Strawberry fields forever

Dios los crea

—¿Cuántas horas llevan así?—Pregunta Utahime.

—Unas tres mas o menos—. Dice Shoko sin quitar los ojos de la pelea.

—¿Y no han hecho nada para pararles?

—Que va, aquí hay mucho dinero en juego.

—¿A que té refieres con dinero en juego?

— A la apuesta ¿Qué? ¿no te avisaron? Me atrevería a decir que hasta Yaga tiene dinero puesto en esto.

Suguru libera tres maldiciones y Satoru le sonrie , algo agitado, despeinado y con raspones en ambos brazos —Tienes muchas malas mañas para ser un pueblerino santurrón.

— ¿Quieres que te enseñe todas las que tengo?—Le responde Suguru y también sonríe.Pero lo cierto, es que ya ha llegado a su limite ya casi no le queda energía maldita. La única oportunidad que tiene de ganarle a Satoru Gojo es que se vayan a un combate cuerpo a cuerpo. 

Mientras Satoru se deshace de las maldiciones, Suguru aprovecha para acercarse y atacar. Falla los primeros golpes y Satoru logra derribarlo y aprisionarlo en el suelo. Le suelta un golpe con la mano izquierda y el labio de Suguru empieza a Sangrar. Satoru le tiene debajo de él,  agitado, sudoroso y no sabe bien porque ,pero esa linea de sangre que ahora recorre su barbilla se ve excesivamente sexy y por un segundo, solo un segundo, le dan ganas de besar esa herida y de sentir a Suguru gemir ( de dolor, de placer, de lo que sea) contra él. Geto aprovecha la oportunidad para zafarse y aplicarle una llave y obligarle a pedir perdón.

—Admito que para ser un pueblerino no estas tan mal—. Le dice en voz baja Satoru.

—Admito que para ser un ramen mal cocido, tu tampoco estas tan mal.

Y Suguru le suelta y le da la mano para ayudarle a levantarse. Satoru le acepta por primera vez. Quizás ya ha empezado a soportarle un poco, solo un poco, quizás hasta le cae un poquito bien.

—Hombres—. Suspira Iori

—Hombres—. Le responde Shoko.