Salimos de la cafetería, Chris no me habló, no entendí la situación, no sé porque se enojó conmigo, lo mejor que hice fue preguntar, aunque podería responderme frío igual lo hizo anteriormente.
- Porque...
- Estabas incómoda con sus comentarios - Contestó antes de que pudiera formular una pregunta - Mason es así con las chicas, y me parece horrible, pero si te molestó que le haya dicho algo, lo siento.
- No, no, está bien, igual podrías haber ignorado eso - Le di una media sonrisa mientras agarraba su brazo, acosté mi cabeza en su hombro, y seguimos el camino -
- Ya, ya, olvidemos esa parte del día -Caminamos un rato más, hasta que llegamos a la biblioteca, empezamos a ver los libros que habían en las tantas estanterías, en la sección de terror ambos no nos interesamos, veíamos varios otros, hasta que llegamos a la sección infantil.
- Caperucita roja - Él agarró el libro de la historia citada - ¿podemos llevar este?
- No, ese es para niños Chris, mejor llevemos ese - agarré un libro y lo enseñé - es de un terror bueno.
- ¿Los tres cerditos?, Dime dónde hay terror ahí
- Como que donde? Sus casas son destruidas! por un lobo! - Dije - Eso es demasiado horrible.
- Claro, llevaremos ese - Me miró y segundos después los dos estallamos en risas -
- ¡Silencio! - Una chica que estaba en una mesa leyendo, nos llamó -
- Perdón - sussuré - silencio, Vélez - lo miré -
- Si, si - sussuró riendo bajito - ahora en serio, ¿donde está el libro que quieres llevar?
- Ah bueno, a ver - Empecé a buscar el que quería, y cuándo lo encontré volteé a ver verlo con una sonrisa.
- Aquí está - Lo entregué en sus manos - haz buen provecho, te gustará, llevaré uno también - dije luego de agarrar unos cuántos libros -
- Bueno..
Luego de hablar con la señora de la biblioteca y llevar los libros, salimos y nos sentamos en un banco que quedaba en frente al lugar.
- ¿Que haremos ahora? - me miró -
- ¿Quieres ir a mí casa?
- ¿Y tu mamá?
- No sé, tampoco importa mucho, y bien? ¿Vamos?
- Vamos - Nos levantamos de las sillas donde estábamos -
Caminamos hasta mi casa, cuándo llegamos mi madre estaba con su notebook sobre sus piernas.
- Hola! - Sonreí luego de abrir la puerta - Señora Olivia, quiero presentarte un amigo -
Me hice a un lado para que Christopher entrara, y así lo hizo tímidamente levantó su mano y la movió en forma de saludo tímidamente.
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|| 𝐄𝐥 𝐜𝐡𝐢𝐜𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐜𝐚𝐟𝐞𝐭𝐞𝐫𝐢́𝐚 - 𝐂.𝐕 ||
Romance¿Un chico que habla con medio mundo aguantaría ser amigo de una chica tan antisocial como yo? Después de conocerlo me di cuenta que almas gemelas si existen, y no necesariamente son para tener una relación, sólo con tener su amistad, siento que es...