No sé cuánto tiempo había pasado cuando despierto. El dolor en el vientre es muy intenso, por lo que me altera pensar en que la pesadilla que tuve sea muy real.
La habitación en que me encuentro ahora no es la misma que estaba en ese horrendo sueño, así que es tranquilizante saber que no ha sido más que eso; una horrible pesadilla.
Mis ojos escanean el lugar en una fracción de segundo, pensando en dónde puede estar Axel y mis bebés. Muero por conocerlos y saber cómo se encuentran y cómo son. He de haber dormido mucho, porque a pesar de sentir dolor en el cuerpo, el cansancio ya no es tanto en mis párpados.
Esos pequeños fragmentos en dónde la doctora me dijo que ya habían nacido, me sacan una sonrisa nostálgica y llena de felicidad. Después de tantos meses, por fin están con nosotros.
—Todo sucedió muy rápido... —toco mi vientre y sonrío, imaginando lo bellos que deben ser mis frijolitos—. ¿Dónde estarás metido, ternurita?.
Soportando el dolor, quedo medio sentada en la camilla. El silencio en los hospitales es perturbador, pero es más horripilante ver que la pesadilla ha cobrado vida frente a mis ojos; con una enorme sonrisa en los labios, Carter entra en la habitación. El corazón se me acelera, y poco a poco voy sintiendo que mi mundo se va ahogando en un pozo lleno de oscuridad.
Entonces la conversación que escuché en mi supuesto sueño, fue real; en verdad sucedió.
—¿Dónde están mis hijos? —pregunto inmediatamente—. Dónde carajos los tienes. Tráelos, quiero ver qué están bien.
Lucho por no derramar ni un sola lágrima frente a este hombre de doble cara.
—Ellos están en perfectas condiciones, pero me temo que no podré traerlos contigo. Cómo han nacido antes de tiempo, deben permanecer en una incubadora hasta que sus órganos terminen de desarrollarse. Son un par de pequeños muy frágiles —se acerca de a poco a la camilla—, pero son tan lindos. Es la primera vez que los veo y ya los amo.
—Dónde está Axel —se encoge de hombros—. Qué es lo que buscas de todo esto, ¿eh?. Por qué hacerme daño a mí, por qué causar un daño tan grande a dos personitas que no tienen nada que ver en sus asuntos. ¿Por qué?.
Las lágrimas no las puedo contener por más tiempo. Me duele el alma por todo lo que está pasando con mis hijos. Aun no era su tiempo de llegar al mundo, y aun así se estas personas sin corazón les obligó a nacer. Ahora ese lindo momento h quedado en ruinas.
—No lo entenderías, sirena —giro el rostro para no sentir su toque en mi piel—. Es una historia muy larga la cual te voy a resumir con pocas palabras; solo busco recuperar lo que me pertenece por derecho.
—¿A qué se refiere? Dígame algo, ¿dos bebés tienen que estar en medio de lo que sea qué tenga en mente con esa mujer? —me toma de la barbilla, encarándome.
—Ellos son parte fundamental de la historia. Tenía muchos planes contigo y según Axel ya no estuviera en nuestro camino, pero al conocer la relación que tienes con mi sobrino, muchos de ellos cambiaron. Ahora bien, los dos pequeñines me terminaron por arruinarlo todo, pero siempre se puede contar con un As bajo la manga. Mientras tú estés conmigo y disfrutemos de la conexión tan mágica que tenemos, los niños estarán a salvo; te lo prometo. A ellos no les pasará nada malo. Hagamos de cuenta que soy su papi ahora. No necesitan de un muerto para poder vivir, ahora me tienen a mí.
Sonríe, acercando su rostro al mío. La respiración se me acorta al instante que sus labios se unieron con los míos. Una sensación desagradable, asquerosa y llena de rabia se apodera de mí. No puedo creer lo que estoy escuchando, ni mucho menos de lo que está haciendo. Este señor tiene problemas mentales muy graves.
Con las pocas fuerzas que tengo en mis manos lo empujo lo que más puedo, por lo que ejerce toda la fuerza en mi mandíbula y me aprieta haciéndome daño. Tengo mucho miedo, no lo voy a negar. Nunca antes me había topado con un loco de este nivel en la vida. No sé qué están planeando en contra de Axel y de mis niños. Incluso, no tengo ni la menor idea de lo que irá hacer conmigo este ser tan loco.
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Seduciéndote[✓]
RomanceElla es esa pequeña ración de sensualidad que prende y altera cada uno de mis sentidos. Son sus movimientos tan sensuales y expertos frente a mí. Son sus ojos tentándome, insinuándome que cometa el pecado. Y son sus labios rosas y provocativos, lo q...