"¿Que estés con ella quiere decir que ya te olvidaste de mí? Porque en ese caso, espero que seas feliz pero no como lo eras conmigo; y puede que sea egoísta, lo sé, pero es que no puedo superarte, Harry."
Puesto #1 en #NovelasdeOneDirection - 27/J...
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El clima afuera sigue siendo un completo desastre, aun así, Harry yo habíamos encontrado la manera de seguir pasando el tiempo dentro de la cabaña, solo esperaba que el día de mañana fuera mejor y nos permitiera hacer una caminata por el bosque.
La película había terminado hace quince minutos y ahora estábamos en la cocina nuevamente escuchando música y charlando mientras jugábamos UNO.
Era la mejor y a este punto, le había pateado el trasero a Harry en dos ocasiones.
— Sí pierdes una tercera vez, te tocará a ti lavar los platos — advierto mientras miro con atención las cartas que tengo en mis manos
— Y sí yo gano ¿Qué sucederá?
— Nada, solo demostrarás que al menos no eres tan perdedor
— ¡Hey! — se queja y yo río de su reacción
Inicio el juego y él tarda más tiempo en continuarlo ya que realmente parece concentrado y decidido en no perder este juego.
Su ceño se frunce y desde esta perspectiva, cualquiera que no lo conociera probablemente estaría aterrado con la imagen. Harry frunciendo el ceño es cosa del otro mundo y todo escalaba de nivel cuando tenía el cabello largo. En realidad imponía demasiado y ni siquiera se percataba de ello.
— Estoy seguro de hacer lo correcto — murmura y deja caer su carta
— Mala idea, Styles — murmuro con una sonrisa malvada y veo el pánico en su rostro
— ¡Espera! ¡No! Me equivoqué — intenta tomar la carta pero soy más rápida y capturo su mano
— ¿Qué crees que haces? — lo regaño entre risas
— Es que no quiero lavar los platos — su boca hace un pequeño puchero que me causa una ternura exagerada
— A este paso es lo que tendrás que hacer
— Mejor ven aquí y bésame — dice y tomándome completamente desprevenida, jala de mi mano y hace que mis labios se estampen con los suyos
Mi boca se encarga de formar una sonrisa y aún con nuestros labios unidos, Harry también sonríe.
— Baila conmigo — pide Harry y por segunda vez en el día, la cocina nos sirve como pista de baile
En esta ocasión, la música es lenta y se trata de alguna canción de Ed Sheeran que no reconozco.
Mi cabeza está sobre su pecho y de alguna manera, mis manos buscan aferrarse a su cuerpo, así que lo hago, mis brazos lo envuelven y Harry se ocupa de sostenerme fuerte, como si no quisiera soltarme.
