Capítulo 10 Las pistas de Morel

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Después de una semana, Morel había reunido las pistas necesarias para incriminar al difunto Blas. Estaba orgulloso de su trabajo de investigación.

Todo apuntaba a que Félix era inocente, de hecho era una víctima, vio morir sólo a su hermano, todos los que dictaban ser sus amigos, lo abandonaron y Félix sólo intentó salvarle la vida, sin éxito.

El problema más grande iba a ser comunicárselo a los padres de la víctima. Pero él no andaba con vueltas y los llamó.

Una hora después, estaban los dos sentados en su oficina, Morel les ofreció algo de tomar, los dos agradecieron, pero no aceptaron.

  - Lucía, tráeme un café cargado por favor.- dijo serio a su secretaria. Ella asintió y salió de la oficina.

  - Espero que sea importante Morel, mi esposa está muy enferma y la hice venir porque dijo que era urgente.

  - Si, lo siento mucho señora Cardona, no la hubiese importunado si no fuese urgente. Bueno, quiero informarles que la investigación tomó un curso inesperado y sabemos con certeza qué le pasó a Blas...- iba diciendo el detective cuando la mujer rompió en llanto, su esposo la abrazó fuerte, miró a Morel con mirada asesina y le replicó:

  - Detective, mucho ojo con lo que va a decir, ésto es algo muy delicado y ésto de lo inesperado no me gusta nada.

  - Tranquila señora, tranquilo señor Cardona, lo que van a escuchar los va a sorprender, ustedes perdieron un hijo, pero van a recuperar al otro...

  - ¿Qué es esta locura?!?! ¿Cómo se atreve a decir semejante cosa delante de mí esposa??! ¿Qué le pasa Morel?? ¿Enloqueció?!?! ¡Mi hijo es un asesino y va a pagar por lo que hizo!!!!- gritó Pablo Cardona al momento que se paraba de su asiento y golpeaba la mesa. Morel seguía tranquilo.

  - Su hijo Félix no hizo nada malo. Si está prófugo, es porque ustedes no le dieron la oportunidad de la duda, él les dijo la pura verdad y ustedes no lo quisieron escuchar.

  - Señor Morel usted me está lastimando con sus palabras, expliquese por favor.- dijo Sonia muy confundida, pero calmada por efecto de toda la medicación que toma.

  - Lamento informarles que Blas abusaba de sustancias ilícitas, en grandes cantidades. Principalmente alcohol y drogas potentes...

  - ¿Qué es lo que está diciendo??? ¿Cómo se atreve???

  - ¡Señor Cardona! Usted no le dio la oportunidad a su propio hijo de explicarle ésto, a Félix no le quedó opción que decírselo en el peor escenario posible, con su hijo en la morgue y ustedes no le creyeron.

Pero a mí me va a escuchar. Soy la autoridad y me avala una exhaustiva investigación.- dijo Morel muy seguro.

Pablo Cardona se sentó, no creía lo que estaba escuchando, temía que su esposa se descompensara.

  - Señor Morel, usted dice que tiene pruebas de lo que nos está diciendo. ¿Cómo murió Blas? ¿Qué le pasó a mí niño? ¿Y Félix? ¿Dónde está mi hijo?- dijo Sonia con un hilo de voz.

Su esposo la abrazó y miró a Morel para saber qué le iba a contestar.

  - Señora y señor Cardona, su hijo Blas murió por una sobredosis. Causada por él mismo. Tengo preparado el expediente con las declaraciones de los testigos y el informe forense de su autopsia. Escuchen bien lo que les voy a decir.

Blas vivía de fiesta, estaba rodeado de un grupo de gente que él llamaba amigos y a dónde iban, abusaban de todo tipo de sustancias.

Félix estaba al tanto de ésta situación y trató de disuadirlo incontables veces. Le contaba los daños que todo lo que consumía podía ocasionar en su organismo, él tenía la facultad de decirle eso con mucho conocimiento dado a su avanzada carrera médica.

A Blas no le importaba y lo único que le exigía era que ustedes no lo supieran, porque gastaba muchísimo de su dinero en cada una de sus salidas. Félix no quería traicionar la confianza de su hermano y no lo hizo.- para esta parte del relato Sonia lloraba desconsolada y Pablo estaba mudo.

  - La noche de la tragedia, Félix estaba estudiando muchísimo, al día siguiente rendia el final más difícil de su carrera. Eran las 3am y recibió un llamado de Facundo, el amigo de Blas.

Le dijo que su hermano estaba descompensado y le envío la ubicación. Félix sin dudarlo dejó todo y se dirigió al lugar, al llegar todos los participantes de la fiesta se fueron, se dieron cuenta de que la cosa era difícil.

Félix realizó las primeras maniobras de rehabilitación a su hermano moribundo, pero ya era tarde, lo llamaron demasiado tarde, Félix desesperado pidió a gritos que llamen al 911, pero lo habían dejado sólo, nadie lo ayudó, llamó el mismo a urgencias, nunca paró las maniobras de reanimación y Blas murió en sus brazos, la vida de su hermano se le escapó como un puñado de arena entre sus dedos.

Cuando llegaron los paramédicos y la policía, todo era extraño, una casa enorme, un muchacho muerto y otro llorando desconsolado. Félix estaba destrozado y los llamó a ustedes para contarles antes de que se enteren por alguien más, pero no recibió la respuesta que esperaba por parte de sus padres. Ustedes perdieron a su hijo y es una tragedia, pero él perdió a su único hermano, en sus brazos.

Lo trataron de asesino y culpable, lo despojaron de todo lo que tiene, lo abandonaron... ¿Quién sabe lo que fue de él? No lo podemos encontrar...- dijo Morel muy aflijido.

Sonia y Pablo se abrazaron llorando sin consuelo, no podían dejar de pensar en lo que acababan de escuchar.

¿Su hijo pródigo un drogadicto?
¿Dónde estaba Félix?

Se sentían los peores padres, todo iba a cambiar a partir de ese momento, necesitaban encontrar a Félix, urgente.

Arena PeligrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora