These burning flames

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Satoru tiene una fuerte presión en el pecho y aunque no es consiente, su respiración es corta y poco profunda. Abatimiento, Aflicción, Agitación, Agobio, Agonía, Amargura, Arrepentimiento. Gojo Satoru es una bola de emociones a flor de piel. Si le pidieran nombrar todo lo que siente en este momento, podría romper un record guinness.

Había puertas en el corazón de Suguru, que él no podía abrir, y eso le frustraba más que nada en este mundo. Por más que lo intentara, por más que algunas veces se sentía tan cerca de abrirlas, de repente; Suguru se tornaba frío y distante, y esas puertas se volvían a cerrar.

Pequeñas gotas de lluvia empiezan a caer sobre el campus y corrientes de aire frío circulan por todo el lugar. Satoru puede sentir como la temperatura cae al menos unos 5 grados. Es un ambiente escalofriante y tétrico pero no se detiene, sigue caminando sin mirar atrás.  

Cuando al fin llega al lugar en donde están reunidos el resto de sus compañeros, se da cuenta que han perdido el partido. Haibara ha hecho un gran trabajo, pero a pesar de ello, no ha sido suficiente. Ya a estas alturas el resultado no es que le importe mucho; pero cada pequeña molestia, le hace hervir la piel.

—¿Dónde se encuentra Suguru? — Le interroga Yaga cuando le ve llegar.

Satoru se pregunta si los dioses le estarán poniendo a prueba o si es que Yaga tiene un don espacial para hacerle sufrir. Se encoge de hombros y responde —No sé—.

Nanami frunce el ceño, extrañado por la respuesta de Satoru—Eso es inusual, estoy seguro de haberlos visto junt...— Nanami no puede terminar de hablar porque siente la mano de Haibara sobre sus labios. Y esa podría contar fácilmente como una de las veces en que Haibara le ha salvado la vida.

—Pronto se estará uniendo con nosotros—. Logra decir Shoko, tampoco está segura de lo que habrá pasado entre Saturu y él, pero sabe que Suguru no regresaría al colegio sin avisarles.

Yaga suspira, por este tipo de cosas es que prefiere hacer muñecos de felpa en vez detener hijos. Sus alumnos le dan suficientes dolores de cabeza.

— No tenemos tiempo para perder—. Les anuncia. — La visita que hemos realizado el día de hoy tiene dos objetivos. El primero, como se habrán dado cuenta, es mantener relaciones diplomáticas con los colegios de la localidad. El segundo, lo vamos a descubrir esta noche. Han ocurrido 7 suicidios en lo que va del año en este colegio, tres de ellos en el último mes. Es un campus muy grande y debido a las circunstancias en que se ha encontrado los cuerpos, lo más probable es que estemos ante una maldición de primer grado o peor, ante una maldición de grado especial—.Yaga despliega un plano de las estructuras del campus. — Nos separaremos en grupo. Yo cubriré la zona norte, Shoko y Haibara la zona Sur, Nanami y Suguru la zona este y tu Satoru la zona oeste—. Yaga levanta la mirada y les dice seriamente. — No es una misión para que jueguen a ser héroes, al primer contacto con algo que les parezca extraño, dispararán esta bengala—. Le entrega una a cada uno de los miembros. — ¿Entendido?.

—Entendido—. Responden todos al unísono.

Strawberry fields foreverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora