Capítulo 17 Volver a empezar

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El sol brillaba con fuerza ese domingo al mediodía. En la gran casa, todos los preparativos estaban listos.

Pablo y Sonia tenían una sensación de alivio que no habían vuelto a sentir desde la partida de Blas.
Sonó el timbre.

  - Bienvenido a casa hijo de mi corazón.

  - Hola mamá, hola papá, gracias por la invitación.

  - Noah, dame tu abrigo querida. Pónganse cómodos porque están en su casa.

Noah miraba asombrada, el lugar era inmenso, rodeado de mucho lujo y modernidad. [Ellos realmente son adinerados.] Pensó la joven. Se distrajo tanto mirando que no se dió cuenta de que la llamaban.

  - Amor, estabas en las nubes. ¿Querés conocer mi antigua habitación?.

  - Ohh ¡claro que sí!! Es otra manera de seguir conociéndote vida. ¡Vamos!!

Subieron al primer piso de la inmensa casa, las escaleras de hierro y mármol le daban un toque dramático como salido de una revista de decoración.

No había dudas de que Sonia tenía muy buen gusto.

Félix se paró en la puerta de una habitación y su rostro se tornó pálido.
Noah se dio cuenta enseguida de que esa era la habitación de Blas.

Tomó sus manos entre las de ella y le dijo susurrando:

  - Te amo bonito. Estoy acá con vos.

Félix miró a su bella novia, la abrazó hasta que sintió su calor en su pecho y le respondió:

  - Es tan difícil. Pero te tengo a vos, todo va a estar bien. Te amo tanto rulitos.- acarició su cabello, lo besó, buscó su boca y se fundieron en un apasionado beso.

Siguieron caminando hasta llegar a su habitación. Félix abrió la puerta y la invitó a entrar, cerró bien cuando los dos estuvieron adentro.

A Noah le llamó la atención la cantidad de libros que tenía, los tonos de la habitación eran gris claro, negro y blanco, todo armonioso, todo combinaba.

En el escritorio tenía una hermosa foto de la familia, todos sonreían.

  - Fueron unas vacaciones hermosas, Playa del Carmen.- dijo Félix con la tristeza de ver a su hermano ahí. Noah lo miró tiernamente, sintiendo que en el mismo Caribe perdió a Lisandro.

  - ¿Te gusta mi habitación amor?

  - Es muy vos, sin conocerla, la imaginé así. ¡Cuántos libros!!

  - Si, leer me transporta, me hace pasar momentos conmigo mismo que a veces necesito. ¿Y sabés también qué necesito???- decía mientras una pícara sonrisa se dibujaba en esos labios delineados tan perfectos, acomodó su pelo para un costado, abrazó a Noah, rodeó su cabeza con sus grandes manos, mientras la besaba la condujo suavemente a su cama, se sacó su sweater, ante la mirada de su amor, quien estaba más que lista para ese íntimo momento.

  - Bonita mía, ¿puedo tener el privilegio de hacerte el amor en mi cama?

  - Uffff si amor, soy tuya.

Y así sucedió, ellos lograron un amor sincero, apasionado, verdadero. Eran el uno para el otro, rara vez discutían por algo, simplemente estaban destinados a encontrarse .

  - Está todo igual. Cómo lo recordaba.- dijo Félix a sus padres durante el almuerzo.

  - Si hijo, todo. No va a cambiar. ¿Vos dónde estás viviendo?

  - En el departamento de Noah. Ella básicamente me adoptó, me dio refugio, comida, ropa, todo lo que necesito.

El amor entre nosotros surgió de manera tan natural, que parecía que nos conocíamos de toda la vida. A pesar de la triste historia que ella traía en su espalda.

  - Gracias hija, me avergüenza decirlo, pero fuiste su apoyo y contención cuando sus aturdidos padres le dieron la espalda. Nunca voy a terminar de agradecerte. ¿Triste historia?

  - Fue un placer para mí, nos ayudamos mutuamente. Él la estaba pasando mal y yo también. Nos necesitábamos y juntos logramos salir adelante.

Triste historia porque cuando conocí a Félix yo acababa de perder a mi novio de hacía cuatro años. Fuimos de vacaciones al Caribe, él quiso surfear de noche y se ahogó, nunca recuperamos su cuerpo.

  - Ohh siento mucho lo que sucedió. Qué tragedia. ¿Cómo estás ahora?

  - Gracias por sus palabras. Ahora gracias a Félix estoy muy bien. Con muchos sueños y un futuro hermoso juntos. Parece que los días de tanto dolor se acabaron para nosotros. Aunque su pérdida es irreparable y lo siento mucho señor y señora Cardona.

  - Por favor hija, somos Pablo y Sonia, no tanta formalidad, somos tus padres.

  - Oh muchas gracias, de corazón.

  - ¿Tenés familia Noah?

  - Si, si. Mis padres y mi hermana menor Luna. Ellos me aman, pero cuando yo estaba muy mal me agobiaban tanto, que decidí mudarme sola, fue la mejor decisión que tomé. Siempre lo digo, porque gracias a mi independencia hoy estoy junto a su increíble hijo.- y lo miró enamorada, Félix tomó su mano y la besó, estaba feliz de que ese momento estuviera pasando, su amada y sus padres en el mismo lugar.

  Todo era perfecto, pero a veces las cosas pueden cambiar en un minuto.

Arena PeligrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora