"¿Que estés con ella quiere decir que ya te olvidaste de mí? Porque en ese caso, espero que seas feliz pero no como lo eras conmigo; y puede que sea egoísta, lo sé, pero es que no puedo superarte, Harry."
Puesto #1 en #NovelasdeOneDirection - 27/J...
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Sabía que al llegar a la ciudad tendría que enfrentarme al bombardeo de recuerdos que me esperaban aquí y, ahora mismo, me doy cuenta que ni siquiera puedo estar en paz en mi propio departamento debido a todas las memorias creadas en este lugar con un chico de ojos verdes.
Necesitaba distraerme con urgencia.
Pero ¿Qué se podía hacer un viernes por la noche estando completamente sola?
La verdad, es que no tenía ganas de ver el televisor ni de estar atenta a mis redes sociales, últimamente el celular era mi único distractor y no me sentía muy contenta con el hecho de volverme tan dependiente del pequeño aparato.
No tenía libros nuevos y había rechazado la invitación de Logan de salir a un club del centro de la ciudad.
Observo el reloj que está en la pared y me quedo atenta al movimiento de las manecillas; son apenas las 8:00 p.m. y las ganas de ir a la cama tampoco están dentro de mis planes.
Cuando era pequeña, solía molestarme demasiado junto con mi padre por aquellas ocasiones en las que mamá, al estar aburrida, se ponía a mover los muebles de la casa haciendo un escándalo en todo el hogar. La mujer solía decir que los momentos de ocio eran perfectos para poner orden a una parte de tu vida, y para ella, la distribución de la casa era su manera de hacerlo.
Y muchos años después, aquí estoy, decidida a hacer lo mismo que ella.
Suelto una pequeña risa al pensar que si mi padre me viera, probablemente me regañaría, y por otro lado, mi madre sonreiría con orgullo y después, acompañaría el gesto con un "¿recuerdas aquellas noches en las que te encaprichabas porque te ponía a mover los muebles de tu habitación? ¡Pues mírate! Eres mi reflejo, testaruda".
Comienzo a ordenar un poco la sala principal; cambio la distribución de los sofás, quito el enorme tapete café que está al centro y escojo ahora uno blanco con negro. Quito algunos cuadros de las paredes para poner unos nuevos que tenía arrinconados y traigo un espejo que compré hace unos años en un mercado y que hasta la fecha, lo tenía envuelto con demasiado papel para que no se maltratara.
Cómo todo lo tenía guardado en un pequeño cuarto especialmente utilizado para ese tipo de cosas, al estar en él, comienzo a hurgar entre cajas con el fin de encontrar unas velas que había comprado y que nunca había usado.
El plan de mantenerme ocupada siguiendo los consejos de mi mamá estaba dando frutos, y aunque estaba llena de un sudor asqueroso, mi cuerpo se sentía lleno de satisfacción al ver los resultados una vez terminado.
— Debería dejar la psicología para dedicarme a esto — hablo para mí misma
Yo era una gran fan de mantener conversaciones personales conmigo aun sin recibir una respuesta ajena.
