Capítulo 5

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- No mismo señora Cooper, ella es aburrida -estuvo en silencio por algunos segundos- y rarita. 
- Si, claro soy y eso es problema mío Erick, dios - bufé recibiendo una mirada seria de mi mamá - Saben, aprovechen la cena, no tengo hambre ya.

Levanté yendo directamente a mi habitación, me acosté en la cama agarrando el celular, pensé por algunos segundos antes de buscar en instagram el nombre "Christopher Vélez", afortunadamente encontré su perfil en la red social, empecé a ver sus fotos, fotos antiguas donde tenía la cara de niño chiquito, sin querer se me escapó un like en una de sus fotos de dos mil quince, aunque lo quité creo que fue demasiado tarde, porque recibí un mensaje.

@velez_chriss: me estás stalkeando chica de los libros?
@megg_cooper: yo? Como crees... Y como sabes que soy yo?
@velez_chriss: JAJAJAJ bien, lo supuse por tus fotos, como estás? Ya leíste el libro que llevaste hoy?
@megg_cooper: oh, bueno, leí diez páginas, me está gustando bastante.
@velez_chriss: te gustará aún más, oye cuándo irás a CoffeeBooks otra vez?
@megg_cooper: en la próxima semana, como prometí hahah.
@velez_chriss: bueno, te esperaré allá.
@megg_cooper: Cierto, buenas noches Christopher, descansa, algún otro día hablamos.


Me había dejado en visto.


- Megan - La puerta de mi habitación se abrió, apareciendo detrás de ella, mi madre - Erick y Diana se están yendo ya.
- Está bien, que bueno - encogí los hombros, enseñando como eso es irrelevante para mi -
- Eres igual a tu padre - Bufó y se fue dando un portazo, a la pobre puerta que no tenía nada que ver con la pelea -
- Si al menos lo conociera podría decir si es cierto - Grité -

Apagué la luz y me acosté, mirando al techo, pensando en como mi vida es...  Díficil, tal vez yo realmente sea como dijo Erick, aburrida y rara, por algo no tengo amigos. Pero tampoco intentaba hacerlos, era todo difícil.

Con muchos pensamientos rondando en mi cabeza, poco a poco logré hacer con que mis ojos se cerraran.

Al martes por la mañana me levanté optimista, feliz ya que iría a ver mi único casi amigo en la cafetería, puse un pantalón blanco junto a una blusa que llegaba hasta la mitad de mi barriga, me miré al espejo y estaba bonita ese día.


Bajé y ví que mi madre había salido temprano, entonces opté por desayunar en aquella cafetería.

Fui caminando y mi mayor decepción fue cuándo llegué a aquél lugar, había un chica y un chico en el caja, ni una señal de él allá.

|| 𝐄𝐥 𝐜𝐡𝐢𝐜𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐜𝐚𝐟𝐞𝐭𝐞𝐫𝐢́𝐚 - 𝐂.𝐕 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora