Arena Peligrosa

Capítulo 20 ¿Cómo dijiste?

La cosa fue que Manu, Fran y Félix se convirtieron en muy buenos amigos.

Salían juntos, compartían hermosos momentos con sus novias y sin ellas, pero siempre con mucho respeto.

Por eso los asombró mucho la llamada de Félix. Citó a los dos amigos en un lugar y les envío la ubicación.
Cuando los chicos llegaron, era un hermoso y lujoso barrio privado en los acantilados, muy cerca del mar.

En el puesto de seguridad de la entrada estaban sus nombres y documentos, asíque pudieron pasar sin problema.

Félix los esperaba en la entrada de una lujosisima casa. Les hizo señas, los chicos estacionaron y lo saludaron

  - ¡Heyy amigo!!! ¡Qué buena choza!!! ¿Qué hacemos acá??

  - Pasen por favor.

Los tres entraron y se quedaron enloquecidos con el lugar. Era espectacular. Tenía un lujo tremendo y una piscina afuera que era soñada.

  - Félix, ¿es tu casa?

  - En realidad quería que me den su opinión, ¿les gusta!?

  - ¿Qué si me gusta...?? ¿Cuando nos mudamos amigo?!?!?

  - Jajaja son lo más. Les cuento, la acabo de comprar. Tengo intenciones de vivir acá... Con mi esposa...

  - ¿Es en serio???- preguntó Fran con un brillo especial en sus ojos. Y los dos abrazaron y felicitaron a Félix.

  - Si chicos, gracias, muchas gracias. Son los primeros que lo saben. Voy a pedirle a Noah que se case conmigo. ¡Amo tanto a ésta mujer! Me hace sentir vivo, me hace reír, mis días junto a ella son mágicos y especiales.

Nunca conocí a nadie que me haga sentir tan especial como ella, la amo, la amo chicos, no puedo esperar para comenzar nuestra vida como esposos y tener nuestra hermosa familia, con muchos hijos...

  - ¡Dale entonces!!! Son la pareja perfecta. Buena gente, trabajadora, estudiosos e inteligentes. Juntos superaron los peores momentos y el amor que se tienen, transpasa cualquier barrera. Estoy muy feliz por ustedes.- decía Manu emocionado.

Noah estaba hermosa, su apuesto novio la había invitado a cenar a un lindísimo restó y ella se preparó según la ocasión.

Vestía un vestido negro hasta las rodillas que terminaba en una hermosa puntilla, la espalda era toda escotada y llevaba su pelo recogido, dejando unos bucles caer por el costado de su frente.

Félix vestía muy elegante también. Un pantalón negro ajustado, una camisa muy fina negra con puntos pequeños blancos, un saco largo que lo hacía ver elegante, su cabello suelto cayendo por sus ojos y una fragancia embriagante que le quedaba deliciosa.

Se miraron por un segundo y se desnudaron mutuamente con la mirada.

  - Amor, ya sabemos cuál será nuestro postre hoy...- dijo Félix guiñándole un ojo a su bellísima novia.

La cena fue tranquila y muy animada. Nuestros jóvenes hablaban de sus estudios, sus trabajos y su futuro. De repente Félix se paró, sacó una cajita de su saco, se sentó junto a Noah, la abrió dejando ver un increíble anillo y le dijo:

  - Amor de mi vida... Te amo, sos la razón de mi existencia. Mi vida tiene sentido porque vos sos parte de ella. Nuestro camino tiene un hermoso futuro, ¿querés ser mi esposa y que recorramos ese camino juntos?- sus increíbles ojos celestes brillaban como nunca.

Ese apuesto joven estaba abriendo su corazón y prometiendo una increíble vida a la mujer que creyó en él desde el primer momento.

  - Amor... Dios, estoy muy emocionada. Mi vida hermoso, sos increíble. No puedo creer que exista un hombre como vos y que seas mío y yo quiero ser sólo tuya. Acepto caminar juntos por la vida, si quiero casarme con vos...

Félix puso el anillo en el dedo de su ahora prometida y se fundieron en un abrazo eterno.  Estaban emocionados y no podían esperar a contarles a sus padres. Félix le dijo tomando sus manos:

  - Quiero que me acompañes a un lugar amor.

  - Ohh ¿otra sorpresa? ¿Qué hice para merecer todo ésto??

  - ¿Qué hiciste? Sos la mujer más increíble de ésta tierra. Tu corazón es hermoso y vos lo sos más. ¿Vamos?

Puso su abrigo sobre sus hombros como el caballero que es.  Noah rodeó su brazo con el de ella y salieron del restó para ver qué otra sorpresa tenía preparada Félix.

Al llegar al puesto de vigilancia del barrio privado, Noah exclamó:

  - Ohhh ¿conocés a alguien que vive acá?? ¡Qué emoción amor!!! Vi como construían éste lugar desde el comienzo y me pareció encantador. ¡No puedo creer que voy a verlo por dentro!

  - Adelante señor Cardona.- dijo el encargado de seguridad.

Noah miró extrañada. ¿Cómo conocía ese hombre a su amor?

Llegaron a una de las hermosas propiedades que tiene el lugar. Félix apagó el vehículo. Frente a ellos la fachada de una casa hermosa, con unas luces divinamente ubicadas, grande, inmensa. Y él la tomó de las manos al momento que le dijo:

  - Futura señora Cardona, bienvenida a su hogar.

Noah miró la casa, miró a Félix y su asombro no la dejaba reaccionar

  - ¿Mi hogar?? ¡Félix!!!!!! ¡Por Dios!!! ¿Compraste ésta casa???

  - Es toda tuya amor. Espero que te guste y seamos muy felices juntos.

La emocionada joven tenía su piel erizada, todavía trataba de entender lo que su amado le acababa de decir y no lo estaba logrando.

Bajaron del vehículo, la entrada a la casa era de novela venezolana, muy dramática y lujosa. Él ingresó un código de seguridad y le dió paso a su asombrada novia.

Noah miraba en todas direcciones, era un sueño del que no quería ser despertada. Todo era perfecto, todo era magestuoso, como si ella misma lo hubiese elegido.

  - ¿Te gusta vida?

  - ¿Qué si me gusta? ¡La amo! ¡Es perfecta por dónde la mires!!!

  - Traté de hacerla siguiendo tus gustos, espero haber acertado.- decía Félix mirando un cuadro cuando unos brazos alrededor de su firme pecho lo sorprendieron. Noah lo abrazaba emotiva, lo miró a sus increíbles ojos y sus labios se encontraron en un apasionado beso.

  - ¿Querés conocer tu habitación?? ¿Dónde vamos a hacer a nuestros hermosos hijos?

  - Mi vida, llévame ya y mostrame cómo sería, no recuerdo bien...

La vida de éstos enamorados era perfecta, ellos eran perfectos, su futuro se veía impecable, aunque un gran obstáculo estaba por opacar todo ese brillo...