Especial

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Como no sabia a dónde me llevaría Axel, opté por ponerme una blusa corta color rosa palo, unos pantalones cortos de color negro y un par de tenis del mismo color. Después de estar tanto tiempo en tacón, mis pies se sienten muy cómodos y descansados estando en zapatos bajos.

Al despedirnos de mis padres y decirles a las enfermeras que me llamaran por si algo llegase a ocurrir, Axel me guio hacia su auto, que hasta ahora me percaté que estaba justo al frente de la casa. ¿Cómo es que no lo vi antes?.

—¿Adónde vamos a ir, y por qué tanto misterio? — pregunto, una vez Axel arranca el auto.

—Te gusta tenerlo todo bajo control, ¿no?.

—No estoy de bromas, Axel. Primero que nada, no debiste pagar por esas enfermeras ni mucho menos convencer a mis padres de yo no sé que cosas.

Su risita incrementa mi rabia.

—Eres divertida, Rachel. Pero ahora mismo estas actuando muy pesada. No le des tanta vuelta y solo disfruta, ¿quieres?.

—Solo quiero saber cuál es la razón de que hagas todo esto, Axel — me mira por pocos segundos, antes de volver la vista a la vía —. Pudiste habérmelo dicho antes y muy seguramente...

—Seguramente no habrías aceptado a salir conmigo esta noche.

—Solo fue sexo, se supone que todo quedaría hasta ahí — susurro.

Muy en el fondo estoy muy nerviosa y emocionada por todo esto, pero esa otra parte racional me dice que no está bien lo que estamos haciendo. Somos diferentes, en cuanto todo.

—Sí, de hecho, fue solo sexo y más nada — no era lo que quería escuchar —. Pero por si no recuerdas lo que te dije en el hospital, te voy a refrescar la memoria; sé mi amante.

Suelto una risa, la rabia se ha esfumado por su comentario.

—No puedes pedirle a una mujer que se encuentra soltera que sea tu amante — muerdo mi labio inferior y lo veo sonreír —, cuando tú también eres libre y no tienes compromisos con otra persona, ¿o sí?.

—¿Crees que soy de tener compromisos? Aduras penas si me soportan.

—Eres muy arrogante, Axel. ¿No crees que se debe a tu arrogancia que toda las chicas, probablemente, traten de alejarse de ti?.

—Pero no lo hacen, entre más arrogante, más les gusta y más las tengo encima de mí— enarco una ceja —. Soy sincero, bailarina, y eres tu a quien quiero tener en mi cama, y no solo por una noche.

—Ya me tuviste — el corazón me da un vuelco muy extraño —. ¿Entonces por qué montar todo un numerito?.

—¿No puedo ser buena persona con tus padres o con cualquier otra persona?.

—Por supuesto que sí.

—Ahí tienes tu respuesta; lo hago por ellos, no por ti.

Y su directa respuesta me deja sin palabras. ¿Acaso estaba esperando que me dijera que lo hacia por mí? Sacudo la cabeza y aspiro del aroma fresco y agradable del auto. No sé qué pensar con todo esto que está haciendo por mis padres, pero a la vez, se siente muy bien que a pesar de ir tras de mí, se preocupe por ellos y su bienestar. Es lo más lindo y tierno que han hecho por mí... aunque diga que no lo hace.

Me doy cuenta, tiempo después, que hemos salido de la ciudad. Ahora es el bosque y la oscuridad que golpea el cielo quienes nos acompaña. ¿Adónde tiene planeado llevarme?.

—¿Por que estamos saliendo de la ciudad, Axel?.

—No estamos saliendo de ella, solo he tomado camino por las villas de la ciudad.

Seduciéndote[✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora