Capítulo 8 ¡Lo tengo!

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-¡Morel!!!!! ¡Por acá!!!! ¡Creo que vi algo!!- decía el cabo Gómez mientras apuntaba la luz de la linterna en la arena.

Morel se acercó confiado, pero solo era un envase vacío de cigarrillos.

Suspiró.

Era tarde y hacía mucho frío para estar en la playa. Un vecino de la zona llamó a la jefatura diciendo que veía gente en esa escollera, Morel por las dudas quiso ir a investigar.

Lo tenía mal no poder encontrar aún ni una pista de Félix Cardona, ¿dónde estaba?¿ Se habría ido del país?

Era imposible, tenía pedido de captura. Nada, se lo había tragado la arena. Lo peor era enfrentar al señor Cardona, lo llamaba todos los días y Morel sospechaba de que tuviera contratados detectives privados, porque varias veces sintió que lo seguían de cerca.

Era todo un misterio el paradero del joven. De vuelta en su oficina se puso a pensar en el caso.

Los forenses dijeron que los excesos en el cuerpo del chico eran de bastante tiempo atrás, hasta tenía órganos comprometidos a causa de la combinación de las drogas potentes que usaba.

Por otro lado Félix estaba limpio, estudiante brillante, inteligente, trabajador, ¿cómo podía ser tanta diferencia entre hermanos?

¡Ahí está la clave! En vez de seguir buscando incansablemente al hermano desaparecido, iba a investigar profundamente la vida del difunto.

Esa fue la clave de la investigación. No perdió tiempo y salió por las primeras pistas. Los amigos...

  - Facundo Pirso, ¿a qué te dedicas?- preguntó Morel.

  - Trabajo en la fábrica de detergentes de mi padre señor.

  - ¿Cuánto hace que conocías a Blas Cardona?

  - No, Casi ni lo conocía, lo crucé ocasionalmente un par de veces.- Morel lo miró por debajo de sus lentes y continuó.

  - ¿Salias seguido con él?

  - No señor, no éramos tan amigos.

  - ¿Me podés decir quién te regaló el anillo que usas?

  - Ehhhh... Nooo... Lo compré yo hace mucho tiempo...-

  - ¿Me lo podés dar?

  - No señor, no sale. Me queda ajustado.

  - No hay problema. Vení Gómez, trae las pinzas número 8- dijo Morel con mucha experiencia.

  - ¡No!!!! ¡No!!!! Creo que justo hoy lo puedo sacar.- dijo el muchacho al momento que muy nervioso le entregaba el anillo al detective.

Morel lo estudió, miró adentro y tenía las iniciales BC grabadas.

  - Ohhh ¿éste anillo es tuyo?

  - Si señor, es mío.

  - ¿Y por qué tiene las iniciales BC grabadas?¿ Si vos no te llamás así?- preguntó Morel con mucha razón.

El chico sudaba frío, ya no sabía qué más decir que fuera creíble.

  - Señor, estoy asustado. ¡Soy un cobarde!! ¡Abandoné a mi amigo!!- gritaba y lloraba el chico.

  - Tranquilo Pirso. Lo sé. Hace meses que estoy estancado en ésta investigación y es porque estaba buscando en el lugar incorrecto. Creo que ésto va a tomar un giro interesante. Vas a quedar detenido, tenemos que hacerte muchas preguntas.- respondió Morel con la tranquilidad de que todo iba a cambiar.

Salió de la sala de interrogación con un hilo de esperanza y por dentro pensó con mucha razón:

  - Félix Cardona, creo que tú vida va a dejar de ser un infierno...-

Arena PeligrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora