Capítulo 15
JUEGO PELIGROSODipper.
Sentí una de sus manos colarse por entre mis muslos mientras nos fundíamos en un beso pasional. Ya no tenía sentido negarlo, hacerme la difícil, ¿qué caso tenía? Después de todo, había sido suya, y él me gustaba, lo deseaba demasiado como para seguir negándolo.
Dominick Swinner es una adicción de las más letales, una droga que empezó a ser adictiva de apoco; primero una mirada, luego un intercambio de palabras; después un beso y luego el cuerpo entero.
Me aferré a él en una especie de abrazo que él me respondió, alejando el rostro apenas un poco para cortar el beso. Por más que quisiera, no era el momento para dejarme dominar por el deseo, no como aquella vez en el laboratorio de química.
— Gracias por la rosa — repetí, abriendo los ojos, encontrándome con los suyos fijos en mi rostro, sonriente —, es un detalle muy lindo. Y el... poema es muy hermoso. No luces como uno de esos chicos detallistas y románticos.
— No lo soy — aseguró de inmediato, sin dejar de verme a los ojos —, el romance no es lo mío. Pero tú sí luces como una de esas chicas a las que les gusta este tipo de cosas y... pues... — se encogió de hombros —... quise sorprenderte.
— Lo hiciste — aseguré, agarrando la rosa para interponerla entre ambos —. Pero, dime algo, Dominick Swinner, si lo detallista y romántico no es lo tuyo, ¿por qué hacer esto?
Dominick sonrió un poco más.
— ¿No es obvio, Dipper?
Negué con la cabeza, sin dejar de mirar sus ojos dorados.
— Me gustas.
Tuve que morder mi labio inferior para evitar sonreír al escuchar su declaración. Levanté una ceja, juguetona ante lo dicho.
— Así que a Dominick Swinner le gusta una Sherwood — Musité, estirando mi mano para perder los dedos en su cabello oscuros — ¿Y quieres que me crea eso?
— ¿Por qué no creerlo, Dipper? — Ahora fue su turno de elevar una ceja —. Me has gustado desde el primer día. Sino, ¿por qué otro motivo estaría aquí, arriesgando mi pellejo?
— ¿Arriesgando?
— Tu padre va a matarme si sabe que soy el chico que le ha dado a su hija los dos mejores orgasmos de su vida, ¿no es ese motivo suficiente para demostrarte que me traes loco? Estoy aquí, metiéndome con la hija del Sheriff.
Dejé salir una risa ante sus palabras.
— ¡Que confianza tienes, Dominick! — Exclamé entre risas — ¿Los mejores orgasmos de mi vida? ¿Estás seguro de eso?
Él se encogió de hombros.
— Dímelo tú: ¿lo de ayer no te gustó?
« Bastante » pensé.
— Estuvo normal. — Respondí, encogiéndome de hombros.
Dominick sonrió.
— ¿No quieres repetirlo?
« Por supuesto que sí »
— Pues... — Hice como si estuviera pensando en la respuesta —, no muero por repetirlo. Si se da bien, y sino también.
Dominick soltó una pequeña risa.
— Nunca vas a admitirlo, ¿cierto?
— ¿Admitir qué? — Me hice la confundida, sonriendo un poco más.
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Infierno, la maldición Swinner © [✓]
Vampiros« Porque mientras el corazón se me aceleraba por uno, mi mente era presa del otro..., y el clítoris me palpitaba por ambos» ~•~ Muerte. Desapariciones misteriosas. Sexo sin control. Adrenalina y un secreto oscuro. Dominick y Günther Swinner son los...