|| 𝐄𝐥 𝐜𝐡𝐢𝐜𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐜𝐚𝐟𝐞𝐭𝐞𝐫𝐢́𝐚 - 𝐂.𝐕 ||

Capítulo 21

- Amor - mi piel se erizó en segundos al escucharlo - quieres...salir? Para conmemorar esto - Levantó nuestras manos, con los anillos - ¿que tal?
- Claro, me encantaría...igual tenemos que aprovechar un rato...

- Tomaré una ducha, y nos vamos - dejé un corto beso en sus labios -

Me levanté y salí de mi habitación, yendo al baño que queda al lado de ella, lentamente me quité la ropa y entré a la ducha.

Minutos después salí y Erick me esperaba, con su celular en las manos.

- No es por toxicidad ni nada, lo juro, pero que es eso que tanto ves en el celular? - Lo miré mientras elegí una ropa para ponerme -
- Nada, estoy siempre hablando con Richard.

 
- Ah, bien - sonreí - Amor, ¿te molesta salir un momento? Para cambiarme.
- Pero... ¿No puedo verte? Osea, somos...
- Yo sé que somos, pero no estoy lista para que me veas así, ¿está bien?
- Megan... - Le di una mirada seria y asintió - Está bien, está bien.

Erick salió de la habitación, entonces me puse un vestido rojo, estaba bonita, arreglé el peno y agarré mi celular.

 
Un mensaje de Christopher.
"Mañana irás en la cafetería, ¿verdad? Extraño hablar contigo :("

 
Solté un "aww", por su manera, no niego que también lo extraño, en la última semana he estado bastante con Erick, pero es mi novio, y él me ama tanto cuánto lo amo a él.

 
"Claro que sí Chris, te lo prometo, los sábados son nuestros días, tú sabes <3"
Guardé el celular, agarré mi bolsa y bajé, Erick hablaba cómodamente con mi mamá.

- ¿Vamos señor? - sonreí y él se levantó - Mami, volveremos luego.
- Claro, ¡tarden cuánto sea! -

Nos despedimos, y salimos de mi casa, Erick estaba con su auto y con este, fuimos hasta un gran bar que había cerca de mi casa. Llegando allá, pocas personas estaban en el lugar, se podía contar tres parejas y un hombre con más edad, sentado con una botella de cerveza.

(...)

Tres de la mañana fue la hora que Erick me dejó en casa, realmente no sabía muy bien que estaba haciendo, bebimos más de la cuenta, como siempre. En el momento que llegué en mi habitación, caí rendida en la cama, y fue como si me hubiera desmayado de sueño.

En la mañana siguiente, desperté más tarde de lo normal...