Capítulo 3

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Siento el sonido de una puerta cerrarse y abro los ojos. No sé cuánto tiempo llevo aquí metida. Reviso la hora en el teléfono. Son las 7:30 pm. Una hora. Me he quedado dormida.

Me espabilo y comienzo a bañarme. Cuando termino salgo con una toalla envolviendo mi cuerpo mientras con la otra me seco él cabello.

—Es demasiado pedir que a Beth se le hubiese quedado el secador. —me digo mientras miro por la habitación.

No. No se lo olvidó.

Enredo el pelo en la toalla y salgo hacia la cocina con la intensión de preparar algo de cenar. Necesito comer algo antes de que Beth venga a por mí, o si no sé qué no resistiré esta noche.

Pero cuando llego allí, para mi sorpresa, alguien se ha adelantado. Sobre la encimera hay un plato cubierto y sobre este una nota de color azul pegada que imagino debió de dejar Alex.

No sé si te gustará.

Alex

No es de muchas palabras por lo que veo. ¿Será tímido? Destapo el plato. Macarrones con queso y albóndigas. Acerco la nariz al plato y huele exquisito. Mi estómago ruje con el olor. Estoy hambrienta. Saco una banqueta y me siento a cenar. Y rápidamente me encuentro devorando el plato completo.

Mientras lavo el plato y los cubiertos me percato de los stickers que hay a un lado de la encimera. Son de varios colores y juntos a ellos hay un bolígrafo. Al parecer es costumbre aquí dejarse notas. Sonrío porque no es una mala forma de comunicación. Y ya que nunca nos veremos aquí, esta es una buena forma de conocernos.

Cojo uno de color amarillo fluorescente y decido escribirle una nota de agradecimiento. Pero omito la parte en que ha preparado mi comida preferida.

Gracias por la cena, estuvo sabrosa. Mañana prepararé algo delicioso para el desayuno y el almuerzo.

Lia

¿Dónde le puedo dejar la nota para que la vea? Me acerco al refrigerador y la pego en la puerta justo a su altura para que la vea.

Voy hacia mi habitación y comienzo a arreglarme para la salida de esta noche. Me coloco el vestido y comienzo a maquillarme dejando el pelo para el final. Me quito la toalla.

—No creo que pueda hacer mucho por ti. —le digo mientras lo sostengo en alto y lo observo en el espejo.

Entonces algo llama mi atención en el reflejo en una de las mesitas de noche junto a la cama. Me giro y me dirijo hacia allí. Es un spray de espuma moldeadora.

—Beth, gracias por olvidar cosas aquí.

Lo cojo y vierto un poco en mi mano mientras después comienzo a extenderlo por mi cabello y espero a que este se seque. Media hora más tarde, estoy lista. Me miro en el espejo y sonrío satisfecha con el resultado final. Al final no quedo tan mal para no tener secador de pelo. Mi pelo cae por mi espalda ligeramente ondulado. Perfecto.

—¿Estás lista? —me giro asustada hacia la puerta donde está Beth.

Está impresionante, como siempre.

—¿Cómo has entrado? —inquiero con curiosidad.

—Olvidé dejarte las llaves. —me dice con una sonrisa mientras me las tiende. —Y te traje un obsequio que espero que no rechaces. —me dice tirando de mi hacia la sala.

Sobre la encimera de la cocina hay una caja. Miro a Beth y después nuevamente hacia la caja.

—No lo sabrás hasta que no la abras. —me dice con una sonrisa.

Seducción©  ✔️(+18)#1 LentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora