C A P I T U L O 8

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C a p i t u l o 8

"Harry"

Esta tarde había una exposición de arte bastante importante en el museo

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Esta tarde había una exposición de arte bastante importante en el museo.

Se presentarían algunas obras de nada más ni nada menos que de Van Gogh y antes de que estuviera abierta al público en general, los directivos del museo habían decidido hacer una gala exclusiva con algunas de las personas más importantes y sobresalientes de la ciudad, por lo tanto, éste sería un día bastante pesado para todos los que trabajamos aquí. Pero eso no era malo, amaba mi trabajo y por propio interés había estudiado la historia de Van Gogh años atrás, así que, para esta ocasión, solo había quedado repasar un poco de aquí y de allá.

Para mí buena suerte y debido a los años que llevo trabajando en este lugar, además de mi excelente desempeño, con el tiempo me había vuelto cercano de las personas con importantes puestos del museo, por lo que, para mí grata sorpresa, al tratarse de mí, me habían obsequiado algunos pases para poder invitar a mis más cercanos y ¿Quiénes son esos? Evidentemente, mi novia y mis amigos.

Agradecía que todos hubieran aceptado, incluso Olivia, aunque por lo que pude enterarme gracias a Alice, al inicio se había rehusado un poco.

Pero ahora mismo, la estoy viendo entrar junto con su hermana y el resto de los chicos.

Olivia siempre creyó que no tenía porte; solía decir que los vestidos de gala nunca estaban a su favor y que cuando se los probaba se sentía todo, menos elegante y con clase. Pero siempre se equivocó.

Fueron contadas las veces las que pude admirarla usando uno de aquellos vestidos: la boda de una compañera de su facultad, mi graduación, la graduación de su hermana y finalmente la suya. Y ahora, está a pocos pies de distancia y luce más hermosa que nunca usando un hermoso vestido floreado.

Perfecto para el clima de este día.

— ¿Amour? ¿vous êtes doué? — la voz de Camille me saca de mi trance

Era un desgraciado por estar admirando la belleza de Olivia teniendo a mi novia a un lado.

— ¡Claro! Todo bien — aclaro mi garganta

— Quiero que sepas que estoy demasiado orgullosa de ti — dice mi novia

— ¿Orgullosa? Pero solo soy un guía — río un poco

— Cierto, eres solo un guía, pero has llegado lejos — se encoge de hombros — Puede que pronto consigas un puesto más elevado ¿Sabes?

— Lo veo difícil, pero gracias por guardar las esperanzas

La conversación termina de manera rápida, como todas nuestras últimas conversaciones.

Debía admitirlo, Camille lucía espléndida con su vestido, que curiosamente, también era floreado. Su cabello rubio y lacio caía por sus hombros y ese particular aroma a perfume francés la acompañaba, logrando hipnotizar a más de uno. No era tonto, sabía lo que mi novia ocasionaba porque era algo que también provocó en mí.

HAPPIER | H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora