Seduciéndote[✓]

Ignorada

Rachel

Me lleva varios minutos recapacitar y darme cuenta que estoy en medio de la calle, actuando como una hormonal adolescente por el beso tan húmedo, suave y muy corto que me han dado en toda mi vida. No puedo negarlo, he quedado muy picada, antojada de sentir más de esa suavidad y sabor que tienen sus labios.

Maldita sea.

Maldita la hora en que me he dejado llevar por la calentura del momento y no pensar con la cabeza. ¿Pero cómo le digo que no a alguien tan jodidamente sexy como lo es él?.

Diane y Mara siguen burlándose de mi tan mala suerte, mientras veo su auto de último modelo perderse en el tráfico de la tarde.

Me la vas a pagar, ternurita. Esto no se va a quedar así.

—¡No puedo más, me duele la barriga de tanto reírme! — exclama Diane, doblándose y tocándose el vientre —. Eso ha sido como: click.

—¡Cállate!.

—No mientas, ahora no me vengas con esas babosadas de que no te gustó, que fue simple o que tenía mal aliento; porque sabes que te has quedado con el antojo del sexy. Hasta escuché el gemido que te ahogó.

—Sí, sí, me gustó, ¿y qué? Soy una persona que siente, no soy de hierro — endereza su postura y Mara limpia sus lagrimas —. Jamás me habían dejado con ganas de más con tan simple beso. Además, que llevaba meses sin besar a alguien.

—¿Y quién no queda antojada con semejante bombón? — muerdo mi labio inferior —. Solo porque te tiene el ojo puesto a ti no hago mis movimientos.

—A alguien le gustan menores, ¿eh? — se burla mi hermana y niego.

—Es un gusto por lo atractivo que es.

—¿Qué pasa, hermanita? Sabes que decir mentiras no es lo tuyo, ¿verdad?.

—Dejemos de hablar de esto, ¿sí? — resoplo —. A trabajar.

—Como ordenes — dicen al tiempo y chocan los puños entrando a la barra.

Suelto todo el aire por la boca y entro al establecimiento. Este ha sido el día más largo de toda mi vida y aun no se ha terminado. Espero que no me toque hacer un exclusivo a nadie esta noche, o seria un detonante a mi mal y buen día.

Fue excelente, el mejor; de película, Rachel mentirosa.

Los días siguientes Axel estuvo actuando distante conmigo, como si mi beso no le hubiese gustado en lo absoluto mientras yo me quedé con unas terribles ganas de volver a probarlo. Ni siquiera ha vuelto a insinuarme algo cuando van a la barra a vernos bailar. Después del beso es como si se le hubiera enfriado el gusto o qué sé yo. En la universidad me dirige la palabra con mucho respeto, no hace sus comentarios egocéntricos y por lo general, actúa como si yo no fuera nadie en la misma. Soy su simple profesora, mas nada.

¿Qué esperabas, Rachel? El fue muy claro, pretendía sexo, yo soy una adulta que sabe lo que quiere, pero ese querer por él no está en mis planes, por ahora. No me voy a involucrar con un estudiante, eso sería traer más problemas a mi vida ya hecha un caos. Entonces, ¿Por qué carajo me siento tan molesta al ser ignorada por él?.

Isaac y Oliver se han enterado de que soy su bailarina y su entusiasmo en las clases me parece algo gracioso, ya que son chicos muy alegres y expresivos.

Benjamín, mi ex novio no ha vuelto a llamarme desde el día que hablamos en la cafetería cerca a la barra, sí el mismo día que Axel me robó un beso y al día siguiente se le dio por ignorarme. Al punto, he estado muy preocupada por él. Quedamos en que lo ayudaría con las ganancias que recibo de los bailes y le he insistido a su teléfono, pero no agarra mis llamadas y tampoco contesta a mis mensajes. Me preocupa que algo le haya pasado.