|| 𝐄𝐥 𝐜𝐡𝐢𝐜𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐜𝐚𝐟𝐞𝐭𝐞𝐫𝐢́𝐚 - 𝐂.𝐕 ||

Capítulo 27

No le enviaría un mensaje, obvio que no, solamente entré a su cuenta de instagram, varias fotos, sólo. Entré a sus historias, "¡Inauguración de CoffeeBooks en nueva dirección! Calle San Francisco - 357, te esperamos!". Eso es muy cerca de mi casa, no pensé mucho, agarré mis cosas necesarias, y salí rumbo a esa cafetería.

 
¿Debería hacerlo? No.
¿Querrá verme? No.
¿Estaba segura de lo que estaba haciendo? No.
¿Nerviosa? Si. Y iremos con nervios mismo.

Caminé por pocos minutos, llegué allá y era mayor, tenía más espacio y era todo lindo, observé todo, había otra estantería, llena de libros, ¿De quién me acordé? Ajá...

Me senté en una mesa, empecé a ver el menú, muchas cosas diferentes, y se veían deliciosas también.

- Buenas tardes, bienvenida a CoffeeBooks - Miré a quién hablaba, una chica - ¿ Puedo anotar tu pedido?

 
Dios, mi corazón se apretó.

 
- Quiero... Quiero un café con leche mismo - Le enseñé una media sonrisa -
- Bien, vuelvo en un ratito - Ella sonrió amablemente, y desapareció de mi vista, habían varias personas en el lugar, todo tan diferente, y hermoso.

 
Volví a ver al caja, allá estaba Mason, aunque me cae mal hasta hoy, me levanté y me acerqué.

- Buenas tardes, Megan - Me sonrió - Dios, cuánto tiempo...
- Si, pues, más de un año ya.. - suspiré - y como andas? Cómo va todo con la cafetería?
- Bien, muy bien, ese último año, fue muy bueno, cambió el dueño también, por esa razón varios cambios ocurrieron, él compró ese lugar, muchas cosas - Miró detrás de mi - Pero, sabemos a qué vienes...
- No, no es..
- ¿Meg?

No me volteé, mis manos empezaron a sudar y yo temblaba, no pensé que estaría tan nerviosa...

 
- Hey... - Me volteé a verlo - Chris...
- Hace mucho no te veía, ¿cómo estás? - Estaba tan...calmo, tan Christopher -
- Bien... - guardé silencio - ¿y tú?
- Igualmente - sonrió - ¿Y como va tu relación?
- Se acabó, sabes.. al fin estabas cierto - Sonreí - si era una apuesta todo...
- Te avisé, te avisé varias veces, y bueno, no viniste aquí por mi, ¿verdad?
- Eh, entonces... 

- ¡Cariño! - Conocía esa voz chillona... Amanda - Megan, hola - Me miró con una sonrisa y luego miró a Christopher - amor, tu suegra preguntó si vamos para cenar...