CAPÍTULO 1
En los ojos del Diablo.Dipper.
"Vi a una mujer muy hermosa entrar a la mansión Swinner hace unos días"
" ¡Que mala suerte! ¡Los Swinner han vuelto!"
Esos fueron los primeros rumores que sonaron en el pueblo dos días antes de la llegada de los hijos del infierno. Nadie los había visto, pero el chisme se había esparcido como pólvora.
No sabía si era cierto, pero más de uno deseaba que no.
Mi vecina, la Señorita Grey, le había comentado a mi madre que había escuchado a Luna decirle a Amelia que el viernes en la tarde, antes de que el cielo se tiñera de colores anaranjados, habían visto a una hermosa mujer, mayor a los treinta, de tez tan blanca como la cal y cabello largo y amarillo como el sol, entrar a la casa Swinner. Estaba vestida con un elegantisímo vestido rojo ajustado al cuerpo por encima de las rodillas, y estaba acompañada de dos hombres corpulentos vestido de traje y corbata a juego con el vestido de la misteriosa mujer.
Los hombres también eran desconocidos.
Mientras estaba en la cocina, preparando café para darle a la visita, escuché a la señora Grey contarle también que, después de unos minutos, tal vez media hora, la mujer volvió a salir en compañía de los dos sujetos. Se subieron a un auto deportivo negro y luego se marcharon.
Nadie sabía quién era ella, no la recordaban, se rumoreaba que podía ser la esposa de Santiago, y eso solo le dio más fuerza a aquel rumor del regreso de los Swinner.
A la hora de la cena, después de orar y darle gracias a Dios por tener la mesa llena de comida, tal y como hacíamos cada comida, mamá le comentó aquello a papá quien solo dejó salir un suspiro y dijo:
— Que Dios se apiade de nosotros.
† † †
El cielo había amanecido oscuro, lleno de nubes negras, y soplaba un aire tan gélido capaz de hacer temblar a cualquiera que saliera de casa sin el abrigo apropiado. Era como si se estuviera anunciando la llegada de algo maligno al pueblo.
Era lunes en la mañana, el primer lunes del inicio a clases y mi humor estaba por el suelo. Iba a extrañar levantarme tarde y la libertad al no tener las responsabilidades de la escuela. Lo único bueno era que le estaba dando inicio a mi último año, después venía la universidad y salir del pueblo, las costumbres religiosas y la disciplina estricta que, no voy a mentir, a veces me gustaba burlar.
Sin embargo, no era una chica rebelde, al contrario. No salía de casa sin pedir permiso, mis calificaciones eran muy buenas, no fumaba ni bebía, y me gustaba llenar de orgullo a mis padres al ser la hija perfecta. Aunque bueno, en un pueblo llamado con tu apellido, donde todos aman y respetan a tu familia, es difícil portarse mal cuando tienes a todo el mundo observándote… juzgándote. Pero eso no impedía que me divirtiera.
Vivir en un lugar rural como este, lleno de árboles por todos lados, extensiones de bosques y montañas, me daba la libertad de hacer fiestas divertidas en el bosque cerca del arrollo, fiestas que a veces se salían de control. Varias chicas habían dando su primer beso en La roca, una zona apartada donde una enorme roca en forma de corazón estaba. Todos decían que era un lugar romántico, pero sólo era una escusa para ir y tener sexo. Muchos habían probado el alcohol por primera vez en el arrollo, en una de mis fiestas, varias chicas habían sido desvirgadas en La roca – incluyéndome – y otras pocas perfeccionaban sus habilidades orales en darle placer a los hombres.
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Infierno, la maldición Swinner © [✓]
Vampiro« Porque mientras el corazón se me aceleraba por uno, mi mente era presa del otro..., y el clítoris me palpitaba por ambos» ~•~ Muerte. Desapariciones misteriosas. Sexo sin control. Adrenalina y un secreto oscuro. Dominick y Günther Swinner son los...