|| 𝐄𝐥 𝐜𝐡𝐢𝐜𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐜𝐚𝐟𝐞𝐭𝐞𝐫𝐢́𝐚 - 𝐂.𝐕 ||

Capítulo 20

Viernes en la noche, estaba leyendo uno de los libros que me indicó Chris, nunca hago nada en días así, me gusta hacerme un café y acostarme en mi cama a leer, pero hoy fue diferente. Mientras leía escuché como alguien tocaba la puerta.

 
- Mami, puedes abrir? - Grité desde mi habitación y ella contestó un "si".
- Buenas noches, tía, ¿Megan está?

Esa voz no es de Christopher... Mierda, mi "novio"... ¿Ya puedo decirle así?
Escuché cuándo fue subiendo las escaleras, y a cada paso estaba más cerca de mi habitación.

La puerta de esta estaba entreabierta, pero igual tocó.
- ¿Puedo entrar, cariño?
Oh..
- Claro, adelante.

Erick entró, con un ramo de flores...¡FLORES! Debería saber que no me gustan, pero digamos que me gustó su intención. También traía una caja de bombones, que de hecho son mis favoritos.

- Hola mi amor - Él se sentó al borde de la cama, mirándome - ¿como has estado?
- Estoy bien - sonreí - tú?
- Igual, pero creo que estaré mejor ahora...

Con una bella sonrisa se levantó acercándose a mi, tomó una de mis manos viéndome fijamente. Su otra mano fue hacia el bolsillo de su pantalón.

- Megan...
Pensé que me daría un paro cardíaco, aquí mismo.
- ¿Si?
- Quiero preguntarte algo - Soltó mi mano, y entonces del bolsillo quitó una cajita -
No puede ser...

- ¿Quieres... Ser mi novia? - Abrió la caja, dos anillos brillantes estaban dentro - Prometo hacerte muy feliz, y te cuidaré con toda mi vida -
- Erick... - En pocos segundos mis ojos ya estaban cristalizados- ¡Si! Claro que acepto -

Puso uno de los anillos en mi dedo, y el otro en el suyo, lo abracé fuertemente, y él correspondió, me sentí segura entre sus brazos, Erick acariciaba lentamente mi espalda mientras decía cuánto me amaba.

 
- Te amo, dios, en serio te amo mucho - Se alejó mirándome a los ojos, y su mirada se desvió hacia mis labios -
- Yo sé que quieres hacer - Susurré - dale...

Lentamente se acercó a mi, puso las manos en mis mejillas y en parte del cuello, y juntó sus labios con los míos, no fue igual aquella noche, yo sentí diferencia, y me encantó.