"¿Que estés con ella quiere decir que ya te olvidaste de mí? Porque en ese caso, espero que seas feliz pero no como lo eras conmigo; y puede que sea egoísta, lo sé, pero es que no puedo superarte, Harry."
Puesto #1 en #NovelasdeOneDirection - 27/J...
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Maratón 1/3
Hoy me despierto de un excelente humor sin saber por qué y recibo gustoso las lamidas que Gasper deja en todo mi rostro. Hoy era un martes común y corriente en el que llevaría la rutina de todos los días: iría al museo, comería en el mismo lugar y al terminar mi jornada laboral recogería a Camille de su trabajo para después ir al cine a ver una película que desde hace unos días queremos mirar.
Entro a la ducha sintiendo relajante el contacto del agua tibia y más tarde, con una toalla enredada en mi cintura, me tomo mi tiempo para desayunar un gran plato de cereal mientras leo las noticias desde mi celular y cuando acabo, lleno el tazón de Gasper con comida para perros y mientras lo dejo en la cocina desayunando, yo voy a mi habitación para vestirme.
— Amigo, esta noche llegaré tarde ¿de acuerdo? Iré al cine con Camille — le digo a Gasper y como respuesta, éste ladra fuertemente — Sé que no es de tu agrado pero es mi novia y tienes que entenderlo — me pongo de cuclillas y dejo un beso en su cabeza
Tomo mi maletín y antes de que mi mano se pose en el picaporte, mi vista se enfoca en el librero y me acerco al mueble al detectar que, justo ahí, tengo cuatro estuches con diferentes lentes que le compré a mi hermana unos meses atrás.
Todos me encantaban, sin embargo, a mi mente viene el momento que pasé con Olivia el día anterior y no puedo evitar pensar en la conversación que tuvimos acerca del negocio de Gemma.
Tenía unos lentes que había usado solo una vez y muy en el fondo, sabía que eran completamente del estilo de Olivia.
A decir verdad, esa fue la principal razón por la que los había adquirido y ridículamente, Gems lo había descubierto.
— Gasper ¿debería dárselos? — le pregunto a mi amigo mientras tomo el objeto entre mis manos — No sé, tal vez podía llevárselos a su trabajo — miro atento al perro — Tranquilo, hablo de Olivia
Por arte de magia, Gasper mueve la cola en cuanto escucha su nombre y con una sonrisa, tomo esa respuesta como algo positivo.
— Conste que tú lo has dicho — río
Guardo el estuche con sus lentes en mi portafolio y camino por todo mi edificio para llegar hasta mi Mercedes negro. Hoy decido tomar una nueva ruta. Tenía ganas de ver otros paisajes aunque el tráfico sería el mismo.
En muchas ocasiones solía quedarme embobado en mis pensamientos recordando el pueblo del que vengo, y han sido innumerables las veces en las que he tenido la tentación de regresar a Inglaterra y cambiar por completo mi vida.
A veces, sentía que todo en mí era una rutina y poco a poco comenzaba a hartarme de ello.
Es curioso como justo ayer, mientras esperaba por mi hamburguesa en el restaurante, pensaba en los pros y en los contras de hacer algo tan loco como abandonar mi vida en Nueva York hasta que apareció Olivia ante mis ojos.
