Capítulo 25 La novia más hermosa

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Noah estaba parada en la puerta de la iglesia, muy ajena a todo lo que había pasado entre sus dos hombres.

  - ¿Estás lista?- preguntó su padre emocionado.

  - ¡Lista!!- respondió Noah con un brillo especial en sus ojos. Su vestido de novia era sencillo, pero parecía una princesa.

Las puertas se abrieron y por más que el lugar estaba lleno de gente, ella sólo veía a Félix.

Qué hermoso es ...

Su figura, su pelo, sus perfectos ojos, su sonrisa encantadora...

Cuando llegó a su lado, él la miraba como si también fuese la única persona en la iglesia. Sus ojos se cruzaron, se tomaron de la mano y escucharon las palabras del sacerdote.

Fue una ceremonia hermosa y emotiva.

Las vidas atormentadas de esos jóvenes se unieron y el cielo les dió su aprobación.

La fiesta fue muy divertida, la familia completa de los novios se encontraban ahí y los amigos de ellos también.

En un momento de la noche, Noah notó una marca roja, lastimada en la frente de su esposo.

Lo cuestionó:

  - ¿Qué te pasó en la frente? ¿Estás lastimado...- dijo al momento que rozó el perfecto círculo con sus dedos.

Félix no le había dicho nada, pensó que ya habría tiempo.

Sus amigos le quisieron tapar la marca del caño del arma con un maquillaje, pero con la transpiración de bailar, se le había ido y digamos que no eran expertos en estética.

  - Amor, sabés que odio mentirte. Pero no quiero arruinar el momento, es nuestra noche especial. Ya te voy a contar, tranquila bonita, estoy bien.

  - No, ¡no estás bien!! ¡Estás lastimado!! ¿Qué pasó?¿ Tiene algo que ver con Lisandro??

  - No quiero hablar ahora. Es nuestra noche, después...

  - ¡Después nada!!! ¿Qué pasó??- decía Noah muy seria y tensando su cuerpo previniendo algo peligroso.

  - Vamos para otro lado. Seguime.- se dirigieron a una habitación de descanso del lugar donde se llevaba a cabo la fiesta.

Noah seguía sería, la expresión de su rostro había cambiado mucho desde que supo que algo malo le había pasado a Félix.

  - Primero quiero que sepas que estoy bien.
  Hoy conocí a Lisandro...- Noah se paró como si su cuerpo fuera un resorte.

  - ¿Él te lastimó??

  - Si, pero tranquila, no pasó nada...- y le contó detalladamente todo lo que ocurrió.

Cuando terminó, Noah le dio un dulce beso, lo abrazó y le dijo suave al oído:

  - Me desespera saber ésto. No quiero que te pase nada malo y menos por mi culpa. Voy a hablar con él...

  - ¡De ninguna manera!!! ¡Es peligroso!! Está desquiciado.

  - Tengo que hacerlo para cerrar definitivamente mi historia con él. La última vez que lo vi era su novia y lo amaba. Entiendo su confusión.

Déjame hacerlo amor, lo necesito para que nuestra vida que hoy comienza como esposos sea feliz y para siempre...

Félix bajó la cabeza, sabía que no iba a poder hacer nada para impedírselo.

Ella es una mujer fuerte y decidida.

Iba a estar todo bien.

La fiesta terminó y los recién casados fueron a pasar su noche de bodas a un lujoso hotel, frente al mar.

Después de dos apasionados encuentros íntimos, se envolvieron en una suave frazada, abrazados, mirando el mar.

  - ¿Qué te provoca?- preguntó Noah.

  - Son un sinfín de emociones, hay días que no quiero verlo, hay días que me pierdo en él.- ella acarició sus fuertes brazos.

Él besó su cuello.

  - ¿Creés que algún día voy a olvidar los sentimientos de angustia que me provoca el mar?

  - Por supuesto bonita, ya lo estás superando muy bien. El tiempo hará el resto.

  - ¿Estabas preparado para enamorarte de mi?

  - ¿Qué pregunta es esa?- dijo Félix corriendo la cara de su esposa para verla de frente.

  -Yo te ví y sentí una atracción inmediata. Por supuesto que no te lo podía decir. Cuando tuvimos la oportunidad de conocernos te admiraba, te deseaba y quería más de vos.

Cuando eso pasó, sentí que mi vida tenía sentido, que siempre supe que ibas a ser mía.

Empecé a fantasear con ésto, con un futuro juntos, con una vida juntos, no estaba en condiciones de ofrecértelo en ese momento, pero tenía que luchar por lograrlo.

El amor es así. Un torbellino interior.

Te cambia el pensamiento, los sentidos, el cuerpo... La persona que elegimos para sentir todo eso dentro nuestro, es única, es especial, uno lo sabe... Lo siente... Con todos los sentidos...- decía Félix al momento que besó a Noah profundamente.

  - Félix Cardona... Te amo... Amo lo que me haces sentir, amo tus besos, tu cara, tu cuerpo, tus caricias y...

No pudo terminar de hablar porque nuestros jóvenes enamorados se unieron en el placer infinito que sentían el uno por el otro, otra vez... Y otra vez...

Arena PeligrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora