Capítulo 6 Buen día detective

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El detective Pedro Morel estaba muy nervioso esa mañana, el caso cambiaba permanentemente y la prensa ya estaba demasiado involucrada.

Odiaba la prensa. Sobre todo a Gonzáles Piro, nunca entendió cómo llegaba a las escenas del crimen antes que él, siempre metiendo sus narices en su trabajo.

Recordaba ese crimen violento en el que logró una foto de la autopsia y nunca pudieron descubrir la fuente, fue una locura.

Morel era el mejor de la ciudad, lo respetaban, lo imitaban. Cuando surgían casos difíciles, lo llamaban enseguida. Así se involucró en el caso Cardona, el caso que lo tiene sin dormir desde hace seis meses.

Pablo Cardona es el dueño de la cadena de supermercados Cardona, los más famosos de la ciudad. Son una familia millonaria, está casado con Sonia y tiene dos hijos varones que son su orgullo, porque son los únicos descendientes varones de la familia y él sueña conque se hagan cargo de su trabajo en el futuro.

El menor estaba de acuerdo y muy involucrado en el negocio familiar, el mayor no. Su sueño es ser cirujano y está cursando último año de facultad de medicina, sus padres quisieron convencerlo de que deje los estudios, que iba a tener mejor futuro siendo dueño de los supermercados, él no aceptó nunca. Es un chico culto, tranquilo, inteligente y su sueño es ser un prestigioso cirujano.

Por ese motivo, el hijo menor era el consentido.

Lo que sus padres no sabían era que le encantaban los excesos, consumía drogas, manejaba un auto lujoso y vivía de fiesta malgastando su dinero con alcohol, drogas y una incalculable cantidad de amigos interesados. Era muy apuesto y vivía rodeado de bellas mujeres que conseguían costosos regalos de él, Blas era el amigo que todos querían tener, su vida era privilegiada.

Muy ajena a la vida que sus padres creían que llevaba.

Los dos hermanos vivían discutiendo.

El mayor sabía la vida "privada" que llevaba su hermano menor y todo el tiempo trató de convencerlo que deje todo eso.

En una oportunidad estaba tomando unos tragos en un bar famoso de su ciudad con su grupo de amigos, todos estudiaban demasiado y salieron a despejarse un poco, cuando de repente hubo un alboroto terrible en el lugar, mucho bullicio y movimiento.

Había ingresado Blas, rodeado por dos bellas jóvenes y un grupo de amigos y revolucionaron el lugar. Él se acercó a su hermano y lo cuestionó, le pidió que se retire, estaba demasiado drogado, a lo que Blas respondió:

  - ¡Pero si es el aburrido de mi hermano mayor!!!! A ver cuándo salís de fiesta conmigo hermanito, yo invito ehhhh!!!! Porque tus libritos no te dan dinero, verdaddd??- decía arrastrando sus palabras y emanando de su boca un aliento metálico mezcla de drogas y alcohol.

Los amigos de Blas lo miraban con actitud ganadora y aunque él hubiese querido llevárselo de ahí, nada podía hacer.

Esa era la vida de ésta famosa familia. Con su fortuna, sus secretos y el misterio que rodeaba el caso que no dejaba dormir a Morel. Se estaban complicando las pistas y no tenía idea por qué camino seguir.

Pasaba horas mirando la pizarra, llena de fotos, flechas, datos y nada lo llevaba al camino correcto y lo más intrigante... Dónde estaba él??? Dónde estaba escondido??

  - Detective, tiene una llamada por la línea 4- dijo Lucía la secretaria.

  - Gracias Lu,¿ es él otra vez?- respondió Morel al momento que se acomodaba en el sillón. La chica levantó sus hombros en señal de aprobación. Morel suspiró y atendió la llamada.

  - Buen día señor Cardona, ¿cómo está hoy?- dijo esperando escuchar los gritos del otro lado de la línea.

  -¿ Novedades Morel? Ya lo encontraron?- dijo el empresario serio.

  - Lamentablemente no.

  -¡ Pero qué inoperantes!!! Voy a tener que involucrar al FBI en la investigación.

  - Señor Cardona, no es necesario. Tenemos pistas firmes, pero por favor, necesito unos días más.

  -¿ Cuántos días?? ¡Me está tomando el pelo!! ¡Mi esposa está medicada a más no poder! Hace dos días la hospitalizaron por el ataque de nervios que tuvo. Él era su bebé... Su niño pequeño... -decia Cardona llorando.

  - Lo entiendo, es un caso complicado. Pero va a tener novedades pronto, tenemos una última pista que no va a fallar.- le respondió Morel con un hilo de esperanza.

  -¡ Encuentre a ese monstruo Morel!!!! Tengo mucho que decirle!!!! Y lo primero es que ya no es más mi hijo, después de haber asesinado de esa manera a su hermano, merece lo peor...- y colgó la llamada.

Morel pidió un café, tomó el teléfono y hizo una llamada.

La preocupación en su rostro era muy visible.

Arena PeligrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora