Infierno, la maldición Swinner © [✓]

† 29. Tercera parte †

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Capítulo 29
Y TODO SE FUE A LA MIERDA MUY RÁPIDO.

Dipper

Para la mañana siguiente, cuando salí a la escuela, me aseguré de dejar bien encerrado a Styles en mi habitación para que no saliera e hiciera más desastre.

Cuando llegué a la escuela, esperé ver a mis amigos reunidos cerca del auto de Sabrina, como siempre, pero no estaban.

El cielo esa mañana estuvo especialmente nublado. Y hacía tanto frío que no pude evitar compararlo con una mañana de invierno.

Ese día me recordaba mucho a la mañana en la que Dominick y Günther llegaron a la escuela.

Y mientras caminaba hacia la escuela, ví el auto rojo de los gemelos acercarse. Más atrás, logré visualizar un auto negro. Cuando los dos se estacionaron en el aparcamiento de la escuela, me detuve. La mirada de todos afuera ya estaban sobre ellos, como de costumbre.

Dominick salió del lado del piloto, mientras su hermano bajaba del lado de acompañante. Y, del otro auto, bajó Santiago Swinner, luciendo un traje negro y una corbata azul. Luego bajó su mujer, luciendo un corto vestido blanco. Su cabello estaba perfecto como siempre, y con una sonrisa se acercó a su marido.

— Esa mujer está buenísima — escuché a un chico de cuarto año decir, estaba cerca de mí, apoyado en la entrada, con otro chico.

Claro que la señora Swinner estaba buenísima. Y ese vestido hacia ver a sus pechos aún más grandes y apretados.

— Se le van a salir las tetas del vestido— dijo el otro.

— Ojalá. Ese tipo se debe dar vida chupando sus pezones.

Me sentí asqueada ante la conversación y los miré con asco.

— Limpiate. Estás babeando — señale mi barbilla, para hacer referencia a la suya, y luego miré a la familia Swinner.

Se estaban acercando a la escuela. Los gemelos detrás de ellos.

Me pregunté qué estaban haciendo sus padres aquí.

Cuando mi mirada se encontró con la del señor Swinner, sentí un escalofrío recorrerme completa.

Aún estaba molesta con él por lo del collar, un collar que aún estaba en mi habitación.

Tarde o temprano nos íbamos a encontrar en la entrada de la escuela, por lo que me obligué a moverme para que eso no pasara.

Una vez frente a mí casillero busqué mi libro para la primera hora y luego me fui al salón. Al llegar me encontré con Sabrina y Alice sentadas juntas y riendo. En cuanto me vieron, se pusieron serías.

— ¿Están molestas conmigo? — Pregunté, sentándome en la silla detrás de ellas.

Ambas se giraron para mirarme.

— No — respondieron a la vez —. Pero Brandon sí — añadió Sabrina.

— Es que no entiendo, Dipp. Es decir, estás enamorada de Dominick, y está bien, pero Brandon es tu amigo. Y lo estás haciendo sentir mal. Y tu novio fue un grosero. Brandon solo quería hablar sobre el trabajo de Francés. Dominick no tenía por qué ponerse tan agresivo.

— ¡Y tú tenías que ponerlo en su lugar! ¡No irte con él!

Si, si, ellas tenían toda la razón pero…¿enamorada?

— No estoy enamorada de Dominick.

— Claro — Sabrina rió sin humor.

— No te rías. Hablo en serio. Es decir, sí le tengo cierto cariño pero… ¿amor? Amor el que siento por Harry Styles.