Infierno, la maldición Swinner © [✓]

† 28. Trío mortal †

Nota pequeña antes de leer: Un trío no es cualquier cosa, se lleva una preparación. Sin embargo, como esta es una historia sin brújula ni mapa, y escribo mediante se me va ocurriendo todo, pasé por alto la preparación básica. Que Dipper estuviera menstruando también me limitó un poco.
Es la primera vez que escribo un trío, pero igual espero les guste ❤️

† † †

Capítulo 28
TRÍO MORTAL

Dipper.

Un trío.

Esa es, posiblemente, la fantasía sexual de la mayoría de las personas. Porque el morbo que el pensamiento genera, es tan intenso que lo vuelve fascinante y exitante al mismo tiempo.

Pero cuando tomas la decisión de pasar la fantasía a la realidad, las dudas llegan.

Y es que mi primer trío no fue para nada normal. Al contrario. Y es que, bueno, un trío con dos vampiros, mientras estaba menstruando, ya era un poco –o tal vez muy – loco; por no decir que también era peligroso.

Cuando Dominick tomó mi mano y junto a Günther salimos de aquel lugar de mala muerte, no me había detenido a pensar en serio lo que les había pedido.

Un trío.

Oh, joder…

Les había pedido un jodido trío.

Sin embargo, no había lugar para el arrepentimiento.

Yo podía con eso.

Yo podía con dos vampiros.

Así que durante todo el camino, me sentí sin miedo; me sentí valiente.

Nuestra primera parada fue una farmacia, dónde Günther fue el encargado de comprar condones y lubricante. Y luego de eso, Dominick condujo hacia un hotel.

Me sorprendió cuando detuvo el auto en… un verdadero hotel. No hablo de esos moteles de paso en el que habíamos estado las veces pasadas. No. Este era un verdadero hotel, con buena facha y buen estacionamiento.

— Yo supuse que, ya que esta será una noche especial, te tendría que llevar a un lugar especial — Dominick dijo cerca de mi oído, rodeando mi cintura con sus brazos y colocándose detrás de mí, de forma en la que mi espalda estuviera pegada a su pecho.

— Está muy bonito — admití.

Günther se puso a mi lado y, haciendo una mueca, me preguntó:

— ¿Te gustaría morir en un lugar como éste?

Lo miré consternada.

— ¿Disculpa?

— Sí. Es decir, últimamente he estado pensando mucho en tu muerte — me miró.

— ¿Acaso van a matarme?

— No — él no dudó en responder. Y luego añadió —: No a consciencia, por lo menos.

Detuve mis pasos y me alejé de Dominick, colocándome frente a Günther para verlo mejor a la cara.

— ¿Eso qué quiere decir?

— Vamos, Pepper. Es un poco obvio, ¿no? Creo que todos aquí sabemos que…, nos guste o no, junto a nosotros, corres mucho peligro.

Sí, lo sabía, y lo sabía de sobra, pero no entendía a qué venía aquello, justo en ese momento.

— ¿Puedes dejar de decir tantas idioteces juntas? — Dominick gruñó, luciendo de pronto molesto, y luego dió un paso hacia mí para tomarme de la mano.