limito a comentar, mientras entramos al comedor.

Muy parecido a mi antiguo instituto, pisos de cerámica blanca, la barra de comida y el área de pago. Aprovechamos que la fila era corta y tomamos de almuerzo unas hamburguesas.

Nos sentamos en una mesa vacía, y la segunda campana se hizo notar, a los minutos más estudiantes entraron al comedor y la perlada de ayer entra a mi campo visual.

-¿Te gusta? -inquiero, y él me mira sin entender a qué me refiero -la de color perla.

-¿Perla? -levanta el mentón, señalándola, y concuerdo ladeando la cabeza -bueno... -baja la mirada apenado.

-Tiene cara de amargada -comento sin mucho peso, dando un mordisco a la hamburguesa.

-Puede ser -acepta en pocas palabras -pero es muy lista, y no es igual a las otras, es...

Beloverd The Celestino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora